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El ombligo como centro erótico
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Libro electrónico124 páginas50 minutos

El ombligo como centro erótico

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El doctor Gutierre Tibón ha realizado uno de los estudios antropológicos de mayor rareza dentro de los temas exóticos que se dan en la naturaleza humana. Su disertación acerca del simbolismo y real connotación erótica del ombligo femenino en diversas culturas y a través de la historia abre una nueva visión sobre tan conspicua zona del cuerpo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 abr 2019
ISBN9786071639400
El ombligo como centro erótico

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    El ombligo como centro erótico - Gutierre Tibón

    COLECCIÓN POPULAR

    189

    EL OMBLIGO COMO CENTRO ERÓTICO

    GUTIERRE TIBÓN

    EL OMBLIGO COMO CENTRO ERÓTICO

    MÉXICO

    Primera edición (Colección Popular), 1979

    [Segunda edición (Lecturas mexicanas), 1984]

       Quinta reimpresión, 2001

    Primera edición electrónica, 2016

    D. R. © 1979, Fondo de Cultura Económica

    D. R. © 1988, Fondo de Cultura Económica, S. A. de C.V.

    D. R. © 1998, Fondo de Cultura Económica

    Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

    Comentarios:

    editorial@fondodeculturaeconomica.com

    Tel. (55) 5227-4672

    Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

    ISBN 978-607-16-3940-0 (ePub)

    ISBN 978-968-16-0373-1 (impreso)

    Hecho en México - Made in Mexico

    PRÓLOGO

    Cuando, hace ya muchos años, supe que México significa en náhuatl en el ombligo de la Luna, quise descubrir la raíz de tan peregrina denominación. En 1975 salió mi libro Historia del nombre y de la fundación de México, compendio de seis lustros de investigación, buena parte consagrada al ombligo en la concepción esotérica azteca. (La segunda edición aumentada está prologada por Jacques Soustelle.)

    La continuación de mis estudios onfálicos me llevó a elaborar un ensayo sobre El ombligo como centro cósmico, también editado por el Fondo de Cultura Económica en 1981. Al terminar este libro me di cuenta de que en sustancia se trataba de una contribución a la historia de las religiones, y con este subtítulo se publicó.

    El último capítulo está consagrado al ombligo como centro erótico. Estaba lejos de imaginar que el ombligo, además de centro cósmico, geográfico, arquitectónico, psíquico, tuviese también tantas implicaciones sexuales. Mi punto de partida fue un versículo del Cantar de los Cantares; con él se enlazan alusiones del Kama Sutra y de Las mil y una noches. Los mitos de Onfalia y de la Venus Cipria me abrieron nuevos horizontes; la leyenda boloñesa de Venus y el tortelín me dejó con la sonrisa en los labios; los ritos de Carnac y la umbigada brasileña llamaron mi atención sobre aspectos netamente eróticos.

    Las páginas dedicadas al mundo antiguo y clásico pertenecen todavía al ámbito mágico y religioso; pero no así lo que se relaciona con la actualidad. Me veo obligado, pues, a publicarlo en forma separada, independiente, en este libro. Con todo, la primera parte, que forma el último capítulo de El ombligo como centro cósmico, no puede faltar, por su contexto básico.

    Mi obra como escritor, durante casi ocho lustros, no ha sido de imaginación sino de investigación; por temperamento, o por comulgar con la tendencia manzoniana, no he tratado temas escabrosos: lo que no significa que atribuya falta de ética a los buenos escritores que tienen el valor de decir descarnadamente hechos humanos de esa índole. No creo haberme salido de mi línea al revelar la verdad sobre las estatuas de la isla de Pascua o sobre las figuraciones plásticas de la pubertad femenil en la América precolombina. Sólo hipócritas o espíritus mezquinos pueden ver en las relaciones mágicas de hombre y naturaleza —concepciones cósmicas de hondísimas raíces— algo que hay que callar u ocultar.

    Los datos aquí consignados han sido pacientemente recogidos en el curso de los años. He llevado a cabo, en esencia, un trabajo destinado al etnólogo, al psicólogo, al artista. Ciertas ilustraciones no deben juzgarse como intrascendentes, baladíes, sino que hay que ver en ellas documentos de antropología cultural contemporánea. Nada más alejado de mis intenciones que tratar estos temas con propósito frívolo.

    Mi deseo es que esta obrita despierte el interés por los dos libros mencionados y por el de próxima publicación, sobre el mito y la magia del cordón umbilical.

    G. T.

    EL OMBLIGO EN EL CANTAR DE

    LOS CANTARES

    GLORIFICACIÓN DE LA SULAMITA

    El Cantar de los Cantares, atribuido a Salomón, es el primer monumento literario en que se ensalza el ombligo femenino como dechado de belleza.

    El rey sabio glorifica los encantos de su amada: la Sulamita tiene ojos de paloma, voz dulce, cabellos como manadas de cabras, dientes como manadas de ovejas trasquiladas, labios como hilos de grana, mejillas como cachos de granada, contorno de los muslos como joyas, cuello como torre de marfil, vientre como montón de trigo, pechos como gemelos de gacela que se apacientan entre lirios. La Sulamita se compara con un muro y sus pechos son como torres. Los pechos merecen aún más alabanzas. Canta el poeta:¹ Tu estatura es semejante a la palma y tus pechos a los racimos […] Deja que tus pechos sean como un racimo de vid.

    Gemelos de gacela entre azucenas; torres de un muro, racimos de palmera, racimos de vid. Senos frutales, maduros de la Sulamita. ¡Qué desolación por su ausencia!: "Tenemos

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