GIGANTES
Enrique Urbizu es uno de nuestros mejores directores, y seguramente también de nuestros mejores guionistas. De su talento nos han llegado películas como Todo por la pasta, La caja 507, La vida mancha o la sensacional No habrá paz para los malvados. Además, Gigantes no es su primera experiencia televisiva, porque también ha dirigido en series como Pepe Carvalho o la muy denostada Las aventuras del capitán Alatriste, que solo por la presencia de Urbizu merece la pena que le demos una segunda oportunidad. Era mejor de lo que nos hicieron creer. Con Gigantes, Urbizu vuelve a trabajar con su principal colaborador, el guionista Michel Gaztambide. De hecho, si noaño. Dentro o fuera de nuestras fronteras. Sí, incluso superior a la magistral El día de mañana de Mariano Barroso. Lo que Urbizu ha conseguido es un relato fascinante de una compleja familia criminal en Madrid, con redes que se extienden por todo el país, incluso por el extranjero. Pero si algunos piensan en una familia criminal como Los Soprano, se están confundiendo y mucho. Los Guerrero son una familia dura, seca, poco dada a las extravagancias, regentada con mano de hierro, donde todo es tan árido como la forma en que el patriarca, Abraham (José Coronado) trata a sus hijos. Una serie maravillosamente escrita e interpretada, por no hablar de sus prodigiosos guiones, donde se pueden oír frases como “las gracias se dan una vez, es educación; dos veces es ser gilipollas” o “30 años juntos, Lobo. Por mis muertos que no quiero enterrarte. Ni a tu niño tampoco”. Frases que definen perfectamente a unos personajes fantásticamente perfilados. Y que nos recuerdan, o al menos a mí así me lo parecieron, a algunas de las mejores frases de esa otra gran serie que es Ray Donovan. No es una mala comparación, porque la serie tiene más en común de lo que parece. Tres hermanos ligados al mundo del crimen de una u otra forma, con más traumas de los que quieren admitir o asumir, familias disfuncionales y un intento por mejorar, por olvidar ese pasado, y un padre déspota, violento, que lidera la familia como si fuesen vasallos. Y con el boxeo también como parte de la trama.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos