Mikaela y los Horrores

Por Jerzy P. Suchocki

Años 80. El Conde Drácula ha de auspiciar la anual fiesta de las Criaturas de la Noche en su castillo y, por lo tanto, envía a sus tres novias a encargarse de algunas cosas menores en la ciudad. Sin embargo, lo que debiese ser una ocasión de actividades sencillas y diversión para las tres bellas criaturas se convierte en una carrera contra el reloj cuando descubran un siniestro plan para derrotar a las Criaturas de la Noche hecho por el archienemigo del Conde: el Dr. Van Helsing. Así, las tres vampiras deberán apresurarse a encontrar al despreciable personaje y detenerlo antes de que amanezcan. ¿Podrán las Novias de Drácula derrotar al Dr. Van Helsing?

La mezcla de "Scooby Doo" con "The Rocky Horror Picture Show" y el cine B de los 50 que tanto (o nunca) esperabas.

• Idioma: Español
• Editorial: Jerzy P. Suchocki
• Fecha de lanzamiento: 29 abr 2021
• ISBN: 9798201824099

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Sobre Mikaela y los Horrores...

La siguiente historia, en realidad corta (todo transcurre en una sola noche) surgió como un proyecto hecho más que nada por diversión... por hacer, pues, una historia sobre las Novias de Drácula en los años 80.

Personalmente, considero que no hay demasiadas historias centradas en vampiras – lo cual es curioso, porque una de las primeras obras del género es precisamente Carmilla de Sheridan LeFanu y la cual abordaba y exploraba diversos temas poco comentados en la época.

Aunque de ninguna forma podría comparar Mikaela y los Horrores con la obra de LeFanu (a lo mucho pasaría por un tipo de pseudo homenaje perdido tipo película B de los 80), la verdad es que me llama la atención el poco enfoque que se les da a los personajes femeninos en las historias de vampira en contraposición de los personajes masculinos.

Por lo tanto, que sin buscar establecer ningún tipo de mensaje político o social, Mikaela y los Horrores es una historia que intenta abordar en el tema de los vampiros a través de las Novias de Drácula, presentándolas como tres chicas que han sido convertidas en momentos muy diferentes (y lo cual les da diferentes perspectivas en cuanto a la naturaleza de sus seres) y las cuales, en un contexto tan liviano como lo es la época gótica de los 80, donde las leyendas de los viejos monstruos se han transmutado a cuentos y ya no son realmente temidos, únicamente intentan aprovechar los atractivos de su naturaleza y divertirse.

También buscando homenajear al género del terror y la ciencia ficción B de los 50 a 80, la historia está llena de extraños e inesperados giros (exagerados o absurdos), pero los cuales sólo buscan crear una trama extravagante, entretenida y que de ninguna forma puede considerarse como algo serio o reflexivo. Esta historia es, más que nada, para distraerse un rato con las aventuras de un trío de vampiras buscando detener al Dr. Van Helsing en una noche de Halloween durante los años 80; y si al lector le agradan las tramas de vampiros o el género de terror clásico, la absurdez de este intento de homenaje podrá resultarle divertido (lo cual es la intención).

Por último, quiero comentar en el tema del aspecto LGBT de la historia (y el cual lectores me han comentado como uno de los principales aspectos al leerla, aun cuando esta no era la intención). Sin adelantar spoilers, sólo diré que ese aspecto de la trama fue enteramente improvisado con tal de dar un poco de diversidad a las interacciones entre los personajes. Simplemente surgió... y agradándome la interacción entre estos dos personajes, dejé que siguiera su curso a través de la historia. Siempre se ha considerado a los vampiros como criaturas de gran sensualidad, desde Carmilla y el Conde Drácula original, hasta Lestat; y era básicamente imposible no explorar ese aspecto con las tres protagonistas de esta historia...

Sin más que agregar (excepto quizá la recomendación de que se lea esta historia con algo de David Bowie, Blondie, Suzy Quatro o Siouxsie Sioux de fondo), espero la historia sea del agrado del lector y se deje llevar por la absurdez, diversión, misterio y sensualidad de Mikaela y los Horrores...

El Autor

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Una Anticipada Noche

La noche de Halloween se aproximaba a Transilvania y ello implicaba una ocasión especial para el Conde Drácula y todas las otras Criaturas de la Noche. No sólo se trataba de la fecha que más les celebraba, sino que en ese año a finales de los 1980s, contaría a su vez con una luna llena que estaría en su máximo esplendor – lo cual energizaba no sólo sus cuerpos, sino también sus ánimos en una época en la que sus leyendas, algunas vez creadoras del terror en los corazones de los hombres, ahora habían sido transmutadas a meros cuentos para niños, reemplazados en la cultura popular por criaturas malditas que referenciaban a asesinos seriales. Cierto era que no había mayor horror que el que el mismo hombre crea, pero ¡joder! ¡Si no extrañaban atemorizar al más valiente y exaltar las pasiones de las mujeres más bellas! Y el que los dos eventos que más les diesen energía se combinasen en una misma fecha, los había inspirado a realizar una celebración especial. Una fiesta infernal en el castillo de Drácula, a la que habrían de asistir la criatura de Frankenstein, el hombre lobo, Carmilla, el Dr. Jekyll, el Jinete sin Cabeza y demás seres de la noche y la cual terminaría con la primera presentación en casi dos décadas del grupo creado por el Conde, la criatura de Frankenstein y el Hombre Lobo, Los Horrores. ¡Oh, vaya que sería toda una celebración!

La luna se alzó entre las tinieblas de Transilvania... y, con ella, las tres bellas figuras de las Novias de Drácula. De sus tres respectivos y cómodos ataúdes terrosos, emergieron en un galante levitar luego del cual tomaron asiento en la esquina o borde de sus elegantes cajones de madera, estirando sus brazos y espaldas luego de tal descansado día –o quizá, no tan descansado–, pero al que tenían que dar culminación ante el llamado de la noche.

Daphne, Les y Mikaela eran sus nombres. Daphne, en el camisón azul y hecho, como las de sus contrapartes, de la seda más cómoda de Asia, era la de aspecto más joven entre ellas, siendo transformada en los últimos días de su adolescencia. De voluminoso cabello alborotado del mismo color de su bata, su rostro redondo y de ojos grandes le daban un aspecto de casi ternura... fatal para los incontables jóvenes que habían caído víctimas ante el atractivo de su boca, capaz de devorarlos en segundos. Les, en el camisón verde, era la de aspecto más provocativo, transformada a mediados de sus 20s. Su cabello era más lacio y su rostro más delgado, con relucientes ojos verdes que atraían al más precavido hombre. Finalmente, Mikaela, en el camisón púrpura y de cabello más negro, luciría como una joven entre la edad de las otras dos, si bien había sido la primera en ser transformada a inicios del siglo XX, hacía casi ocho décadas atrás. Sus labios morados y ojos tristes cautivaban al más cruel de los hombres, siendo capaces incluso de atraer a su actual señor a convertirla en la primera de sus hermosas y letales acompañantes de la oscuridad.

─¡Ah! ¡Buenas noches, bellezas! ─dijo Les─. ¿Durmieron bien?

─Hmm, no ─respondió Daphne, frotándose los ojos─. ¿Y tú?

─Tampoco ─continuó Les─. Pero no es ningún malestar que un buen vaso de sangre no pueda quitar. ¿Qué hay de ti, Mikaela? ¿Dormiste gustosamente?

─No ─rio Mikaela─. Pero está bien. Nunca lo hago.

─Con un buen vaso de sangre de rata se te quitará ─dijo Les─. Vamos, preciosas. Apresurémonos, que estoy hambrienta y seguro hay mucho qué hacer esta noche.

El trío se movilizó, flotando por la habitación sin la más mínima molestia. Con el simple alzar de alguna de sus manos, encendieron las luces blancas, rojas, azules y moradas que llenaban el calabozo que transformaron tiempo atrás en su cómodo