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Multimillonario en Acción: Manejando A Los Jefes, #14
Multimillonario en Acción: Manejando A Los Jefes, #14
Multimillonario en Acción: Manejando A Los Jefes, #14
Libro electrónico247 páginas2 horas

Multimillonario en Acción: Manejando A Los Jefes, #14

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De la autora de superventas, Lexy Timms, llega un romance de multimillonarios que hará que caigas enamorada una y otra vez. 

Jamie y Alex estaban seguros de que todo había terminado cuando finalmente recuperaron a Markie. Lo único que podía compensar la pesadilla de un hijo desaparecido era que se los devolvieran. Pero parece que la pesadilla no ha hecho más que empezar cuando Jamie descubre que la secuestradora era su propia madre.

La situación viene acompañada de preguntas, y de dolor. Una pena a la que Alex no ayuda manteniendo una actitud de "te lo dije" que pone furiosa a Jamie.  

No sólo eso, sino que Alex también se opone rotundamente a disculparse con Christine por haberla acusado de ser la secuestradora, tanto con ella como con su marido. Paul, uno de los socios de mayor confianza de Alex, abandona Reid Enterprises como consecuencia de ello.

Todo lo que Jamie quiere es que Alex reconozca sus errores. Después de todo, a la luz de la desaparición de su hijo, todos estaban bastante emocionales, y ello podría haber sido fácilmente un desliz en un momento de frustración.

Pero Alex no cede, y eso los está separando. Por no hablar de que Christine no se habla con Jamie, y está luchando por asimilar la razón de su madre para estar entre rejas.

¿Serán Jamie y Alex capaces de superar el mayor escollo que se han encontrado en su matrimonio? ¿O el peso del pasado reciente acabará por romperlos?

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento31 ago 2022
ISBN9781667440774
Multimillonario en Acción: Manejando A Los Jefes, #14
Autor

Lexy Timms

"Love should be something that lasts forever, not is lost forever."  Visit USA TODAY BESTSELLING AUTHOR, LEXY TIMMS https://www.facebook.com/SavingForever *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* Sign up for news and updates and freebies - I like spoiling my readers! http://eepurl.com/9i0vD website: www.lexytimms.com Dealing in Antique Jewelry and hanging out with her awesome hubby and three kids, Lexy Timms loves writing in her free time.  MANAGING THE BOSSES is a bestselling 10-part series dipping into the lives of Alex Reid and Jamie Connors. Can a secretary really fall for her billionaire boss?

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    Multimillonario en Acción - Lexy Timms

    Multimillonario en Acción

    Lexy Timms

    ––––––––

    Traducido por Carolina La Rosa Montilla 

    Multimillonario en Acción

    Escrito por Lexy Timms

    Copyright © 2022 Lexy Timms

    Todos los derechos reservados

    Distribuido por Babelcube, Inc.

    www.babelcube.com

    Traducido por Carolina La Rosa Montilla

    Editado por Jorge Ledezma

    Diseño de portada © 2022 Book Cover By Design

    Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

    Por Lexy Timms

    @Copyright 2018 Lexy Timms

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse, almacenarse o introducirse en un sistema de recuperación, ni transmitirse, de ninguna forma ni por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro) sin la autorización previa por escrito tanto del propietario de los derechos de autor como del editor mencionado al principio de este libro.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son producto de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es mera coincidencia. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas comerciales no está autorizada, asociada ni patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

    ––––––––

    Multimillonario en Acción

    Libro #14 de Manejando los Jefes

    Todos los derechos reservados.

    Copyright 2018 por Lexy Timms

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    www.lexytimms.com

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    Serie: Manejando a los Jefes

    El Jefe – Libro 1 es GRATIS

    También El Jefe

    Quien es el Jefe Ahora

    Amo al Jefe

    La Hago de Jefe

    La Esposa del Jefe

    Empleada del Jefe

    El Hermano del Jefe

    La Consultora del Jefe

    Por Siempre el Jefe

    Navidad con el Jefe

    Novela corta de navidad (11)

    Billonario al Control

    Billonario Ganando Billones

    Multimillonario en Acción

    Cosita Preciosa

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    Novela Corta de Navidad (3.5)

    La Historia de Mark– Cosita Preciosa

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    Multimillonario En Acción – Sinopsis

    De la autora de superventas, Lexy Timms, llega un romance de multimillonarios que hará que caigas enamorada una y otra vez. 

    Jamie y Alex estaban seguros de que todo había terminado cuando finalmente recuperaron a Markie. Lo único que podía compensar la pesadilla de un hijo desaparecido era que se los devolvieran. Pero parece que la pesadilla no ha hecho más que empezar cuando Jamie descubre que la secuestradora era su propia madre.

    La situación viene acompañada de preguntas, y de dolor. Una pena a la que Alex no ayuda manteniendo una actitud de te lo dije que pone furiosa a Jamie.  

    No sólo eso, sino que Alex también se opone rotundamente a disculparse con Christine por haberla acusado de ser la secuestradora, tanto con ella como con su marido. Paul, uno de los socios de mayor confianza de Alex, abandona Reid Enterprises como consecuencia de ello.

    Todo lo que Jamie quiere es que Alex reconozca sus errores. Después de todo, a la luz de la desaparición de su hijo, todos estaban bastante emocionales, y ello podría haber sido fácilmente un desliz en un momento de frustración.

    Pero Alex no cede, y eso los está separando. Por no hablar de que Christine no se habla con Jamie, y está luchando por asimilar la razón de su madre para estar entre rejas.

    ¿Serán Jamie y Alex capaces de superar el mayor escollo que se han encontrado en su matrimonio? ¿O el peso del pasado reciente acabará por romperlos?

    Contenido

    Serie: Manejando a los Jefes

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    Multimillonario en Acción – Sinopsis

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Capítulo 16

    Capítulo 17

    Capítulo 18

    Capítulo 19

    Capítulo 20

    Capítulo 21

    Capítulo 22

    Capítulo 23

    Capítulo 24

    Capítulo 25

    Capítulo 26

    La Historia de Mark

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    Capítulo 1

    ––––––––

    Todo parecía estar en suspenso y Alex luchaba por mantener la calma. Los dos últimos días habían sido duros para él: con la ausencia de Markie había dado un paso adelante y había tratado de actuar como el hombre de la casa, fuerte, el que se mantenía firme mientras Jamie se desmoronaba.

    ¿Cómo podría haber sido de otra manera? Ella lo necesitaba. Y él no mostraría sus emociones, de todos modos. Era un hombre de verdad, duro, y toda esa mierda. Alex se burló interiormente de la idea.

    Además, si los dos se hubieran derrumbado, habrían estado en un espacio terrible. Alex siempre podía tomarse el tiempo necesario para afrontarlo todo más tarde, ahora que Markie había vuelto y sabía que su hijo estaba fuera de peligro y que Jamie volvería a estar bien.

    Pero él también estaba a punto de quebrarse. No sabía cuánto tiempo más iba a ser capaz de mantener un rostro serio y actuar como si tuviera todo el asunto cubierto. El secuestro de Markie le había afectado más que cualquier otra cosa por la que hubiera pasado antes.

    Su empresa había pasado por dificultades, había tenido dramas familiares, siempre había algo en la vida que salía mal. Pero nada había estado tan cerca de él como el secuestro de Markie.

    Era algo personal, y dolía bastante.

    Y Alex no estaba de humor para perdonar. Incluso si sabía que estaba culpando a las personas equivocadas. Había superado el punto de simpatía y comprensión, y si no hubiera tenido tanto autocontrol, habría perdido la cabeza desde hacía tiempo. Era un milagro que fuera tan civilizado en este momento.

    Incluso los hombres hechos de acero, como Alex, tenían un punto de ruptura.

    Alex odiaba las comisarías de policía por lo general. Eran lugares de oscuridad y desesperación. Nadie iba nunca a una comisaría por una razón positiva, y aunque estuvieran ahí por Markie, aunque tuviera a su hijo de vuelta, Alex seguía sintiendo que las paredes se cerraban sobre él, que los agentes eran portadores de malas noticias y que algo más iba a salir mal.

    El mero hecho de estar en la comisaría le ponía nervioso. Le irritaba el constante timbre de los teléfonos, el parloteo de los agentes, las quejas de los delincuentes mientras esperaban a ser fichados. Se sentía acalorado, sudando, aunque todavía no hacía tanto calor. Quería salir de la comisaría y volver a casa.

    Pero tenía que averiguar lo que había sucedido y debía asegurarse de que algo así no volviera a suceder.

    Y por eso, no quería irse todavía, no hasta tener todas las respuestas. Christine había estado muy callada desde que llegaron. Por supuesto, interrogarla de inmediato habría sido injusto. Jamie y Alex habían necesitado asegurarse de que Markie estaba a salvo, tocarlo, asegurarse de que era real.

    Tenían que asegurarse de que aquella maldita pesadilla había terminado.

    Él todavía tenía a Markie en los brazos y no lo soltaba. Jamie ya se había ofrecido dos veces a cargarlo de nuevo, pero Alex no se lo entregó. No había sido capaz de mantener a Markie a salvo cuando se habían llevado a su hijo, y ahora no dejaría que le pasara nada, nunca más. El no poder encontrar a Markie, el no saber quién se había llevado a Markie hasta ahora, le había hecho sentir impotente como protector de la casa.

    Era su trabajo mantener a su familia a salvo, y Alex sentía que había fracasado. Especialmente cuando Jamie le había dicho que debían salir a buscar a Markie, o cuando había sugerido que contrataran a un detective privado. Había sido él quien le había dicho que debían esperar a que la policía hiciera su trabajo, pero lo único que había deseado era salir corriendo a la calle gritando también el nombre de su hijo.

    Decirle a Jamie que no saliera a buscar a su hijo le había dolido a Alex más de lo que podía imaginar.

    Ahora, sin embargo, se preguntaba si tal vez había fallado también en eso. Había tomado la decisión equivocada. Si hubiera contratado a un detective privado podría haber investigado a la familia de Jamie un poco más de cerca, habría encontrado a su hijo antes, pero lo hecho, hecho estaba. Y acusar a la madre y a la hermana de Jamie de estar locas ya había causado más que suficientes problemas.

    Por supuesto, Alex sabía que no podía culparse a sí mismo por la desaparición de Markie más de lo que podía culpar a Christine cuando, obviamente, había sido ella la que había traído a Markie de vuelta. Pero eso no cambiaba lo que sentía, y en ese momento, había tenido sentido.

    Dime qué está pasando, Christine, exigió Alex, luchando por mantener la compostura.

    Aunque Christine había sido la que había traído de vuelta a Markie, aparentemente la heroína, Alex sospechaba de sus motivos. No tenía ni idea de si podía confiar en ella; últimamente estaba fuera de control, era una mujer a la que ya no conocía.

    Christine pareció confundida y sorprendida al mismo tiempo, abrió la boca para responder, pero no tuvo la oportunidad. Paul llegó, irrumpiendo en la puerta y dirigiéndose a Christine. Sin duda, se sintió aliviado al verla ilesa. No había tenido noticias de ella hasta hacía poco.

    Ninguno de ellos las había tenido. Lo que aumentó las sospechas de Alex.

    Alex observó cómo Paul se apresuraba a cruzar la habitación hacia Christine. Ella se volvió para mirar a su marido, con una expresión ilegible, pero a Paul no le importó y no le pidió explicaciones. Se limitó a atraer a su mujer contra él, enterrando su cara en su cabello y dejando escapar un estremecedor aliento.

    Me alegro mucho de que estés a salvo, dijo.

    Como si la seguridad de Christine hubiera sido la cuestión aquí.

    Aunque Alex quería respuestas, esperó un momento a que la pareja se reuniera. Sabía que Paul había estado preocupado por Christine y su paradero; había esperado demasiado tiempo para hacerle saber que estaba a salvo. Y Alex se sentía mal por cómo se habían separado él y Paul. Al menos les daría este momento antes de presionar para obtener respuestas.

    Pero no iba a dejar pasar esto. Tenia preguntas y necesitaba saber que era lo que había pasado.

    Jamie le llamó la atención y parecía emocionada. La tensión que los rodeaba era densa a pesar de su felicidad y alivio por tener a Markie de vuelta. Se habían dicho muchas cosas y de ninguna manera se habían aclarado de nuevo. Pero eso llegaría con el tiempo, Alex estaba seguro de ello.

    Cuando Paul y Christine rompieron por fin el abrazo, Alex respiró hondo y volvió a intentarlo.

    Christine, dijo con una voz que no era tan aguda como antes, ¿qué ocurrió? ¿Por qué estás en la estación? ¿Por qué tenías a Markie?.

    Lo único que quería era que Christine le contara lo qué había pasado y cómo había encontrado a su hijo. Necesitaba saberlo.

    De nuevo pareció que Christine quizo decirle algo a Alex, pero Paul la acercó a él, protegiéndola un poco con su cuerpo y mirando a Alex.

    ¿No te basta con que Christine obviamente no haya tenido nada que ver con la desaparición de Markie? preguntó Paul. ¿Estás empeñado en culparla a ella?.

    Sólo quiero saber qué está pasando, dijo Alex.

    Paul apretó los dientes, obligándose a mantener la calma. Tenía toda la razón para estar enfadado, aunque Alex se sentía justificado por lo que le había dicho al hombre, impulsado por su necesidad de proteger a su familia. Tal vez lo había dicho de forma equivocada, pero seguía creyendo que no había sido tan descabellado.

    Esto es lo que está pasando, dijo Paul. Christine no está esposada. Eso es todo lo que necesitas saber. Deja a mi mujer en paz.

    Christine pareció sorprendida y se volvió hacia Paul, apretando su mano contra su pecho.

    Cariño, Alex y Jamie acaban de pasar por una prueba muy traumática. Su voz era tranquila, y trató de romper la tensión, pero Paul no estaba dispuesto a ello.

    ¿Sabes que Alex pensó que fuiste tú quien se llevó a Markie? le preguntó Paul.

    Christine asintió. Jamie me dijo que Alex me acusó. Pero lo entiendo, Paul. Deben haber estado frenéticos por Markie. Todo el mundo actúa de forma diferente en situaciones difíciles y esta era de lo más difícil.

    Paul soltó una carcajada sarcástica. Esto es ridículo. No puedo creer que los defiendas. Alex no se lo merece de tu parte. No después de lo que hizo.

    Volvió a mirar a Alex con disgusto, y éste hizo malabarismos con Markie de un lado al otro. Como si su hijo pudiera sentir la tensión, Markie empezó a gemir y a quejarse. Jamie le tendió los brazos y Alex finalmente se lo devolvió. Ella emitió sonidos de arrullo, hablándole suavemente, y Alex volvió a centrar su atención en Christine y Paul.

    Por supuesto, Alex entendía perfectamente por qué Paul estaba tan molesto. Si la situación hubiera sido al revés, Alex también habría estado furioso. Y tal vez culpar a Christine no había sido la mejor jugada, sobre todo porque ella había sido la que les había devuelto a Markie. Pero las acciones de ella en las últimas dos semanas habían sido cuestionables: había vuelto cada vez más a las viejas costumbres, siendo insultante, reservada y francamente molesta.

    Y, teniendo en cuenta el pasado que tenían Christine y Jamie, considerando lo loca que estaba la familia de Jamie, la acusación no había sido del todo infundada.

    Alex no iba a admitir que también había una pizca de orgullo en la mezcla. Cuando Paul se había enfrentado a él en su propia sala de estar, acusándole de haber iniciado los rumores de que Christine se había llevado a Markie -cuando Alex no tenía ni idea de cómo habían empezado a circular los rumores en primer lugar-, Alex no había estado dispuesto a aceptarlo. Ya tenía las manos llenas con la desaparición de su hijo.

    Tal vez había dicho algo de lo que se arrepentía, pero maldita sea si iba a admitir ahora mismo que se había equivocado cuando, para variar, todo iba bien. Tal vez estuviera mal por su parte -disculparse solía ser la única salida-, pero Alex no estaba dispuesto a arrastrarse.

    Alex tenía que admitir que podía estar muy equivocado con respecto a Christine. Ahora que Paul estaba tan enfadado con él, Christine intentaba disuadirle de su enfado. Era obvio que, aunque había pasado por una época difícil -una época que Paul les había hecho saber que podría haberse debido a problemas de infertilidad-, estaba claro que Christine ya no era la persona que solía ser.

    De hecho, estaba lejos de serlo.

    Ella no estaba tan desquiciada como Alex creía que estaba, como él la había acusado de estar. Darse cuenta de ello le hizo sentirse aún más culpable. Por un momento, Alex pensó en disculparse y retractarse de todo lo que había dicho sobre ella. Pero Paul intervino antes de que Alex tuviera la oportunidad.

    Te llamó loca, le dijo Paul a Christine. Sus ojos eran ardientes, y estaba más alterado de lo que solía estar, impulsado por la ira. Dijo que no le extrañaría que te hubieras llevado a Markie sólo para hacer daño a Jamie.

    Christine frunció el ceño hacia Paul

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