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Vicente Guerrero. “La patria es primero”
Vicente Guerrero. “La patria es primero”
Vicente Guerrero. “La patria es primero”
Libro electrónico88 páginas8 horas

Vicente Guerrero. “La patria es primero”

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Información de este libro electrónico

Entre abril y marzo de 1817, este último tuvo un cruento combate contra los realistas en el sitio de Jonacatlán. A su lado murió el importante guerrillero Juan del Carmen; como a Guerrero lo encontraron cubierto con la sangre de éste, los realistas pensaron que también estaba muerto. Gran placer sintió el virrey de poder comunicar el hecho a España. En su misiva al ministro de la Guerra en Madrid le mencionó el suceso como un “bello encuentro”. Apodaca decía de Guerrero y de Juan del Carmen lo siguiente:
“Ambos llegaron a ser celebridades en esta rebelión a causa de sus logros, el número de guerrillas que estaban a su mando y la gran extensión de territorio que tenían subyugada.”
Guerrero se acuarteló en Ixtapa, donde no tardó en ser atacado. Durante el combate sufrió graves heridas luego de intentar encender un cañón. Quince días después sus guerrilleros se lo llevaron cargando hasta Cualac, en el Valle de Huamuxtitlán, donde un buen tiempo se mantuvo lejos del teatro de las acciones. Un médico brujo se encargó de curarlo, y mientras lo hacía le aseguraba que no iba a morir sino hasta haber cumplido una importante misión en la tierra, y le dijo que su nahual era un águila, la cual simbolizaba a un gobernante sagrado.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 mar 2022
ISBN9781005052300
Vicente Guerrero. “La patria es primero”
Autor

Sergio Gaspar Mosqueda

Nací en la Ciudad de México en 1967 y estudié la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde obtuve la medalla Gabino Barreda. En el año 2000, creé y dirigí el proyecto de revista cultural El Perfil de la Raza, en cuyo consejo editorial figuraba Miguel León Portilla, entonces presidente de la Academia Mexicana de la Historia. Trabajo para diversas editoriales y he publicado 31 obras en papel con varias editoriales y 46 en Amazon, entre las que se hallan dos novelas, varios volúmenes de cuentos, leyendas, un poemario, biografías de músicos de rock, diversos libros sobre historia de México y cuadernos de trabajo de varias materias.Mi primer libro, la novela Una generación perdida, se publicó en la colección Voces de México, en la que figuraron autores mexicanos destacados, como Vicente Leñero, Emilio Carballido, Alejandro Licona, Luisa Josefina Hernández, Víctor Hugo Rascón Banda y Eusebio Ruvalcaba. El reconocido autor Juan Sánchez Andraka afirma en el prólogo de la primera edición: “Yo leí este libro. Más bien debo decir: Yo viví este libro. Debo agregar: Lo viví intensamente".Uno de mis libros más vendidos es Cuentos mexicanos de horror y misterio. Próximamente aparecerán en papel mis libros sobre 50 figuras del rock clásico, 50 importantes músicos del metal gótico y 50 figuras del K-pop.

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    Vicente Guerrero. “La patria es primero” - Sergio Gaspar Mosqueda

    Sergio Gaspar Mosqueda

    Vicente Guerrero

    La patria es primero

    Colección Grandes Verdades de la Historia

    Copyright 2022 Sergio Gaspar Mosqueda

    Edición de Smashwords

    Recuerda dejar una reseña de mi libro en tu tienda preferida.

    Este libro está disponible en forma impresa en la mayoría de los minoristas en línea.

    Diseño de portada: Sergio Gaspar Mosqueda

    México, marzo del 2022

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    Tabla de contenido

    Primeros años

    Destacada actuación en la guerra

    Gran colaborador y guardián de la causa independentista

    Los temibles guerrilleros

    La patria es primero

    Serie de derrotas

    Reactivación de la lucha insurgente

    Iturbide busca a Guerrero

    La ideología de Guerrero

    El abrazo por la libertad

    Las glorias del Ejército Trigarante

    La traición de Iturbide

    La proclamación de la República

    Vaivenes de la política nacional

    La lucha por la presidencia

    La breve presidencia de Guerrero

    Muerte de un gran mexicano

    Sobre el autor

    Obras de Sergio Gaspar Mosqueda

    Conectar con Sergio Gaspar Mosqueda

    Primeros años

    Tixtla era uno de los sitios más poblados de lo que actualmente es el estado de Guerrero cuando nació Vicente Ramón Guerrero Saldaña, lo cual sucedió el 9 de agosto de 1782. Dicha entidad fue creada el 27 de octubre de 1849 y se le dio como nombre el apellido del mencionado héroe. Ahí había abundancia de mestizos e individuos con sangre africana. La familia de Vicente la integraban algunos militares al servicio de la Corona, así como arrieros y armeros. Su padre se llamó Juan Pedro Guerrero y su madre, María Guadalupe Saldaña.

    Como arrieros, los Guerrero tenían permiso de portar armas para defenderse de los salteadores de caminos y además podían ejercer el comercio. Por supuesto, otro de los privilegios con que contaban era el tener bestias de carga. Además, como mensajeros, obtenían información de primera mano acerca de las condiciones políticas y sociales en que se hallaba la Nueva España.

    Como armeros, los hermanos Vicente, Manuel y Juan Pedro Guerrero estaban obligados a estar presentes cuando se hacían ejercicios de tiro al blanco y cuando los oficiales pasaban revista a las armas de su regimiento. El empeño que en este oficio puso Vicente, a quien apodaban El Negro, le ganó el respeto de los dos hermanos con quienes compartía el oficio. Además de Juan Pedro y Manuel, otros consanguíneos de Vicente eran José, Esteban y Diego; este último fue miliciano en el Regimiento de Tixtla.

    Todos los armeros debían registrarse ante la Corona, primero, como aprendices, y luego como maestros, pero para alcanzar este grado debían pasar veinte años. Desde 1703 se había dispuesto, por orden virreinal, que los armeros no cobraran sueldo por sus trabajos dentro del cuerpo militar que los contratara, pero éste tenía la obligación de darles las piezas que solicitaran para el mantenimiento de las armas. Igualmente, deberían pagarles un monto mínimo por cuidar el armamento.

    Para obtener ingresos suficientes, el padre de Vicente se dedicaba también a la siembra, labor en la que era ayudado por todos sus hijos, aun siendo niños. Vicente además estaba inscrito en la escuela parroquial, donde aprendió a escribir y estudió el catecismo, pero el tener que acompañar a su padre en su trabajo como arriero le distraía de su instrucción básica. Esta labor, a la que Vicente se dedicó con empeño desde la adolescencia, le ayudó a conocer a la perfección los caminos principales, veredas y hondonadas de la región, y dicho conocimiento más adelante le sería de gran utilidad, ya como guerrillero al servicio de la causa independentista. También le ayudarían en mucho las luces que poseía acerca del uso y reparación de las armas de fuego.

    –¿Dónde está Vicente? –preguntaba una tarde don Pedro Guerrero–. Va a acompañarme ahora a llevar una carga a la Mixteca de parte del señor Hermenegildo Galeana.

    Ya en el camino hacia Tecpan, donde vivía la familia Galeana, iba platicando el padre con su hijo:

    –¿Y cómo van las letras, Vicente? ¿Ahora sí ya estás escribiendo y leyendo mejor?

    –Pues no tan bien como quisiera, padre. Pero no creo que haga mucha falta. Ya ve a ese señor Hermenegildo, es analfabeto pero tiene sus tierras.

    –Sí, mi hijo, pero él es criollo. Ya sabes que no es lo mismo con nosotros los mulatos, o con los mestizos e indios, y menos si somos ignorantes. Tanto los españoles como los criollos nos ven con desprecio, pero si nos educamos como Dios manda…

    –Pero los Galeana siempre nos han tratado bien.

    –Vieras que sí, hijo. Ya te digo, son personas educadas. Por eso yo creo que esos señores de sangre europea pueden hacernos gente de razón a todos los pobres, aunque a veces nos tengan que apretar un poquito las riendas.

    Vicente escuchó estas palabras con cierta indignación, pero nada respondió a su padre, quien con el tiempo, ya estallada la guerra por la independencia de México, se pondría del lado de los realistas.

    Casi oscurecía cuando escucharon un cañonazo.

    –Ya estamos cerca –comentó el padre con una sonrisa.

    La familia Galeana poseía un pequeño pero muy pesado cañón al que llamaban El Niño, el cual hacían disparar en sus fiestas familiares. Años después lo pondrían en manos del general Morelos. Un sobrino de don Hermenegildo Galeana, llamado Antonio, era entonces capitán del regimiento de Tixtla, y con ese grado tenía bajo sus órdenes a algunos familiares de Vicente Guerrero.

    En otras ocasiones los viajes eran a la ciudad de Valladolid y a la de México. Otra familia de hacendados con la que trabajaron fue la de los Bravo, quienes poseían la Hacienda de Chichihualco, en Chilpancingo. Éstos eran españoles que simpatizaban con la gente del pueblo. Se trataba de Leonardo y sus hermanos Miguel, Víctor,

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