Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Atesorame: Romance con un Multimillonario
Atesorame: Romance con un Multimillonario
Atesorame: Romance con un Multimillonario
Libro electrónico150 páginas4 horas

Atesorame: Romance con un Multimillonario

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Gregor Fisk ha secuestrado a Quilla Chen y a Hayley Applebee y ahora la familia

Mallory está en el medio de una batalla para encontrar a las dos mujeres antes de que Gregor

lleve a cabo su amenaza de matarlas. Frustrado por la falta de progreso por la policía y el FBI,

Jakob Mallory-desesperado por encontrar a Quilla, el amo

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 ene 2020
ISBN9781648080210
Atesorame: Romance con un Multimillonario

Lee más de Kimberly Johanson

Relacionado con Atesorame

Títulos en esta serie (2)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Romance para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Atesorame

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Atesorame - Kimberly Johanson

    Atesorame

    Romance con un Multimillonario

    Mallory Parte 3

    Por Kimberly J.

    ©Copyright 2020 por

    Kimberly J. - Todos los derechos

    Reservados

    De ninguna manera es legal reproducir, duplicar ni transmitir ninguna parte de este documento en cualquier medio electrónico o en formato impreso. Queda prohibida la grabación de esta publicación y no está permitido ningún tipo de almacenamiento de información de este documento, salvo con autorización por escrito del editor. Todos los derechos son reservados.

    Los respectivos autores son dueños de todos los derechos de autor que no sean propiedad del editor.

    Tómame

    Romance con un Multimillonario

    Mallory Parte 3

    Por Kimberly J.

    Gregor Fisk ha secuestrado a Quilla Chen y a Hayley Applebee y ahora la familia Mallory está en el medio de una batalla para encontrar a las dos mujeres antes de que Gregor lleve a cabo su amenaza de matarlas. Frustrado por la falta de progreso por la policía y el FBI, Jakob Mallory-desesperado por encontrar a Quilla, el amor de su vida- decide mirar hacia el pasado en su vida antes de su preciosa nueva esposa- un tiempo de ridículo mujeriego, y construyendo su multimillonario negocio con su socio Gregor. Intentando encontrar el momento en el que su amigo se convirtió en su peor enemigo, Jakob luchando tratando de enfrentar su caída en la drogadicción y depresión- la misma pesadilla de la cual emergio algo infinitamente más hermoso- Quilla. ¿Podrá salvarla a ella y a Hayley antes de que Gregor lleve a cabo su acto más brutal?

    Ahora…

    Quilla abrió los ojos a la oscuridad. Una venda; podía sentir la dura tela contra su piel. Sus manos estaban atadas atrás de su espalda; estaba desplomada en una silla, con sus tobillos atados. Su cabeza latía de dolor; sus costillas dolían del accidente. Se sintió extrañamente en calma- no había duda de quién estaba detrás de esto: Gregor Fisk. Había un sentido de inevitabilidad sobre todo eso. Quilla tragó, con su garganta seca. ¿Hayley?

    Estoy aquí.

    ¿Estás atada?

    Sí, esposada a un radiador. Estás en una silla. ¿Estás bien?

    Creo que sí, ¿Estás vendada?

    No. Él… Quilla, te ha atado como si quisiera… Dios…

    Quilla no necesitaba escucharlo. Podía fácilmente imaginar la humillación con la que Gregor iba a torturarla antes de matarla. Porque él iba a matarla, eso lo sabía, pero estaría furiosa si dejaba que Hayley fuera herida. Ella levantó su hombro, bajando su cabeza para empujar la venda de sus ojos. Pestañeó, tratando de acostumbrarse a la luz. Hayley, con su rostro lleno de lágrimas y con sangre, estaba sentada al otro lado de la habitación. Quilla miró alrededor… una casa vieja, descuidada. Pudo ver fuera de la ventana que estaban en un lugar desolado, pero la línea de los árboles se le hacía familiar- pinos, gigantescos. Estamos todavía en Washington, o por lo menos el Noroeste. ¿Gregor había estado tan cerca todo este tiempo?

    Hayley asintió. Estaba consciente en la camioneta, aunque pretendía no estarlo. No viajamos por más de dos horas, y subimos, pudo sentirlo. Tu oreja sangra.

    Hayley lucía aterrorizada, y Quilla intentó sonreír, para dejarla tranquila. No duele. Se miró a ella misma. Su vestido blanco había sido abierto para mostrar su ropa interior, y las cuerdas que la rodeaban en zigzag sobre su cuerpo eran de cuero, comiendo su piel. Quilla se resistió contra ellas, pero estaban muy apretadas, fuerte. Ella no lo había notado al principio, pero alguien había dibujado un círculo en su estómago, siendo su ombligo el centro. ¿Qué mierda?

    Él dijo que era para una práctica de tiro, maldito enfermo. Hayley por un momento tuvo arcadas y vomitó. Quilla misma se sintió enferma. Hayley lloró por unos segundos, y limpió su rostro con el brazo de su camiseta. La miro ¿Va a matarnos?

    No Quilla sacudió su cabeza. No, Hayley. Te sacaré de aquí, lo prometo. Jakob y Skandar estarán rastreando el mundo por nosotros. No te dejaré morir.

    Hayley la miraba. Quilla… no dejaré que mueras tampoco.

    Quilla tragó el nudo en su garganta. Cariño, saldremos de aquí, lo prometo.

    La puerta del cuarto se abrió y ambas miraron, con sus corazones latiendo fuerte. Gregor Fisk tenía una sonrisa grande en su rostro. Hayley sollozó.

    Buenos días, hermosas mujeres, y gracias por unirse a mí. Quilla, mi amor, despertaste y luces deslumbrante.

    Gregor tomó a Quilla del cabello y la tiró hacia atrás, con su boca bajo la de él. Quilla se resistió hasta que sintió un frio metal contra su estómago y se petrificó.

    Hayley gritó y Gregor rió. Presionó el arma contra la piel de Quilla y guiñó un ojo a Hayley. Espero que se hayan despedido

    Y presionó el gatillo.

    Ahora…

    No había palabras para describir cómo se sentía Jakob en este momento. Devastado no era suficiente; tampoco asustado, horrorizado o enojado. No había palabras.

    Enfermo, se dio la vuelta para alejarse del cuerpo de su empleado. Rick, el guardia de seguridad de Texas, no había prevenido ni su propia muerte, con un balazo en la cabeza, y tampoco podría haber protegido a Quilla del destino que había caído en ella. Gregor la había secuestrado, y Jakob sabía en sus huesos que jamás la volvería a ver viva.

    El jefe del FBI lo llevó hasta la oficina y sin darse cuenta, él siguió al hombre al cuarto de interrogatorios. Él respondió sus preguntas por una hora y media, repasó todo lo que había pasado desde que había conocido a Quilla, la campaña de violencia de Gregor, sus ataques en Quilla y Flori… la muerte de Kit.

    El jefe del FBI, Carter James, lo miraba con empatía. Sé que parece como si estuviera repitiendo todo infinidad de veces, pero no sabemos cuándo la más pequeña pieza de información puede ser útil. Mire, Señor Mallory, quizá deberíamos ir más atrás, cuando usted conoció a Gregor Fisk.

    Jakob levantó sus cejas. ¿Cree que eso funcionará?

    Carter James asintió. Quizá, como dije, hasta el más mínimo detalle.

    Un golpe en la puerta y una joven afroamericana miraba por la puerta. Le sonrió amablemente a Jakob. Sr. Mallory, su padre y su hermano están aquí.

    Jakob sintió que un peso se le había quitado de encima. Gracias a Dios, Gracias.

    Carter le sonrió a su compañera. Tráelos, ¿Sí, Ali? Sr. Mallory, esta es mi compañera, Ali Bell.

    Él estrechó la mano de la joven agente y ella se marchó, reapareciendo un momento más tarde con Ran y Grady. Ambos, su padre y su hermano parecían en shock. Ran abrazó fuerte a Jakob. No es tu culpa, hijo.

    Jakob casi sonrió; su padre lo conocía tan bien. Intentaré no pensar en eso, Pa. Le presento a Carter y luego los informó de lo que había pasado. Ran asintió cuando Jakob le había contado lo que Carter sugirió.

    Buena idea.

    Carter recuperó su tono. ¿Siempre ha tenido dudas sobre Fisk? Ran dudó, miró a su hijo y asintió. Sí.

    Carter lo miró a Grady.

    ¿Usted?

    Grady se encogió de hombros. Nunca lo conocí bien, para ser honesto, pero las pocas veces que lo vi, parecía un idiota arrogante. El problema con este tipo asintió sonriendo a su hermano, Es que es muy leal. No dejaría a nadie.

    Carter asintió. Quizá ustedes deberían sentarse en esto, dar cualquier información que puedan mientras Jakob cuenta su historia.

    Lo miró a Jakob, quien asintió. Bien, mira, acomódate, haré que nos envíen café y sándwiches. Mientras más rápido hagamos esto, es más probable que encontremos a Quilla sana y salva.

    Ahora…

    Skandar Mallory agradeció a su compañero de práctica y fue a bañarse. Siempre se sentía agitado después de cada buena sesión y esta vez, después de cuatro horas, había sido estimulante. Bien, necesitaría esas endorfinas pasando por su sangre. Desde que Kit había muerto, se las arreglaba para ayudar a su padre, a sus tíos, pero estaba muriendo por dentro. Él y Kit habían tenido encuentros, pero Dios… La intrusión de la prensa era ridícula y por el momento, la única cosa que lo mantenía en pie era la hermosa rubia que lo esperaba en casa. Cielos, sí que amaba a Hayley Applebee, y últimamente, una idea había estado revolviéndose en su mente.

    Quería casarse. Quería llevársela, como Jakob y Quilla, y casarse en una isla tropical, poder llamarla su esposa y escucharla a ella decir mi esposo. Pertenecerse el uno al otro por siempre. Era una locura, ella no tenía ni veinte años, pero Skandar sabía que estarían juntos para siempre. Con eso, no había dudas. Él había hasta buscado anillos de compromiso poco usuales en internet- él sabía que ella no querría un enorme diamante, algo más que hablaba de quién era ella, algo único.

    Condujo a casa, un poco rápido, con muchas ganas de ver a Hayley, pero cuando llegó, encontró la casa vacía. Tragando su decepción, leyó su nota. Salí con Quilla a comer. Aceita ese cuerpo tuyo y prepáralo para cuando llegue a casa, esclavo. Master Hayley. (P.D. Te amo)

    Skandar rió. Cielos Tiró sus transpiradas prendas de la práctica en el lavarropas y luego tomó una cerveza del refrigerador. Se sentó en el sofá, pasando por los canales de televisión para encontrar algo interesante que ver. Después de un par de horas, se cansó y la apagó, sin ver

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1