Acerca del Amor: Serie Quasi

Por Lexy Timms

Tras perder su fortuna y a su prometido al mismo tiempo Kallie Margolis, la una vez dueña de un lucrativo negocio, desaparece de la alta sociedad. Necesita convertirse en algo — o alguien — humilde. Es contratada como mesera en un bar llamado Darkness. Se encuentra en una parte peligrosa de la ciudad, popularmente conocida por su población ruso-americana.

Traicionada y humillada por su prometido quien utilizó su negocio como fachada para un servicio de acompañantes, Kallie quiere mantener su mundo pequeño y simple. Inesperadamente, su nueva vida involucra al erótico, misterioso e increíblemente encantador Sasha Petrov. Sasha es demasiado atractivo para ponerlo en palabras. La vida de Kallie se vuelve apasionada, intensa, erótica y emocionante — pero completamente alejada de lo simple.

Aunque muchas señales le indican que Sasha está jugando sucio, Kallie decide que sería una tonta si se negara al placer que él le brinda. Su aventura se convierte en algo parecido un cuento de hadas y Kallie comienza a creer que Sasha es el amor que ella se merece después de todas las dificultades por las que ha pasado. Él la envuelve en opulencia y atiende cada una de sus necesidades como nadie jamás lo ha hecho. Cuando el pasado de Kallie inesperadamente vuelve a ella, se da cuenta de que tan pequeño es realmente el mundo.

¿Podrá un inesperado descubrimiento romper el corazón de Kallie definitivamente? O ¿Sasha se convertirá en el chico malo que se ha impuesto ser?

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 22 ago 2018
• ISBN: 9781547537716

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Copyright 2017 by Lexy Timms

Cover by: Book Cover by Design

Photographer: Dave Kelley

Models: Lance Jones &

Jami Watts

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Descripción de Acerca del Amor:

Tras perder su fortuna y a su prometido al mismo tiempo Kallie Margolis, la una vez dueña de un lucrativo negocio, desaparece de la alta sociedad. Necesita convertirse en algo — o alguien — humilde. Es contratada como mesera en un bar llamado Darkness. Se encuentra en una parte peligrosa de la ciudad, popularmente conocida por su población ruso-americana.

Traicionada y humillada por su prometido quien utilizó su negocio como fachada para un servicio de acompañantes, Kallie quiere mantener su mundo pequeño y simple. Inesperadamente, su nueva vida involucra al erótico, misterioso e increíblemente encantador Sasha Petrov. Sasha es demasiado atractivo para ponerlo en palabras. La vida de Kallie se vuelve apasionada, intensa, erótica y emocionante — pero completamente alejada de lo simple.

Aunque muchas señales le indican que Sasha está jugando sucio, Kallie decide que sería una tonta si se negara al placer que él le brinda. Su aventura se convierte en algo parecido un cuento de hadas y Kallie comienza a creer que Sasha es el amor que ella se merece después de todas las dificultades por las que ha pasado. Él la envuelve en opulencia y atiende cada una de sus necesidades como nadie jamás lo ha hecho. Cuando el pasado de Kallie inesperadamente vuelve a ella, se da cuenta de que tan pequeño es realmente el mundo.

¿Podrá un inesperado descubrimiento romper el corazón de Kallie definitivamente? O ¿Sasha se convertirá en el anti-héroe que se ha impuesto ser?

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Series Acerca de

Acerca del Amor

Libro 1

Acerca de la Verdad

Libro 2

Acerca Del Para Siempre

Libro 3

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Contenido

Descripción de Acerca del Amor:

Series Acerca de

Encuentra a Lexy Timms:

Capítulo Uno

Capítulo Dos

Capítulo Tres

Capítulo Cuatro

Capítulo Cinco

Capítulo Seis

Capítulo Siete

Capítulo Ocho

Capítulo Nueve

Capítulo Diez

Capítulo Once

Capítulo Doce

Capítulo Trece

Capítulo Catorce

Capítulo Quince

Capítulo Dieciseis

Capítulo Diescisiete

Acerca de la Verdad, Libro #2 Series Acerca de

Acerca Del Por Siempre, Libro # 3 Series Acerca de

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BONUS EXTRACTO – DESCONOCIDO por Lexy Timms

Descripción

Desconocido - Capítulo 1

Desconocido Capítulo 2

Desconocido Capítulo 3

Desconocido Capítulo 4

Más por Lexy Timms:

Capítulo Uno

Kallie Margolis había sido directora ejecutiva de su propio y muy exitoso negocio —en su antigua vida.

Era lo que estaba pensando mientras, nerviosa, acomodaba los vasos detrás del mostrador en un bar llamado Darkness-Temnota.

Sal, el barman, lavaba los vasos vacíos y se los daba.

– ¿Confías en mí? – ella preguntó con una nueva perspectiva de la tarea.

– No es ninguna ciencia espacial, dulzura – respondió Sal. – Sólo apílalos. Y la coleta es linda y todo, pero te va a estorbar.

Sin estar a cargo de nada — difícilmente de su propia vida — Kallie se hizo una mesera de cocteles. Sal le explicó que apilar vasos era como todos empezaban, para que pudieran aprender los diferentes tipos. Ella se sintió más como Cenicienta, usando su elegante y llamativo bustier que el bar le exigía que usara, actuando como ayudante del barman.

No estaba segura de lo que la había llevado hasta el fondo como para solicitar este trabajo en particular, excepto por la necesidad y la tristeza. Sabía que había entrado en una vieja, viciada parte de la ciudad, pero el lugar se veía genial. El vecindario parecía más urbano que suburbano y el lugar, en su mayoría bajo tierra cómo un bunker, había estado ahí desde siempre, así que pensó que se sentiría segura, se veía antiguo como algo salido de los años cincuenta, pero bien cuidado.

Aunque Sal tenía razón sobre el cabello. Le estorbó inmediatamente, pero ella no tenía idea de qué hacer con él. Los casi platinados mechones eran completamente lacios. Lo usaba largo con partido en medio porque era prácticamente todo lo que podía hacer con él. No mantenían ningún tipo de rizo. El reglamento de salud pública requería que se lo recogiera. La coleta era lo único que se le había ocurrido. Era demasiado largo para un chongo, por lo menos los que podían estilizar sin mucho esfuerzo, y no tenía las cosas necesarias para hacerlo en este momento. Tendría que trabajar en ello. Los vasos grandes en la repisa inferior, los delgados justo encima, los de shot van allá...

Ella estaba de cara a la pared, dando demasiadas vueltas a su frágil tarea, cuando sintió el inconfundible cambio de energía. Alguien entró al bar y un estremecimiento recorrió su columna vertebral. Escuchó los pesados pasos y luego el saludo de Sal.

– Oye, Sasha. Buenas tardes a usted, señor –

Kallie escuchó atentamente por la respuesta. A ella le gustaba el nombre, todos en esta parte de la ciudad tenían nombres como Niko, Dmitry o Alex; ahora Sal y Sasha. Buscó dar un vistazo en el espejo, encontrando inmediatamente un par de penetrantes ojos cobalto que descendieron, claramente analizándola. Trató de lucir tranquila mientras temblaba por dentro, pero algo acerca del intensamente apuesto hombre cuyos ojos la recorrían de arriba a abajo le dijo que no podría ocultarle nada de lo que a él le interesara.

Entonces pudo notar su reacción física en respuesta a él, en su propio reflejo en el espejo. Seguramente, por el aspecto de su cara, él podía ver lo que había en su interior también. Ella no estaba avergonzada, no era posible que fuera la primera vez que este hombre hiciera estremecer el cuerpo entero de una mujer. Seguramente estará acostumbrado. Si este tipo era un cliente frecuente, trabajar en el bar. Él era sensualidad andante. El solo hecho de verlo había removido cosas dentro de Kallie que pensaba que no podrían revivir. Después de toda la mierda que dejó con su excompañero de negocios y de vida, no pensó que en algún futuro cercano le fuera a interesar algún hombre. 

Este tipo le había dado algo en qué pensar, aún si no lo volvía a ver. Tal vez era alguien que sólo pasaba por ahí ocasionalmente. Un grande, musculoso hombre, hecho cómo si hubiera sido tallado de una montaña,

Con la expresión de un cazador, el apuesto Sasha, de nuevo, pasó su intensa mirada de abajo hacia arriba a lo largo de su cuerpo, su ardiente expresión imperturbable.

El hombre ni siquiera la había tocado o dicho palabra alguna, aun así, había acelerado su corazón. Este tipo de efectos serían una buena medicina para ella tras alejarse de todo hacia una vida insípida.

Sasha negó y se alejó de la barra – Sal ¿puedo hablar contigo un momento? –

A Kallie le gustó su voz. Tenía un timbre resonante, profundo y poderoso; su ligero acento ruso añadía le añadía un ronroneo y su sola voz produjo un cosquilleo en su piel. Su ex-prometido, Jeremy Corcoran, tenía una horrible voz. A pesar de todo había sido un hombre maravilloso, y cabía en sus planes tan bien, pero cuando arruinó todo lo que ella tenía, el hecho de que tuviera una voz de la que la gente podía burlarse le hizo resentirlo todavía más. Este Sasha, sin embargo, era agradable a la vista y dulce al escucharlo, tenía que haber una trampa; ningún hombre podía ser tan perfecto. Él no atraía ninguna mirada estúpida, tal vez eso era.

– Claro, Sasha, claro – Sal respondió ansiosamente.

– En la cocina – Sasha indicó.

Algo estaba mal, Kallie pudo sentirlo. Quienquiera que fuera este Sasha, tenía un problema, posiblemente con ella.

Agitó su cabeza. Tal vez estaba siendo paranoica por el estrés de las últimas semanas, en las que su vida se había vuelto de cabeza. Tal vez sólo estaba súper sensible. Había dirigido un enorme negocio y ahora se sentía insegura acomodando vasos. No sabía exactamente que podría estar mal aquí, pero había algo; podía sentirlo.

Sexy Sasha parecía tener una  mirada de conocedor y la había estudiado, luego quiso hablar con Sal.

Algo no cuadraba

¿Barrio bajo de la ciudad? ¿Negocios sucios? O tal vez pensó que ella era una cualquiera, o problemática.

El vaso que estaba tratando de acomodar se le resbaló. Afortunadamente, no se rompió al aterrizar en el tapete de goma en el que estaba parada. Bueno que no lo rompiera, no necesitaba un trabajo que comenzara en un hoyo. Cuando Kallie se agachó tras el mostrador para recogerlo, escuchó las puertas abrirse y azotarse con un estruendo.

Se quedó helada al momento, sorprendida por el ruido repentino.

Un segundo después alguien entró al bar y abrió fuego.

Las balas volaron e instantáneamente el vidrio se rompía y caía a su alrededor.

Su mente se quedó en blanco. Ella miró arriba y vio más vidrio caer. Estaba bastante segura de haber dicho – ¡Oh mierda! – pero ningún sonido había salido de su boca, o si lo hubo, la sangre que retumbaba en sus oídos lo bloqueó. Esto no es real. Esto no está pasando.

Mientras el rugido de un arma distinta abrió fuego de nuevo, se encogió. Falsa alarma. No hay ningún tirador  o más malditos tiradores en el bar. No estoy en peligro. Metió la cabeza entre sus manos tratando de hacerse pequeña. No había una maldita manera de que su mente le estuviera jugando una mala pasada. Alguien estaba disparando ¡y tenía un maldito montón de balas!

Recordó el momento en el que pisó ese lugar la primera vez, y pensó que tal vez, podría deshacer esa elección. Mirando a lo que cruzó su cabeza en ese momento de auto-desprecio, una risa maniática hizo eco en su cabeza mientras trataba de permanecer fuera de la vista hasta que los tiradores se fueran.

––––––––

Las puertas de la cocina se abrieron de un vengativo golpe. Alguien devolvía los disparos

Kallie jaló los botes de basura de debajo de las estanterías y caminó en cuclillas hasta ocupar ese espacio. Mientras se contorsionaba para entrar en ese hueco tan apretada como una pelota, sus pechos se deslizaron sobre del bustier que usaba por ser una mesera y salieron. Jaló el bustier hacia arriba, pero debió cambiar su peso porque sus rodillas palpitaban de dolor por la actual posición. Estaba aterrada de que se volvieran a salir.

Balas y disparos hacían eco al ir y venir y ella trató de proteger sus oídos de aquel sonido. Se sentía como si no fuera a terminar nunca. Como si a las armas jamás se les fueran a terminar las municiones. Kallie se metió más al fondo y oró para que no le dieran.

Finalmente el bar quedó en silencio.

Kallie se desplomó en su escondite, jugando a la zarigüeya hasta estar completamente segura de que era seguro salir. Dejó salir un suspiro cuando escuchó a Sasha gritar.

Él y Sal estaban gritando instrucciones apresuradas – Llama un Uber y envíalos al hospital – Decía Sasha autoritariamente – Limpiemos esto.

De verdad se veía terriblemente tranquilo acerca del hecho que dos tipos acababan de ser heridos de bala. Kallie tomó eso como una esperanzadora señal de que no estaban heridos de gravedad, aunque hayan irrumpido en el bar y le dieran un susto de muerte.

Sasha habló con esa profunda, rica y sexy voz tan suya, y si Kallie hubiera estado sentada a su lado en el bar en lugar de escondida debajo de él, le gustaría que le invitara un trago.

– Oye – Él habló suavemente

Kallie permaneció encogida, sin saber si era seguro que saliera de su escondite. No tenía idea de que le hablara a ella.

– Tu, damita bonita – él dijo y ella supo que le estaba hablando a ella ahora. – Ya puedes salir

No pudo haberse movido aunque quisiera. Si mente parecía estar trabajando pero su cuerpo no. Ella estaba paralizada de miedo. Trató de inhalar aire y relajarse. No ayudó. Lo sintió sobre ella.

La levantó en brazos desde atrás de la barra, tan fácil con su ridícula fuerza que parecía como si la hubiera levantado un roble, si eso fuera posible – Está bien – le aseguró gentilmente.

Ella continuaba con los ojos fuertemente cerrados, los abría rápidamente y los volvía a cerrar jadeando por aire. Su garganta se sentía cerrada y seca.

Él se inclinó contra la barra, sosteniéndola con un brazo tratando de alcanzar con el otro, una botella de la cava. Quitó el corcho con el pulgar y le ofreció la botella. –Toma – le dijo – Bebe.

Kallie tomó la botella sin dudar y tragó. Delicioso. Sabía a limón.

Él la detuvo inmediatamente.  – Tranquila – la amonestó para luego reír con suavidad.

– ¿Están muertos? – Estaba demasiado asustada para mirar alrededor.

– ¿Muertos? – el preguntó, a pesar de ser una pregunta tonta.

– ¿Ya se fueron? – tartamudeó

– ¿Ves a alguien más aquí, además de nosotros?

Por el rabillo del ojo, vio in camino de sangre en el piso. En el momento perfecto, el lavaplatos pasó una cubeta y trapeador comenzando a limpiar.

– ¿No de veríamos llamar a la policía? – Cuidadosamente miraba alrededor, preguntándose si podía escucharla. Su voz sonaba baja incluso para ella.

Sasha chasqueo la lengua – ¿Para qué necesitamos a la policía? Estamos bien. ¿Estás bien? – preguntó condescendiente bajándola de su regazo.

Estaba cambiando el tema hacia ella. Muy manipulador, muy suavemente. Había hombres en el mundo que eran muy buenos en esto, y parecía que Sasha era uno de ellos. Este lugar era peligroso. Entre la policía que obviamente vino y los dueños del lugar, ella sabía lo que le convenía. Si fuera lista, iría por sus cosas y renunciaría en su primer día. Pero lo dudó, queriendo qué el la hechizara aún más. Él era tan atractivo, con un magnetismo tan increíble, que había sido capaz de borrar que la habría aterrado de por vida. Ella pasaría por eso de nuevo si él la sostenía de ese modo otra vez.

Idiota.

Ella casualmente jaló el dobladillo de su falda que se había subido durante el caos y que no había notado. Su rostro ardió con un intenso sonrojo. Con indiferencia tomó el bustier acomodando sus rebeldes pechos dentro del mismo. Juraría que lo escuchó sofocar una risita con una tos falsa, no tenía el valor de mira a Sasha a la cara, pero estaba segura de que lo había visto – Estoy bien – dijo finalmente tratando de romper el largo silencio que se había formado entre la pregunta de él y la respuesta de ella.

– ¿Ya comiste? – Le