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Dioses Divinos Espaciales 3: Dioses Divinos Espaciales, #3
Dioses Divinos Espaciales 3: Dioses Divinos Espaciales, #3
Dioses Divinos Espaciales 3: Dioses Divinos Espaciales, #3
Libro electrónico168 páginas1 hora

Dioses Divinos Espaciales 3: Dioses Divinos Espaciales, #3

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Cuando el Plan Divino es estúpido, el futuro de la humanidad está en juego.

Debido a un desafortunado error de calendario, el Plan Divino sufrió un pequeño traspie. En lugar de dar a luz a La Elegida, la Rebelde Marciana Keila Eisenstein libera a la Malvada Demonio Espacial Rangda Kaliankan y a su ejercito de canibales Xeno sobre la humanidad. 

“Afortunadamente” la Verdadera Creadora, la deidad suprema de la Vía Lactea, tiene un plan para lidiar con la nueva amenaza. Convencer al ex de Keila, Metatron, de que encuentra una madre sustituta para el embrión nonato de Keila y él, de modo que La Elegida pueda nacer y arreglar el desastre que la Verdadera Creadora ha causado. Seis meses más tarde, nace Sabina. 

Mientras tanto, la nueva líder alemana Hilda Muller se da cuenta de cómo salvar a la Tierra de la invasión Xeno. Como los alemanes no han ganado una guerra en un milenio, ella soborna a los invasores Xeno con copiosas cantidades de cerveza alemana, lo que salva a la Tierra. Debido al gran plan de Hilda, ella es ascendida a líder planetaria. 

Habiendo fallado al tratar de invadir la Tierra, Rangda idea un nuevo plan. Se alía con el loco marciano Melchor Dorevitch y su ejército caníbal. Juntos derrotan a los antiguos enemigos de Rangda, los Zetan. Después de esto, Rangda, y Melchor comienza una odisea alrededor de la Vía Láctea en busca de los mágicos dispositivos de la trama, los cristales Zeto. 

Finalmente, Rangda tiene todos los cristales Zeto, y Sabina, como la Elegida, tiene que enfrentarse a Rangda. Pero hay un problema... Sabina no ha entrenado y no parece muy interesada en llevar a cabo el Plan Divino. 

En definitiva, ¡sólo un milagro puede salvarnos!

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento19 ene 2020
ISBN9781071527504
Dioses Divinos Espaciales 3: Dioses Divinos Espaciales, #3
Autor

Martin Lundqvist

Martin's background Martin is a Swedish male born in 1985 He has lived in Australia since 2012, and has been with his partner Elaine Hidayat since 2013. Martin's writing history Martin wrote wrote his first book, the psychological crime thriller James Locker: The Duality of Fate back in 2013.  After that Martin had a break from book writing for a couple of years. In late 2016, Martin decided to take up book writing again and he finished his Science Fiction novel The Divine Dissimulation a year later. In July 2018 Martin finished his third book, The Divine Sedition. which constitutes the second book in The Divine Zetan trilogy. In 2018 Martin also wrote a short-story for children Matt's Amazing Week and a parody novella called Divine Space Gods: Abraham's Follies In January 2019 Martin finished writing Divine Space Gods II: Revolution for Dummies Martin's style Martin is a multi-genre writer who likes to mix up his works. So far he has released works in the crime, science fiction, humor and children genre, and he intend to write more genres in the future to mix up his repertoire and improve his writing.

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    Dioses Divinos Espaciales 3 - Martin Lundqvist

    Capítulo 1: Hilda Muller seduce a Markus White.

    Hilda Muller estudiaba al super sexy Markus White, que estaba tomando el cuarto cóctel en su isla paradisíaca privada de las Maldivas. Este cóctel tenía algo especial: Muagra, la variante del Viagra de la Casa Muller, cien veces más potente que el original. Hilda sonrió, había pasado un tiempo desde que tuvo sexo, y su látigo y su traje de cuero ajustado estaban listos.

    Hilda se acercó a Markus, que tenía la cara ruborizada por la potente droga:

    -  ¿Cómo te sientes, sexy?

    Markus:

    -  Un poco ansioso. No estoy seguro de que fuera la elección correcta dejar que la amenaza de Keila Eisenstein, haciéndose pasar por mi prima loca Alicia, se encontrara con los líderes de la Tierra.

    Hilda:

    -  Vale, aparte de sentirte culpable por condenar a tu tío y a tu primo al dejarlos en el camino de Keila, ¿sientes algo más?

    Markus:

    -  Lo hago. Me siento muy caliente. ¿Me prestas tu teléfono?

    Hilda:

    -  ¿Quieres que te preste mi teléfono?

    Markus:

    -  Si, ¡Necesito llamar a la agencia de escorts ya mismo!

    Hilda se sintió frustrada. No había tenido sexo en años, ¿Y sola en una isla paradisíaca con un hombre guapo y drogado, le pedía su teléfono para llamar a una escort? Hilda decidió jugarla de indiferente. Sonrió seductoramente y dijo:

    -  Lo siento Markus, pero mi teléfono se quedó sin batería. ¿Hay algo más que pueda hacer por ti?

    Markus suspiró en voz alta y contestó.

    -  Sí, supongo que sí.

    -  Hilda, eres la única mujer disponible. ¿Te importaría tener sexo conmigo?

    Hilda brilló como el sol y respondió:

    -  Oh, Markus, pensé que nunca me lo pedirías. Quédate aquí mientras me cambio.

    Markus:

    -  Vale, por favor, date prisa.

    Hilda salió de la habitación y abrió su bolso lleno de juguetes sexuales alemanes y trajes de cuero apretados. Al igual que una exploradora, estaba siempre lista, ¡Y era hora de tener algo de acción!

    Capítulo 2 Unas vacaciones interestelares poco placenteras

    Ramun, Ungol y Bungol eran tres caballeros Xeno de mediana edad con un interés particular: ver deportes mientras bebían cerveza. Durante la mayor parte de sus vidas habían sido capaces de seguir su hobby sin interrupciones. El planeta natal de los Xeno, Xenora, estaba casi vacío después de la guerra multimilenaria; la comida y la bebida era abundante, debido a los robots Zetan abandonados que hacían la mayor parte del trabajo. Y lo mejor de todo, su loca reina Rangda no había sido vista en milenios.

    Desafortunadamente, Rangda había regresado unos años atrás, molesta porque nadie había intentado sacarla de la cárcel. Estaba decidida a vengarse y estaba armando un ejército, lo que obligó a los tres Xeno a alejarse de su amado sofá para unirse al ejército Xeno, un cambio muy poco deseado. Mientras que se suponía que los Xeno debían verse atemorizantes, Ramun, Ungol y Bungol se parecían más a Jabba the Hut con extremidades.

    Ramun estudió los portales de la Dimensión Divina que conducen a la Tierra. Todo el mundo corría a través de la entrada que conducía a Rashidium en Egipto para luchar y matar a los humanos, pero Ramun tenía una idea mejor. ¿Qué tal si pasamos por la puerta de entrada a la isla tropical paradisíaca en las Seychelles? Sin duda lo pasarían mejor allí. Llamó a sus amigos.

    Ramun:

    -  Eh, chicos, vamos a través de este portal.

    Ungol:

    -  ¿Pero no se supone que debemos ir a Rashidium y luchar contra el ejército humano?

    Ramun:

    -  Sí, pero no me siento con ganas de luchar contra los humanos. Pero unas vacaciones interestelares serían encantadoras.

    Bungol:

    -  Tienes razón, siempre he querido ver las playas tropicales de la Tierra. ¡Vámonos!

    Ungol:

    -  Espera un momento. ¿Rangda No se pondrá furioso con nosotros?

    Ramun:

    -  Rangda siempre está enfadado. Es mejor que nos divirtamos.

    Ungol:

    -  Buen punto. Vámonos.

    Los tres mosqueteros Xeno caminaron a través del portal a las Seychelles y llegaron a una hermosa isla paradisíaca. Ramun sonrió con su sonrisa más grande, revelando sus afilados colmillos.

    Ramun:

    -  Esto es de lo que estoy hablando. Este lugar va a ser genial.

    Ungol:

    -  De acuerdo, pero sería aún mejor con un poco de cerveza.

    Bungol:

    -  Hay una casa humana por allí, seguro que tienen cerveza.

    Ramun:

    -  No, mejor nos mantenemos alejados de los humanos, o podrían llamar al ejército.

    Ungol:

    -  Sí, pero no podemos estar sin cerveza. Entremos a hurtadillas y robemos la cerveza.

    Ramun:

    -  Ungol, eres una bestia de tres metros y 500 kilos que come hombres. No creo que esconderse sea una de tus fortalezas.

    Ungol:

    -  ¡Deja de criticar mi peso! He pasado por mucha terapia para superar las cosas malas que me has dicho a lo largo de los años.

    Ramun:

    -  Oh, lo siento mucho, no lo sabía.

    Ungol:

    -  Ahora lo sabes. Vamos por esas cervezas.

    Los tres Xeno se acercaron a la casa de la playa y lo que vieron los aterrorizó: Hilda Muller, vestida en su apretado traje de cuero negro, estaba teniendo sexo del duro con Markus White.

    Ungol:

    -  ¿Es así como los humanos copulan? ¡Qué espectáculo de locos! Esto es peor que ver a Rangda cuando está enfadada.

    Ramun:

    -  Te dije que nos mantuviéramos alejados de los humanos....

    -  Mierda, nos vieron.

    Mientras tanto, Markus White vio a los tres Xeno, y emitió un fuerte chillido de niñita.

    Hilda:

    -  Por el amor de Dios. Sé un hombre. Pediste sexo. Esto es sexo de verdad.

    Markus:

    -  Hilda, hay tres extraterrestres gigantes come-hombres afuera. Estamos condenados.

    Hilda sonrió como una loca. Ella había esperado a que algo así sucediera durante mucho tiempo.

    -  Por fin, algo de acción. ¡Hora de matar!

    Markus:

    -  Espera, no provoques una guerra interestelar y que nos maten en el proceso. ¿Quizás podamos negociar?

    Hilda:

    -  Buen punto. Voy a intentarlo.

    Hilda agarró su espada de plasma y salió corriendo.

    -  Intrusos, identifíquense.

    Admito que no he mencionado que los Xeno no hablan inglés ni alemán, pero creer que lo harían es ridículo. Hablan Xenani, pero Ramun, que era el más educado del grupo, también hablaba el egipcio antiguo.

    Ramun:

    -  𓀀 𓀁 𓀂 𓀃 𓀄 𓀅 𓀆 𓀇 𓀈 𓀉 𓀊 (Perdón por interrumpir tu coito. ¿Podemos tomar una cerveza? Hemos viajado desde lejos y tenemos sed)

    Markus se volvió hacia Hilda y le dijo:

    -  Suena como si estuvieran hablando un antiguo idioma humano. Si tuviéramos un teléfono, podríamos usar la aplicación de traducción.

    Hilda:

    -  Es la cosa más tonta que he oído en mi vida. Yo sólo oigo rugidos de bestias. Me encargaré de ellos con mi espada de plasma.

    Dicho esto, Hilda desenfundó su espada de plasma y cargó contra los Xeno, cortando a Ungol y Bungol en pedazos, mientras Ramun lloraba en el suelo suplicando por su vida. Hilda estaba a punto de convertir a Ramun en sushi alienígena cuando Markus la detuvo.

    -  Hilda, tengo el traductor encendido, deja hablar a nuestro visitante.

    Usando la aplicación de traducción de idiomas antiguos, Ramun e Hilda finalmente pudieron tener una conversación civilizada.

    Ramun:

    -  𓇏 𓇐 𓇑 𓇒 𓇓 (Me rindo, ¿por qué mataste a mis amigos?)

    Hilda:

    -  Lo siento, pensé que estaban aquí para matarnos.

    Ramun:

    -  𓈩 𓈪 𓈫 𓈬 𓈭 𓈮 𓈯 𓉜 𓉝 𓉞 𓉟 𓉠 (No, somos desertores del ejército de Rangda. No nos gusta matar. Queremos beber cerveza y ver deportes)

    Hilda:

    -  Siento mucho haber asesinado a tus amigos. Si te rindes y te conviertes en mi prisionero, te encerraré en una celda con cerveza y deportes ilimitados en la televisión.

    Ramun:

    -  𓉹 𓉺 𓉻 𓉼 𓉽 𓉾 𓉿 𓊀 𓊁 (Eso me suena como el paraíso. Soy Ramun)

    Hilda:

    -  Yo soy Hilda, y pienso que podremos ser buenos amigos. No te muevas de aquí.

    Ramun hizo lo que se

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