Tenacidad: Inclinándose Hacia los Problemas, #3

Por Lexy TImms

No importa lo que pase, siempre habrá problemas.

El tiempo se está acabando.

Mientras Troy está en las garras del abusivo ex de su novia, sabe que ella es más vulnerable que nunca. ¿Qué le está pasando a ella mientras él está atado? ¿Quién está protegiendo a Sadie mientras él está encerrado en la parte trasera de una furgoneta en algún lugar? Cada minuto que pasa, ella se vuelve más vulnerable. Cada hora que pasa le da a Luke otra oportunidad de tener a Sadie a su lado. Y la temible furia de esa realidad lo impulsa hacia adelante.

Todo lo que Troy sabe es que tiene que volver con ella. Todo lo que sabe es que Luke no puede llegar a ella. No importa lo que le cueste. No importa lo que signifique. No importa qué parte de él tendrá que comprometer para llegar a ella.

¿Arriesgar su propia vida para salvar la de ella será suficiente?

Serie: Inclinándose Hacia los Problemas

Libro 1 – Problemas

Libro 2 – Discordia

Libro 3 – Tenacidad

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 14 ene 2021
• ISBN: 9781071583869

Lexy TImms

"Love should be something that lasts forever, not is lost forever."  Visit USA TODAY BESTSELLING AUTHOR, LEXY TIMMS https://www.facebook.com/SavingForever *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* Sign up for news and updates and freebies - I like spoiling my readers! http://eepurl.com/9i0vD website: www.lexytimms.com Dealing in Antique Jewelry and hanging out with her awesome hubby and three kids, Lexy Timms loves writing in her free time.  MANAGING THE BOSSES is a bestselling 10-part series dipping into the lives of Alex Reid and Jamie Connors. Can a secretary really fall for her billionaire boss?

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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son producto de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es mera coincidencia. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas comerciales no está autorizada, asociada ni patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

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Todos los derechos reservados.

Tenacidad

Serie: Inclinándose Hacia los Problemas #3

Copyright 2019 por Lexy Timms

Diseño de portada: Book Cover by Design

Serie: Inclinándose Hacia los Problemas

Libro 1 – Problemas

Libro 2 – Discordia

Libro 3 - Tenacidad

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Tenacidad. Sinopsis

No importa lo que pase, siempre habrá problemas.

El tiempo se está acabando.

Mientras Troy está en las garras del abusivo ex de su novia, sabe que ella es más vulnerable que nunca. ¿Qué le está pasando a ella mientras él está atado? ¿Quién está protegiendo a Sadie mientras él está encerrado en la parte trasera de una furgoneta en algún lugar? Cada minuto que pasa, ella se vuelve más vulnerable. Cada hora que pasa le da a Luke otra oportunidad de tener a Sadie a su lado. Y la temible furia de esa realidad lo impulsa hacia adelante.

Todo lo que Troy sabe es que tiene que volver con ella. Todo lo que sabe es que Luke no puede llegar a ella. No importa lo que le cueste. No importa lo que signifique. No importa qué parte de él tendrá que comprometer para llegar a ella.

¿Arriesgar su propia vida para salvar la de ella será suficiente?

Contenido

Serie: Inclinándose Hacia los Problemas

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Tenacidad. Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Epílogo

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Capítulo 1

Sadie

Vamos, Sadie, vamos a meterte dentro... ¡Uma! ¡Necesito ayuda aquí!

No podía sentir mis piernas. Escuché a Paris gritando, pero estaba como paralizada. Podía sentir, sin embargo, la nota arrugada en mi mano. Perforando mi palma. Recordándome la pesadilla que me mantenía crónicamente viva de todas las maneras equivocadas.

Troy. Murmuré.

¡Uma! París rugió.

¡Ya voy! ¡Ya voy! ¿Qué es lo que pasa? Preguntó Uma.

Adentro. Tenemos que llevarla adentro. Ahora.

Con los brazos debajo de los míos, mi cabeza cayó hacia adelante. Y mientras miraba al suelo, lloré. Dejé caer las lágrimas silenciosamente mientras me aferraba fuertemente a la nota. La última pizca de esperanza de que Troy aún estuviera vivo.

Aunque no lo estaría por mucho tiempo.

Al sillón. Vamos, muchacha. Ayúdanos un poco". Paris gruñó.

Mierda, necesito más lecciones de kickboxing. Uma resopló.

Los cojines del sofá amortiguaron mi caída, pero no impidieron que los ruidos de mi corazón me rasgaran el alma. Llevé la nota a mi pecho y la sostuve con fuerza. No quería soltarla. Miré fijamente al techo, tratando de procesar mis pensamientos. Tratando de recomponerme. Tratando de hacer lo que fuera para salir de mi maldito trance.

Pero ya no tenía la energía.

Simplemente quería revolcarme.

Déjame ver esto rápidamente, preguntó Paris en voz baja.

Sentí que acariciaba la nota y la apreté más fuerte. Negué con mi cabeza rápidamente. Mi respiración se volvió irregular. Sentí como si estuviera fuera de control. Entrando en espiral hacia un abismo en el que quería ahogarme finalmente. No quería vivir más esta vida. No con Troy en problemas. No con Luke ahí fuera, amenazando con quitarle la vida a la gente sólo para llegar a mí.

¿Cómo diablos se salió todo esto de control?

Uma, coge mi teléfono. Llama a Wren. La contraseña de mi teléfono es cuatro-cinco-seis-cinco-tres-cuatro. Dile que Luke nos ha contactado y que necesitamos gente en esta casa ahora, dijo Paris.

En ello, dijo Uma.

Sentí una mano rozando mi piel. Alisando mi cabello. Secando mis lágrimas. Pero no sirvió de nada. Me sentí vacía por dentro. Vacía, pero de alguna manera vibrando de rabia. Con miedo. Con ira. Con preocupación.

Sadie, tienes que hablarme, chica. Mírame, dijo Paris.

Sabía que esto pasaría, susurré.

Ella me acarició las mejillas. Mírame. Ahora.

Sabía que haría esto. Sabía que iría tras él.

Escúchame. Esto no es culpa tuya.

¡Esto es mi culpa! Grité.

Salí disparada del sofá y salté a mis pies. Todavía sosteniendo la nota en mi pecho.

¡Es mi culpa, Paris! Yo soy la que lo enredó en esto. Yo soy la que no mantuvo mi distancia. Soy la que siguió tomando, y tomando, y tomando. ¡Y nunca le devolví nada!

Paris negó con la cabeza. Eso no tiene nada que ver con...

Soy la razón por la que Troy va a morir. Y voy a tener que vivir con eso. Para siempre.

Se puso de pie lentamente. Él no va a morir. Te lo prometo.

Me tambaleé sobre mis pies antes de darme la vuelta. Antes de mirar fijamente a la puerta trasera. Antes de que mis ojos se posaran en la mancha recién pintada que me recordaba los horrores indecibles que seguían ocurriendo en mi vida. Sentí las manos de alguien en la parte superior de mis brazos. Me estabilizaron mientras me balanceaba. Y mientras Paris envolvía su brazo alrededor de mis hombros, respiré con dificultad.

Por lo que sabemos, ya está muerto, susurré.

Debí haberlo alejado cuando tuve la oportunidad. Debí haberlos alejado a todos. Entonces, yo era el único objetivo de Luke. La única otra persona envuelta en esta maldita tontería. No debería haber dejado a Troy cerca de mí. O a París. O Wren. O a cualquiera con el que hubiera estado en contacto en las últimas semanas. Demonios, debí haberle dicho a Uma que no se mudara conmigo. Que estaría mejor sin mí.

Perdóname, Troy.

Toma, bebe algo, dijo Uma.

Negué con mi cabeza mientras continuaba mirando por la ventana.

Uma, ¿has llamado a Wren? Preguntó Paris.

Están en camino. Llegarán en unos diez minutos Dijo Uma.

Déjenme sola, dije en voz baja.

Chica, no iremos a ninguna parte. Wren y los chicos se dirigen aquí para ayudar, dijo Paris.

Me acerqué a la ventana. Nadie más debería estar cerca de mí.

Vamos. Démosle un poco de espacio antes de que lleguen, dijo Uma.

Miré por la ventana mientras la nieve caía lentamente. Hermosos y suaves copos que deberían haber advertido a mi corazón en el interior. Y aún así, lo único en que pensaba era si Troy tendría suficiente comida o no. Suficiente calor para mantenerse caliente. ¿Se estaba muriendo de frío ahora mismo? Si es que su cuerpo no hubiera sido ya arrojado en una zanja en algún lugar.

Una lágrima solitaria rodó por mi mejilla húmeda cuando llamaron a la puerta.

¿Dónde está la nota? Preguntó Wren.

La está agarrando. Un poco demasiado fuerte también, dijo Paris.

Tenemos que comprobar si hay huellas dactilares. Cualquier cosa que pueda llevarnos a donde está este hombre, dijo.

Si puedes convencerla de que te la entregue, adelante, susurró Uma.

No tuve ningún problema en entregar la nota a Wren, sin embargo. Mi mano seguía acalambrada de todas formas. Sabía que no encontrarían nada, sin embargo. Nada más que mis lágrimas, mis propias huellas dactilares y esas pocas palabras.

Busca huellas y ponle una luz negra, dijo Wren.

Y mientras trabajaban, yo seguía mirando por la ventana.

¿Cómo que no hay nada? Wren preguntó con insistencia.

Tiene que haber algo, susurró Paris.

¿Quizás haya algo en el buzón? Uma preguntó.

¿Cómo coño no hay nada en esto? ¿Hay cámaras afuera con este sistema de seguridad? ¿Tal vez captó algo? ¿O a alguien? Wren preguntó.

No hay cámaras, dije claramente.

Toda la casa se quedó en silencio mientras me daba la vuelta lentamente.

No hay cámaras, no había huellas fuera, y una vez que la nieve empiece a pegarse, se llevará lo que sea que haya ahí fuera, dije.

Todavía tengo a mis hombres afuera buscando, dijo.

Asentí lentamente. Bien. Voy a subir.

¿Quieres que alguien vaya contigo? Uma preguntó.

La miré. Estoy cansada, Uma. Y todos sabemos que Luke de alguna manera sabe que la policía está aquí. Estoy segura de que atacará de nuevo. Tal vez me envíe un pedazo del dedo de Troy o alguna mierda.

No te atrevas a decir una mierda como esa. París se encendió.

Bueno, entonces tal vez cuando empiece a alejarte, me dejes, dije rotundamente.

Me escabullí entre gentío y me dirigí a las escaleras. Y mientras me alejaba, mi mente giró. Luke no sería tan descarado como para dejar a Troy en algún lugar para entregar una nota, ¿verdad? Quiero decir, tenía que estar pensando en esto. Al menos, un poco. Tal vez no mucho, pero lo suficiente para ejecutar esto con algún tipo de precisión. Pero, ¿y si pudiéramos interrumpir esa precisión? ¿Atraparlo con la guardia baja?

¿Qué es lo único que no espera?

Me voy a reunir con él, dije.

Con el pie en el primer escalón, me volví para mirar a la multitud que se había reunido en mi casa.

¿Qué? Preguntó Uma.

¿Qué has dicho? Paris preguntó.

No, no te dejaré hacer eso, dijo Wren.

Con el debido respeto, no me puedes controlar. Pero, escúchame, dije.

No te reunirás con ese psicópata, dijo Paris.

¿Aunque signifique la vida de Troy? Le pregunté.

Todos en la habitación se quedaron en silencio y respiré hondo.

Luke está loco ahora mismo. Pero está haciendo esto con gran precisión. Cuanto más loco se pone, más claro piensa. Por lo tanto, tenemos que interrumpir ese flujo, dije.

Y crees que reunirte con él detendrá eso, dijo Wren.

¿Qué es lo que no espera que hagamos? Si no espera que lo hagamos, entonces es un obstáculo en sus planes, dije.

No. No te perderemos a ti también, dijo Uma.

Ahora, espera un segundo, dijo Paris.

Wren sacudió la cabeza. Troy me mataría por ponerte en esa posición.

Pero, él mismo estará muerto si no lo haces, dije. En serio. Puedo llevar un micrófono oculto o algo así. Lo pones a grabar. Usa una cámara de video. Lo que quieras. Pero, sabes que Luke no se va a rendir. Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo hacemos que algo así suceda?

Ella tiene razón, señor, dijo uno de los otros oficiales.

Perdón, ¿cómo se llama? Le pregunté.

Me miró. George Kiner, señorita.

Oficial Kiner, ¿qué piensa de este plan? Le pregunté.

Tendríamos que consultarlo con el jefe antes de nada. Tendría que aprobar algo como esto, dijo Wren.

Entonces, te sugiero que lo llames por teléfono, dije.

¡Esto es una locura! ¿De verdad vamos a usarla como cebo? Uma preguntó.

Tendríamos que asegurarnos de que esté cien por cien segura, dijo Paris.

¡¿Hablas en serio?! Uma gritó.

Paris, no he estado cien por ciento segura desde que conocí a Luke. Estaré bien. Déjenme hacer esto por Troy, dije.

El silencio reinó de nuevo en la habitación antes de que Wren sacara su teléfono. El oficial Kiner se fue a una esquina con él y Uma vino corriendo hacia mí. Me agarró el brazo. Haciéndome estremecer. Haciéndome recordar todas las veces que Luke me había hecho eso para hacer entrar en razón a mi cerebro.

¿Estás bien?, preguntó.

Me reí amargamente. ¿Qué si estoy bien? ¿En serio? No. No lo estoy. Pero, si esto es lo que va a hacer que Troy vuelva... Estoy totalmente de acuerdo.

¿Qué puedo hacer para ayudar? Paris preguntó.

Las tres nos paramos en los escalones mientras Wren seguía hablando por teléfono en el pasillo.

Evita que Uma intervenga demasiado, dije con una sonrisa.

Uma se río. No hay ninguna posibilidad, idiota.

Paris asintió. Sabes que Troy puede cuidarse solo. Así que asegúrate de cuidarte durante esto. ¿De acuerdo??"

Pues no parecía que fuera así cuando lo noquearon. Por supuesto.

Está bien. A regañadientes, el jefe ha firmado esta pequeña excursión. Hay un detective de la comisaría de policía en la autopista que viene hacia aquí ahora. Ella nos hablará de todo lo que está a punto de suceder, dijo Wren.

¿Ella? Preguntó Paris.

Wren sonrió. Los departamentos no siempre son tan machistas.

Uma se río. Podrías haberme engañado.

Asentí con la cabeza. Entonces, esperemos.

Me paré junto a la puerta, mirando continuamente por la ventana. De vez en cuando, las chicas venían y me frotaban la espalda. Wren venía y me daba palmaditas en el hombro. O el oficial Kiner simplemente se paraba a mi lado. Pero, todo lo que quería era que apareciera esta maldita detective. Necesitaba que viniera. Necesitaba que esto funcionara. Y cuando Uma puso una taza de café en la palma de mi mano, vi un auto detenerse en la entrada.

Un auto patrulla, de todos los coches.

Ella está aquí, dije.

Vamos. Vamos a sentarnos y tener esta conversación, dijo Paris.

No sé si puedo sentarme. Estoy zumbando con demasiada energía ahora, dije.

Entonces, alejémonos de la puerta y démosle a la mujer algo de espacio cuando entre.

Asentí lentamente. Buena idea.

Wren abrió la puerta. Detective. Gracias por venir con tan poco tiempo de aviso.

La mujer entró en mi casa y sus ojos me estudiaron por un instante.

¿Es ella? preguntó.

Soy yo, dije.

Se acercó a mí, con sus ojos estudiándome cuidadosamente. Caminó alrededor de mi cuerpo, como si me estuviera revisando para una maldita comida. Me sorprendió la edad de la mujer. No sé por qué esperaba a alguien más joven. O más vibrante. Pero, con el cabello blanco y las profundas arrugas de su cara, había algo tranquilizador en ella. Incluso en la forma severa en que me miraba.

Detective Malabar, dijo.

Me tendió la mano y yo la estreché.

Sadie Powers, dije.

Retiró su mano. Lo sé. Leí tu expediente antes de venir.

Es bueno saberlo.

Algo como esto es usualmente claro y preciso. Pero, siempre planeamos para las contingencias. Dijiste que estabas dispuesta a llevar un micrófono, así que tengo uno en mi patrulla. Si lo ato a tu pecho, captará casi todo. Siempre y cuando mantengas tu voz equilibrada y enuncies.

Puedo hacerlo.

Me aseguraré de que una patrulla de policía que esté conectada a tu micrófono esté en la siguiente calle. Oculto, pero listo para saltar en caso de que algo suceda.

Uma saltó. Lo siento. Hablas como si el encuentro fuera a ocurrir aquí.

Malabar se encogió de hombros. El tipo ya ha estado aquí una vez para entregar una nota. ¿Quién dice que no volverá?

París intervino. Me quedaré por aquí, entonces. Me quedaré en la habitación con Uma. O en la de invitados de arriba.

Asentí con la cabeza. Estaría bien.

Malabar suspiró. No podemos tener ninguna intervención, sin embargo. Al menos, una intervención que no esté planeada.

A menos que esté en peligro, dijo Uma.

Déjaselo a la policía. ¿Entendido? Dijo Malabar.

Paris asintió, interrumpiendo a Uma. Entendido.

Bien.