ES 25 DE JULIO DE 1946 y Norma Jeane Mortenson está sentada frente al espejo de su pequeño apartamento de Los Ángeles. En su mano, un bote de lejía. En su cara, cierta tristeza. Y en el horizonte, un objetivo: conquistar Hollywood.
Esa misma mañana Norma había firmado su primer contrato con Twentieth Century Fox, que le había puesto una única condición para empezar a