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Instantáneas callejeras
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Libro electrónico83 páginas45 minutos

Instantáneas callejeras

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Información de este libro electrónico

El músico callejero se expone. Se expone a la mirada y a los oídos de los transeúntes; a su sorpresa, sus sonrisas, sus comentarios, sus juicios.
Este libro es una invitación a pararse por un rato del otro lado de la acera, para ver lo que sucede cuando un músico abre su baúl de magia en medio del mundo cotidiano. Porque quien es observado, también observa.

Flor Goldstein reúne aquí una serie de breves relatos inspirados en sus experiencias tocando el saxo en las calles de distintas ciudades de España y Sudamérica.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 ago 2021
ISBN9789875994751
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    Instantáneas callejeras - Flor Goldstein

    Flor Goldstein

    Instantáneas callejeras

    Portada: Andy Goldstein, a partir de una fotografía de Jorge Doño

    Ilustraciones de interior: Flor Goldstein

    © Flor Goldstein, 2016

    ©Libros del Zorzal, 2016

    Buenos Aires, Argentina

    Printed in Argentina

    Hecho el depósito que previene la Ley 11.723

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    Asimismo, puede consultar nuestra página web:

    Índice

    El vértigo de intervenir el mundo | 8

    Instantáneas callejeras | 10

    El pacto | 12

    Maquillaje | 14

    El banco | 16

    Abran paso, vengo armada | 21

    La pena | 23

    Mejor, imposible | 25

    El falso oyente | 26

    Servicios sociales | 28

    Los habitués | 31

    El susto | 33

    Lágrimas | 35

    Clink | 37

    De enamoramientos y otros misterios | 38

    La oyente real | 42

    La alegría | 44

    Otro susto | 46

    Lo que odio de mi instrumento | 49

    El lobo | 51

    Monedas foráneas | 52

    Invierno | 54

    Quién necesita palabras | 56

    Un eurillo | 58

    Soplar y nada más | 59

    La magia | 61

    Volver | 62

    Aquí y ahora | 65

    La soledad | 67

    Mis problemas | 73

    La rueda | 74

    De las malas costumbres | 78

    Saxo solo | 79

    Pies | 80

    La despedida | 82

    Hacer de la interrupción un camino nuevo,

    hacer de la caída un paso de danza,

    del miedo, una escalera,

    del sueño, un puente, de la búsqueda,

    …un encuentro.

    Fernando Pessoa

    A mi familia.

    A los oyentes de las calles

    de todo el mundo.

    Al pueblo de Aranjuez,

    cuna de mis aventuras callejeras.

    El vértigo de intervenir el mundo

    El momento más difícil es el inicial: abrir.

    Abrir un espacio para la música donde antes no había más que calle, ruidos cotidianos, urbanos.

    Influir, intervenir, cambiar drásticamente la realidad circundante. Si se detiene uno a pensarlo, puede ser aterrador. O tremendamente atractivo, depende cómo se sienta ese día.

    Hay algo de absurdo, de cuasilocura, en ese momento: detenerse en medio de una acera cualquiera, apropiarse de algún modo de una parte del espacio común, abrir un estuche dentro del cual brilla un instrumento luminoso como el sol, objeto imposible. Estos gestos pueden ser vistos o vividos como algo totalmente fuera de lugar; son elementos que no pertenecen a lo habitual, al ambiente cotidiano; uno se siente un poco loco.

    No es el nervio que puede haber previo a comenzar un concierto, no. Es cosa bien distinta. Porque un concierto se desarrolla dentro de un espacio delimitado para hacer música: allí todos los presentes aceptan esa zona de juego con sus reglas. Y el desafío, en todo caso, será hacer honor al hecho de encontrarse del lado de los músicos. Aquí en cambio el desafío se trata, precisamente, de convertir un espacio que está hecho para otra cosa en uno que pueda dar cabida a la música. Hay que estar convencido.

    Por no hablar de la primera nota. Respirar, cerrar los ojos, soplar: hay un antes y un después. El aire callejero, que hasta entonces rebozaba de sonidos conocidos y por lo general poco agradables, se estremece sorprendido con una nota larga, casi absurda, provocada por la vibración de un trozo de caña amplificada a través de un ingenioso tubo metálico. En ese instante, todo cambia. Pero el cambio necesita de algunos minutos

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