La Pareja Perfecta: La pareja Perfecta, #2

Por A. C. Meyer

La Pareja Perfecta, ¡el Reality Show que encontrará a la chiaca adecuada para salir con Jonas Lopes, el principe de las telenovelas, está al aire! Cinco candidatas competirán por el corazón  y la atención del amado actor de la televisión.

En el segudo Capitulo de La Pareja Perfecta, conocerás, apoyarás, adorarás y tal vez, incluso odiarás a las elegida. Tendrán que hacer cualquier cosa para ganarse a Jonas Lopez, y conquistar al público, usando las armas que tienen a mano, ya sea su carisma o incluso el juego sucio.

Pero es imposible resistirse al llamado del amor, incluso si eso une a dos personas que no deberían estar juntas y que todavía no pueden escapar, en problemas.

Prepara el corazón, las palomitas y la multitud. En este juego, solo una chica puede ganar. 

Queda por saber si él será el tipo adecuado.

• Idioma: Español
• Editorial: A. C. Meyer
• Fecha de lanzamiento: 21 abr 2021
• ISBN: 9781071597026

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Portada y Producción Editorial: Luizyana Poletto - Bookmarks Brasil

Foto de Portada: depositphotos / kiuikson / wabeno

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Copyright © 2018 por A.C Meyer

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Esta es una obra de ficción. Los nombres, lugares, personajes e incidentes son producto de la imaginación del autor y son ficticios. Cualquier similitud

con personas reales, vivas o muertas, eventos o establecimientos es pura coincidencia.

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Este libro sigue las reglas de la nueva ortografía del idioma portugués.

Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

La Pareja Perfecta, ¡el reality show que encontrará a la chica adecuada para ser la novia de Jonas Lopes, el príncipe de las telenovelas, está al aire! Cinco candidatas van a disputarse el corazón del actor más querido de la TV.

En la segunda parte de La Pareja Perfecta, conocerás, apoyaras, amaras y, quizás, hasta odiarás a las elegidas. Las chicas tendrán que hacer todo lo posible para conquistar a Jonas y cautivar al público, usando todas las armas que tengan, ya sea su carisma o incluso el juego sucio.

Pero es imposible resistirse al llamado del amor. Incluso si esto une a dos personas, que no deberían estar juntas y que aún así no consiguen huir de los problemas. En apuros.

Preparen el corazón, las palomitas y la ovación. En este juego, solo una chica puede ganar. Queda por ver si él será el chico adecuado...

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El corazón de Nath parecía que se le iba a salir del pecho. Todavía sosteniendo el teléfono y conteniendo la respiración, comenzó a bajar la pantalla mientras leía el material de la columna Ahora hablé, de Bel Dias.

— Conoce a las diez seleccionadas para el reality show La Pareja Perfecta  — leyó en voz baja, escuchando un gemido al otro lado de la línea.

Antes de perder el coraje, continuó mirando la pantalla, leyendo los nombres en orden alfabético: Alana, Brigite, Dora, Fabiana, Giselle, Helyanne, Monike, Paloma, Nathalia y Thays.

— La Puta. Qué. La Pario. — Ella soltó la palabrota, haciendo que Duda se estremeciera al otro lado de la línea. — Nathalia Venturini. — Ella releyó su nombre en voz alta, sin creer que eso estuviera sucediendo realmente. — Te voy a matar, Duda — Amenazó con rabia a su hermana mientras ella intentaba calmarla diciéndole que esa no era la lista definitiva.

— Ellos van a divulgar una nueva lista, Nath. Solo entrarán cinco chicas.

— ¿Y si mi nombre estuviera en esa mierda de lista? ¿Qué voy a hacer? — Comenzó a caminar de un lado para el otro mientras se enrollaba un mechón de cabello en sus dedos, algo que solía hacer cuando estaba nerviosa. — Ay, Dios mio. ¿Quién se hará cargo de mi tienda?

—Yo me ocuparé, hermanita.

— ¡Estas loca, no sabes la diferencia entre Sonic y Super Mario! ¿Cómo lo harás?

Fue a la cocina y cogió la bolsa de papel que el repartidor le había dejado con la comida china que pidió esa noche. Se la llevó a la boca y respiró adentro y afuera, tratando de contener su pánico.

— Cálmate, Nath. Todo estará bien. No sabemos si vas a ser una de las escogidas. — Duda sabía que aquel no era un buen momento para intentar convencerla que podría ser algo bueno. Nath necesitaba dejar de pensar para luego buscar soluciones. Siempre fue así. Cuando algo sucedía, ella se asustaba un poco y después de reflexionar bien sobre la situación, conseguía encontrar soluciones.

Nath escuchó un crujido al otro lado de la línea mientras seguía respirando en la bolsa, y luego la voz ronca de su cuñado.

— Hermana, soy yo, Leandro — dijo, llamándola como siempre solía hacerlo cada vez que quería hacerla sentir mejor. Era un hombre bueno, honrado y muy cariñoso con toda la familia, principalmente con ella. — Deja de caminar por la cocina. — Se detuvo, apoyándose en la encimera de cocina americana, todavía con la bolsa en su boca. — Sé que estás nerviosa y que Duda traspasó los límites esta vez...

Ella apartó la bolsa de su boca lo suficiente como para protestar.

— ¿Un poco? ¡Se volvió completamente loca! ¡Y ni siquiera tengo todo ese dinero ahorrado para pagar la multa!

Leandro resopló, pero continuó hablando.

— ¿Sabes lo que más me gusta de ti, Nath?

— ¿Mi habilidad en el Street Fight? — preguntó, refiriéndose al juego que acostumbraban a jugar los fines de semana.

— También. Pero principalmente, tu valentía y compañerismo. Incluso cuando tu hermana tiene las peores ideas del mundo, haces todo lo posible para no decepcionar. Aunque el costo de esto es alto.

— ¡Me quedaré en una casa con cámaras filmando todo el tiempo, Lê!

— Yo se.

— ¿Y si digo algo estúpido? ¿O hago algo estúpido? Dios mío, ¿y si la gente piensa que soy una idiota?  — Volvió a soplar fuerte en la bolsa de papel.

— Eres una chica inteligente, que sabe hablar bien y no harás nada estúpido. Tendrás al público en la palma de tu mano.

— Puf  — soltó un gemido ahogado, pero él no dejó que lo interrumpiera.

— No estoy hablando de dientes para afuera, Nath. Estoy seguro de eso. La gente te amará como nosotros te amamos. Y saldrás con una buena suma de dinero.

— ¿Tú crees?

— Estoy seguro.

Bajó lentamente la bolsa de papel, sintiéndose un poco mejor. Se quedaron en silencio durante unos momentos, hasta que Nath escuchó la voz animada de su hermana desde la extensión.

— ¡Y terminarás saliendo con Jonas!

Nath se llevó la bolsa de papel a la boca y empezó a soplar de nuevo.

— ¡Dudley! — protestó Leandro, y su esposa lo miró fijamente, sin saber qué había dicho mal. Pero por la mirada de su esposo, sabía que estaba en problemas.

A la mañana siguiente de la filtración de la lista, Bruno revisó las redes sociales y los sitios de chismes. Rápidamente, los espectadores en Internet encontraron información sobre cada posible participante. El programa ni siquiera se había estrenado y ya había algunas fans organizadas en Twitter, lo que demostró que esa era la mejor idea que había tenido. Muy pocos medios tocaron el tema de Jonas el mujeriego, prefiriendo imprimir al galán de las telenovelas con la pregunta: ¿Quién será la pareja perfecta para el chico guapo? Estaban llegando a la recta final de la preproducción y el programa debutaría muy pronto.

Un golpe en la puerta de su oficina desvió su atención de la pantalla de la computadora.

— Entra —dijo. Se abrió la puerta y entró Jonas con una amplia sonrisa.  — ¿Listo?

— ¡Por supuesto! ¡Tengo diez hermosuras a mi disposición! — Se rio y se sentó en el suave sofá de la sala, cruzando las piernas y estando cómodo, como siempre lo estaba cuando iba allí. — Prometiste que podía elegir a las chicas, pero no me dejaste participar en la selección. El actor frunció el ceño y Bruno se rio.

— Necesitábamos seguir algunos requisitos previos, pero Ellen me dejó la decisión final. ¿Quieres ayudarme?

— ¡Por supuesto!

Se levantó y cruzó la oficina, dio la vuelta al escritorio de Bruno y se sentó en la silla que había cogido por el camino. Mientras esperaban a que se abriera la pantalla, escucharon un golpe suave en la puerta y Melissa entró.

— Hola, jefe... ah, estás aquí. Ella puso los ojos en blanco cuando vio a Jonas.

— Lindura, me verás muchas veces mientras las cámaras siguen todos mis pasos — dijo Jonas, sonriéndole y guiñando un ojo de manera encantadora, por lo que pareció irritarse mucho más que domesticarla.

— No sé si puedo evitarlo— Dijo, pero antes de que Jonas tuviera la oportunidad de hablar, Bruno los interrumpió.

— Ya, paren los dos. ¡Este momento es importante!

— ¿Qué están haciendo? —Preguntó ella con la ceja levantada y los brazos cruzados.

— Elegiremos a las cinco finalistas. Las chicas que van a competir — respondió Bruno, y Mel sonrió. Ella sabía lo mucho que estaba entusiasmado el jefe con el programa de Televisión.

— Bruno, ¿Ellas van a participar en las pruebas? —  preguntó Jonas con expresión pensativa, viendo a Melissa fulminar con la mirada.

— ¡Podrían competir! ¿Qué opinas de un concurso de camisetas mojadas y una lucha con jalea?

Bruno se rio y Mel puso los ojos en blanco, murmurando baboso para Jonas. Él le hizo un guiño de nuevo.

— Queremos encontrar tu amor, idiota, no el próximo polvo casual que te llevarás a casa — respondió el empresario, y Jonas se rio, complacido de haber irritado a la pelirroja. Parecía una bomba de tiempo a punto de explotar cuando él estaba cerca. — Acerca una silla, Mel - Le dijo Bruno. — Ven a ayudarnos a elegir.

La chica siguió la sugerencia del jefe y