De Aztecas, Mayas Y Otros Cuentos Para Formar En Valores.

Por Rafael Acuña Prats

Esta coleccin de cuentos le permitir revivir la grandeza y el esplendor de las civilizaciones ms importantes de Mxico a travs de los ojos de sus personajes.
La obra refleja fielmente el profundo amor del escritor por su patria y su cultura la cual ha pasado a ser patrimonio universal de la humanidad.
En estos cuentos usted encontrar una herramienta para formar en valores a las nuevas generaciones y para reavivar el fuego nuevo y as poder ver la vida iluminada desde otra perspectiva.
Contemple la sabidura de nuestras principales culturas aplicada bellamente en estos relatos y reciba su mensaje a travs del tiempo abriendo el portal hacia lo infinito.
Asmbrese con el desenlace de estas aventuras frecuentemente inesperado.
De aztecas y mayas: lea, vibre, disfrute y forme en valores.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 23 ene 2015
• ISBN: 9781463398040

Rafael Acuña Prats

El Dr. Rafael Acuña Prats nació en México Distrito Federal. Médico, nieto de escritores, especialista en cirugía general y endoscopia gastrointestinal. Marino y buzo, vivió durante un tiempo en la costa. Con pasión por el mar y de los secretos que guarda en sus profundidades lo cual se refleja en una buena parte de su obra. Jefe de enseñanza y de cirugía. Director e instructor de cursos de trauma. Es notable el interés por la formación de sus hijos, estudiantes de medicina y residentes de cirugía. Autor de numerosos artículos científicos y ganador de un premio de literatura. Su motivación por escribir nació de manera natural de los cuentos que creaba para formar en valores a sus hijos. A través de estos cuentos el autor ha podido transmitir, de manera amena, valores como; el amor al prójimo, sacrificio, valor, espíritu de cuerpo, e inspiración y enseñanzas para la vida. Porque no es solo la información, sino la verdadera formación el objetivo de su obra.

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Copyright © 2015 por Rafael Acuña Prats.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014922852

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Fecha de revisión: 22/01/2015

Palibrio

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701861

Contents

PROLOGO

CUAUHTEMOC

ZASIL-HA

EN LA MIRADA

El SABLE

CALMECAC

ACOLTZIN

DEDICATORIA

A Rocío:

Faro alegre en la tormenta, luz que guía a puerto seguro, y mi alma gemela en el universo.

A mis hijos:

Alegría que pinta de colores intensos mi hogar, la vida, y la razón de mi vida.

A mis Padres:

Ejemplo de tenacidad, perseverancia y rectitud sin límites. Amor y apoyo incondicional en los momentos de prueba.

A mis hermanos y amigos:

Fuerza en la mar, por su permanente consejo, ayuda y amor.

A mis compañeros de Hospitales y de las Fuerzas Armadas:

Vivo ejemplo de lealtad, sacrificio y amor sin límites; a sus pacientes y a México, con quienes he tenido el privilegio de llevar una vida de servicio.

A mis maestros:

Del pasado, presente y futuro, quienes con paciencia iluminaron mi camino.

A ti amigo lector, de todos los lugares y de todos los tiempos:

El objetivo principal de este libro, esperando que disfrutes este regalo.

PROLOGO

Inspiración. Ese es el secreto del autor.

Durante muchos años he visto escribir al autor. A veces en casa, durante un vuelo y hasta entre consultas.

En ocasiones ideas aisladas que posteriormente cobran vida, es entonces cuando lo he visto escribir casi sin parar hasta terminar cada uno de estos bellos cuentos.

Inspiración. Soplo divino que frecuentemente nos habla todos los días en voz baja al oído. Aunque quizás la mayoría de la gente está sumergida en los problemas de la vida para escuchar el susurro de estas bellas ideas.

El autor no solo disfruta escribir, si no leer cada uno de estos cuentos.

Lo he escuchado en casa y con auditorios llenos, dando vida, con su voz a cada letra que escribió para recibir el aplauso cerrado por un final inesperado y un mensaje que perdurará para siempre.

Ganador de un certamen literario, y por mérito, uno de sus cuentos fue seleccionado para incluirse en la cápsula del tiempo de su institución para ser leído nuevamente en 50 años.

¿Qué cómo se todo esto?, Muy fácil. Soy su hijo y he disfrutado cada uno de sus cuentos teniendo siempre la premier exclusiva para escucharlos y opinar sobre ellos.

Espero que tú amigo lector disfrutes y te beneficies de los mensajes que estos bellos cuentos tienen para ti como lo he hecho yo toda mi vida.

Alejandro y Rafael Acuña Macouzet.

1- CUAUHTEMOC: Todos somos uno, esa es la gran lección.

2-ZAZIL-HA: En el mar comienza la vida.

La complejidad de la naturaleza y la interrelación de los diferentes ecosistemas entre sí y con el universo son sagradas.

3-EN LA MIRADA: El arma más poderosa sobre la tierra, es la oración.

4-EL SABLE: La mayor victoria es la que se obtiene sobre uno mismo

CALMECAC (No sentence yet)

CUAUHTEMOC

Amanecía y el Dios sol se despertaba alzándose sobre las montañas que rodean al gran Valle Mexica.

Los tenues rayos solares bañaban a Tenochtitlán, la cual lucía como perla nacarada, inmaculada y en el centro del espejo del lago de Texcoco. Cuatro calzadas parecían sostenerla sobre la superficie.

El gran imperio Azteca despertaba y se ponía paulatinamente en movimiento, como saliendo de un placentero sueño.

Cuauhtémoc se despertó temprano y salió de su choza. A sus veinticinco años ya había recorrido un largo camino desde su escuela de formación, el Tepochcalli hasta ascender a un joven caballero águila. La elite del ejército Mexica.

Con serenidad dejó que su vista recorriera el lago de Texcoco. La elegancia se reflejaba en todos los edificios de Tenochtitlán. Completamente blancos, rematados en sus dinteles por colores rojo o azul, en forma de greca, según el tipo de templo del que se tratara.

Dejó escapar un suspiro y pensó en todas las batallas que se habían tenido que librar desde que su pueblo había sido relegado al último y más pequeño de los islotes del lago. Su abuelo le había platicado como habían tenido que comerse a las serpientes que infestaban el islote como el único recurso que tuvieron para sobrevivir.

Ahora el imperio Azteca no solo había sojuzgado a todos sus vecinos de la cuenca del valle, sino que se había expandido de costa a costa y hasta las selvas del sur.

Estaba orgulloso de sus logros y del tributo que los pueblos conquistados les brindaban.

Sin embargo Cuauhtémoc no era del todo feliz. Había algo que