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Así veo yo el tenis
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Libro electrónico127 páginas1 hora

Así veo yo el tenis

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Información de este libro electrónico

Este libro es una compilación de las primeras cincuenta columnas escritas por Arturo Núñez del Prado D, publicadas entre octubre de 2018 y julio de 2020 en el portal www.tenischile.com, en las que vierte toda la experiencia acumulada durante largos años de periodismo y tenis.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 oct 2020
ISBN9789569946813
Así veo yo el tenis

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    Así veo yo el tenis - Arturo Núñez del Prado D.

    Así veo yo el tenis

    Arturo Núñez del Prado D.

    © Arturo Núñez del Prado D.

    © Pehoé Ediciones

    Primera edición, septiembre de 2020

    ISBN Edición digital: 978-956-9946-81-3

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

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    Índice

    Lo tiré! (10-10-18)

    El arte de preguntar (23-10-18)

    No les creas, Garín (05-11-18)

    El efecto Frana (19-11-18)

    ¿Ahora sí, Malla? (03-12-18)

    La pasión por el tenis (17-12-18)

    La escucha: elemento clave en la comunicación entrenador - jugador (31-12-18)

    Su majestad, el doble (16-01-19)

    Cuatro consejos simples, pero eficaces (28-01-19)

    El liderazgo de Massú (14-02-19)

    El mundo al revés (26-02-19)

    Chaqueteros y partnercitos (12-03-19)

    La retirada del revés a una mano (25-03-19)

    Solo queda aplaudir (10-04-19)

    Garin ahora confía en el proceso (24-04-19)

    Es hora de pensar en el futuro (07-05-19)

    Garra, pasión y coraje (20-05-19)

    Frana, Luza y Stefanki (03-06-19)

    Un buen profesor de tenis (17-06-19)

    El Juego Interior del Tenis (02-07-19)

    El museo del tenis (15-07-19)

    Los cuatro cuartos de un campeón (29-07-19)

    Bipolares crónicos (12-08-19)

    La heroica aventura de ser profesor de tenis en Chile (26-08-19)

    La importancia de la biomecánica en el tenis (09-09-19)

    Los mejores profesores (24-09-19)

    El síndrome Kyrgios (08-10-19)

    La incidencia de las dominancias en el tenis (21-10-19)

    El cambio de rumbo de Nicolás Jarry (05-11-19)

    Sencillos tips para tener en cuenta (27-11-19)

    ¡Vamos por más! (07-01-20)

    El narcisismo: un rasgo de algunos padres de tenistas (03-02-20)

    Yo también entrené a Garín (19-02-20)

    A veces, perdiendo también se gana (09-03-20)

    Frases célebres (20-03-20)

    Tiempo de aprender y enseñar (25-03-20)

    Hoy, todos hacen frontón (02-04-20)

    La confianza del jugador, un elemento fundamental (06-04-20)

    El tenis: un deporte para valientes (13-04-20)

    Los libros de mi vida (22-04-20)

    El método propio (02-05-20)

    Las grandes revoluciones técnicas y tácticas en el tenis (09-05-20)

    Conceptos que no pasan de moda (14-05-20)

    ¿Qué es jugar bien tenis? (01-06-20)

    El entrenamiento invisible (11-06-20)

    Apuntes de cuarentena (18-06-20)

    La consistencia (24-06-20)

    Lo controlable y lo no controlable (06-07-20)

    La planificación de las clases particulares (13-07-20)

    Detalles que hacen la diferencia (27-07-20)

    A mi madre.

    A mi padre.

    Arturo Núñez del Prado D.

    Nacido en Santiago de Chile en 1972, es Periodista y Profesor de Tenis.

    Su hoja de vida periodística, consigna pasos por diversos medios de comunicación.

    Como Profesor de Tenis, en tanto, se ha desempeñado en diferentes clubes y academias.

    Este libro es una compilación de sus primeras cincuenta columnas, publicadas entre octubre de 2018 y julio de 2020 en el portal www.tenischile.com, en las que vierte toda la experiencia acumulada durante largos años de periodismo y tenis.

    Lo tiré!

    (10-10-18)

    Hace algún tiempo presencié un buen partido, que dejé de ver cuando los jugadores empataban a un set. Todo auguraba una tercera manga de muy cerrado desenlace, pero que se resolvió más rápido de lo esperado.

    ¿Qué ocurrió? El perdedor, según confesión propia, tiró o botó el último parcial. En otras palabras, no lo jugó aplicado siempre al máximo.

    Muchos creen, erróneamente, que botar un partido tiene onda.

    Pero, no. ¡A no confundirse!

    No esforzarse al máximo sirve como excusa perfecta, para no saber qué habría pasado si uno lucha con todas sus fuerzas. Siempre será más fácil argumentar, ante una derrota, que no se puso todo el empeño posible. Resulta mucho más duro verse obligado a reconocer que el rival fue mejor, aun cuando se batalló dejándolo todo en la cancha. Y, claro, no es sencillo gestionar la frustración que eso genera.

    Tirar un partido, un set o solo un punto es ante todo, una falta de respeto hacia uno mismo, al oponente, al fair play, al torneo y al tenis mismo.

    Botar un match es, también, faltarles el respeto a los entrenadores, que se esfuerzan por hacer cada día mejores a sus pupilos, y una ofensa a los padres, que financian los altos costos que implica que sus hijos compitan.

    Nadie les exige que ganen, pero que al menos hagan siempre su mejor esfuerzo. ¡Es lo mínimo!

    No se trata de ser lapidarios con jugadores jóvenes. Tienen derecho a equivocarse, como todos. Eso no se discute. El error es parte del aprendizaje.

    Pero en el mundo actual, de límites difusos y discursos tibios, en que el relativismo impera en muchos ámbitos, hay que ser enérgicos para decir que lo que está mal, está mal aquí y en cualquier lado.

    Hay que saber ganar jugando mal, porque solo 5 o 10 días en el año se juega, realmente, cómo uno quiere.

    Tirar un partido no es de jugadores con onda. Luchar hasta el final, sí. Los que corren hasta la última pelota siempre serán triunfadores. ¡Aunque pierdan!

    El arte de preguntar

    (23-10-18)

    Más de una vez me tocó, luego de perder un partido, escuchar a mi entrenador. Su discurso giraba en torno a que yo no había puesto en práctica lo entrenado, durante el match. Sus palabras, también, iban dirigidas a los múltiples errores cometidos, que me llevaron a la derrota.

    De eso, han pasado al menos 25 años, pero es algo que sigo viendo en la relación entrenador-jugador, en el tenis.

    No digo que esté mal, pero claramente es una fórmula incompleta, ya que no se considera la opinión del deportista. Y no se trata solamente de decirle a un niño, o adolescente, que ahora es su turno para hablar sobre lo sucedido en la cancha, porque no va a saber qué decir, en la mayoría de los casos.

    En ese momento es cuando, los profesores debemos emplear la herramienta que da el título a esta columna, para guiar la conversación: el arte de preguntar.

    El problema es que no estamos acostumbrados a formular preguntas. No consultamos, muchas veces, porque damos por hecho que la respuesta del otro es obvia, y será la que suponemos.

    Y no es así. El otro es un ser distinto, que siente y piensa diferente, así que siempre será mejor preguntar en vez de suponer.

    Lo ideal es que las interrogantes planteadas a los alumnos no sean cerradas. O sea, que no den pie para una respuesta como solo un sí, o un no.

    Por ejemplo, ante la pregunta ¿jugaste bien hoy?, el tenista puede responder afirmativa o negativamente, y ahí finaliza el diálogo.

    En cambio, si formulo una pregunta de expansión, como ¿qué piensas del partido que jugaste hoy?, voy a obtener una respuesta con contenido, ya que obligo a la persona a explayarse, por lo que se producirá un diálogo enriquecedor.

    Otro ejemplo: si consulto, ¿por qué no hiciste lo planificado en el partido?, es difícil que el jugador se abra, porque las preguntas que comienzan con por qué son intimidantes, ya que tienen una carga negativa y llevan un juicio implícito.

    Ahora, si pregunto, ¿qué hizo que no pudieras jugar de acuerdo a lo planificado?, o ¿qué te impidió jugar de acuerdo a lo planificado?, resulta más probable

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