Piel: Parte Catorce: Piel

Por Sky Corgan

"Estoy enamorada de uno de los peores hombres de los que podría estar enamorada, y siento que no puedo hacer nada al respecto".

La negativa de Lucian a abandonar Piel hace que Amy continúe cuestionando su relación. Compartirlo no será fácil, y ella no sabe si tiene la capacidad de hacerlo.

La presión está en el trabajo cuando el jefe de Amy comienza a cansarse de que Lucian arrastre sus pies en su proyecto de diseño de interiores. Se siente como si Amy volviera al principio, donde complacer a Lucian era crucial para asegurarse de que su carrera sea segura.

Nivel de calor: suave

Esta es la decimocuarta entrega de una serie de episodios.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 6 abr 2019
• ISBN: 9781386062837

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CAPÍTULO UNO

―¿Puedo preguntarte algo? ―Ha tomado todo en mí ser lo suficientemente paciente como para que Janice suelte su bolso. El cansancio está grabado en su cara después de una larga noche de trabajo. No parece que quiera hablar, pero es la única que creo que podría entender cómo se siente Lucian.

Debería contentarme con el hecho de que él me llamó esta tarde. Solo hablamos brevemente por teléfono, pero hacía una gran diferencia en lo que siento por nuestra relación. Él estaba haciendo todo lo posible para demostrar que le importaba, que no era solo una aventura con él. Aun así, el hecho de que no deja Piel me está mordiendo como un animal salvaje impredecible que podría desgarrarme en cualquier momento.

Estoy haciendo todo lo posible por aceptar que él necesita Piel, pero la mujer que hay en mí simplemente no quiere permitirlo. A pesar de que lo quiero, nunca quise esta relación distorsionada. Sabiendo que toca a otras mujeres, que las ve desnudas, me hace sentir mal el estómago. Además, mi mente sigue dando vueltas a nuestra escena. Puso sus manos sobre mí de una manera muy sexual, incluso cuando me estaba dando el tratamiento de Piel. ¿Eso significa que él las toca de la misma manera? Si lo hace, es tanto como engañar.

―Estoy cansada, Amy. ―Janice arruga la frente.

―Trataré de no ocupar demasiado de tu tiempo. ―Le doy una mirada suplicante. Si no discuto esto con ella, probablemente no dormiré toda la noche.

―¿Estás segura de que no puedes esperar hasta mañana? ―Se sienta en el sofá a mi lado y comienza a quitarse sus zapatillas de deporte blancas y rosadas.

―Las cosas están mejorando con Lucian ―comienzo, ignorando su obvio agotamiento.

―Eso es bueno ―responde ella distraídamente―. ¿Pero?

―Pero se niega a dejar de trabajar en Piel.

Janice suspira, sus hombros caídos. Puedo ver la tensión aumentando en los músculos de su mandíbula. Ella respira hondo, aspirando las palabras potencialmente hirientes.

―Desearía que lo superaras.

―Una parte de mí entiende por qué él no quiere parar. Hicimos una escena juntos y... ―Busco palabras para explicar cosas―. No puedo darle lo que necesita.

―Por supuesto que no puedes. No eres sumisa. —Se quita los calcetines con movimientos bruscos.

―Eso no es lo que quise decir.

―¿Qué quieres decir entonces? ―Ella se recuesta en el sofá, cerrando los ojos y moviendo los dedos de los pies.

―No creo que me moleste tanto que quiera seguir trabajando en Piel como que no confío en él. Quiero decir, le da la oportunidad perfecta para engañarme. No sé cómo se ven las otras mujeres que entran allí. ¿Qué pasa si él no puede detenerse y hace algo con una de ellos? ―El solo pensamiento hace que mi