“Me veo a mi mismo(a), veo lo qué me ha pasado, lo que he hecho, y pienso que soy un desastre, la verdad es esa, todo me sale mal. ¡De verdad, yo trato, pero siento que al final todo lo arruino. He llegado a un punto en el que me cuesta creer en mí, siento que no importa lo qué haga, siempre va salir algo mal”. ¡Que duro! Escuchar a Sofía hablar de sí misma de esta forma. Creo que en algún punto todos somos como ella, pues cuando una o varias cosas, nos salen mal, la tendencia a culparnos por todo nos gana terreno. La verdad, es que es real, en la vida nos saldrán muchas cosas mal: Conocemos a una persona, pero por diversas razones no manejamos nuestras emociones, creamos problemas sin sentido y esta persona nos dice “mira simplemente no puedo con vos”. Estudiamos mucho, sentimos que nos hemos preparado bien, pero el día antes del examen, nos atrapa una serie de televisión, vemos 7 capítulos, dormimos mal, llegamos a esa prueba, agotados, y el resultado es desastroso. Un amigo se te acerca, tienen un tema de conversación, de un momento a otro, el tema te molesta, te lo tomás personal, lo interpretás desde la defensividad, aquella conversación termina en una discusión, y cuando estás en calma, te das cuenta que no era para tanto, pero ya esta hecho, hablaste demás, fuiste ofensivo, tu amigo esta distante. Así muchas cosas en la vida, que nos van a atrapar en la duda, el miedo, la tristeza, la contradicción, y mucho más, y como se nos han juntado varias cosas en ese momento de la vida, te decís a vos mismo(a): Siento que todo es mi culpa ¡Al final siempre lo arruino! ¿Te vas a quedar con esa interpretación? Esto es delicado, no vas a avanzar, no vas a resolver el tema, pues estas partiendo de que “no podés hacer nada, pues todo lo arruinas”. Estos momentos, no son solo para quedarnos con esto, estamos llamados a la revisión, a la recuperación de la confianza y la transformación personal. Este camino es tuyo. Sí lo vos podés hacerlo, el cómo, bueno en este episodio te doy algunas herramientas, tips e ideas para transformar tu forma de pensar, sentir y leer la realidad, con el objetivo que dejés las cargas emocionales que te hacen sentir culpa y podás retomar el control de tu vida.