The Inbetween
eguramente, muchos diréis que lo que tiene que ofrecer ya lo conocéis, que lo habéis visto en otras series y que no os interesa. Y, en cierta medida, tenéis razón. El punto de partida es algo que, en principio, ya conocemos. Especialmente por producciones como o . De hecho, puede parecer que es un cruce entre ambas, la verdad. Pero al mismo tiempo estaríamos siendo muy injustos y, sobre todo, estaríamos perdiéndonos un producto que, con la intención de entretener en cada episodio presentando un caso único y muchas veces macabro, al mismo tiempo ofrece claves que. Pero sin salirse nunca del puro entretenimiento del que muchas veces nos olvidamos. La serie viene de la mano de Moira Kirkland, una guionista que debutó en y que ha pasado por series como , , y, sobre todo, , y . Esta última era una fallida serie con Matthew Fox sobre un expolicía convertido en detective privado, que tras una experiencia cercana a la muerte era capaz de comunicarse con los muertos. Como podemos ver, la carrera de Kirkland ha estado muy ligada a este género, por lo que podemos decir de ella que es una experta. Y es capaz de mostrarnos una nueva versión, un nuevo giro en una narrativa conocida. No es sencillo, creedme, y yo también era reticente al principio, pero me convenció desde el primer episodio y ahora os diré por qué. No, no se trata de una de las mejores del año, no la veremos en los premios y eso no está mal. No hay nada malo en ello. Ese no es su objetivo. quiere intrigarnos, asustarnos, entretenernos y que nos preguntemos más sobre Cassie, su don y sus fantasmas. Porque mucho de lo que rodea a la protagonista no es precisamente una celebración. Pese a su familia, que la adora. Pese a lo que puede llegar a hacer por la gente. Pese a todo ello, la vida de Cassie es muchísimo más complicada de lo que pensamos. Y lo descubrimos desde el primer momento de la serie.
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