DANDO EL CANTE
La primera vez que te vi, tenías 19 años -le digo a Kiki Morente (Granada, 1989)-. Acompañaste a tu padre a recoger el Premio El Ojo Crítico Especial...». «¡Claro que sí! -se anima-; estuvimos todos allí, en el Círculo de Bellas Artes, sólo faltó mi hermana Estrella... Mi padre no era de ceremonias, pero le insistimos: “No puedes faltar, es un reconocimiento muy importante”. Luego él cantó para el público y nosotros nos subimos al escenario a hacer los coros y tocar las palmas. ¡Fue algo improvisado e impresionante!». Recuerdo a un Kiki feliz ahí arriba, orgulloso de ser el hijo de Enrique Morente, de pertenecer a un clan pegado al flamenco y abierto a la vanguardia, de llevar en el ADN el regalo del duendeestrena su segundo disco, en el que se explora como autor para llevar su música (y al público) a una dimensión más allá de los patrones clásicos. El resultado es un trabajo que merece dedicación exclusiva, que abraza la psicodelia y al que se asoman el padre, fallecido en 2010, y las dos hermanas del artista.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos