La vida nos pondrá de frente muchos retos, en algunos de ellos sabremos qué hacer, cómo hacer, de forma tal que podamos sentirnos orgullosos(as) de nosotros(as) mismas a muchos niveles. Es en estos momentos donde miraremos hacia atrás y nos quedara una bella sensación, pues todos nuestros esfuerzos llegaron a un final feliz. No obstante, la vida no solo tiene momentos bellos, llegarán a nuestra vida momentos, situaciones en las que nos vamos a sentir perdidos(as), desorientados(as), abrumados(as), porque no sabremos qué hacer. Es ahí, cuando tenemos que reconocer que nuestro valor no se deriva de solo los momentos bellos, pues sentirnos valiosos(as), solo a partir del éxito, es una visión parcial de todo nuestro potencial. ¡Cuando todo sale mal! Se requiere reconocer que esto no tiene que ver con tu valor, sino con hechos de la vida, que de una u otra forma, van estar ahí, como experiencias para aprender a ver la vida desde muchos ángulos, por ejemplo:  Humildad, para reconocer nuestra impotencia. Apertura, para pedir ayuda. Dejr el ego, que nos hace meter cabeza sin saber qué hacer. Libertad afectiva para poder decir “no puedo”, necesito una mano amiga. En fin la vida nos dará muchas oportunidades de crecimiento, y todas suman a nuestro valor, a nuestra autoestima si vemos esto como momentos que vienen a moldear nuestro carácter para fortalecer nuestra visión de vida