esde tiempos remotos, culturas y pueblos de buena parte del globo han mantenido la creencia de que los espíritus de los difuntos (Almuzara, 2022), en el fascinante –y aterrador– fenómeno espectral de «La Cacería Salvaje» y sus diversas manifestaciones a lo largo de los siglos. Las páginas del libro constituyen un viaje legendario por la vieja Europa tras las huellas borrosas de estos cortejos mágicos: desde el ejército furioso de las frías tierras escandinavas, a los jinetes sin cabeza de los frondosos bosques germánicos, pasando por las ruidosas cacerías salvajes de las Landas francesas, o los cortejos de hadas en los verdes valles galeses y a los infernales sabuesos sobrenaturales en los desolados páramos británicos. Sin olvidar, claro está, a la Santa Compaña de las solitarias fragas y sendas gallegas o a la hurdana. Distintos nombres para un fenómeno sospechosamente similar, siempre poblado por difuntos capaces de arrastrar a los vivos a un mundo de pesadilla.
