DAVE BAUTISTA imparable
En mayo del 2002, el cazatalentos de la World Wrestling Entertainment llamó Dave Bautista para decirle que se comprara un buen traje. Iba a aparecer en Smack-Down, el show estrella de la lucha libre en la televisión de EEUU.
Bautista, que en aquel momento tenía 33 años, llevaba dos años destacando en el mundo del wrestling, y se mostró emocionadísimo por su debut televisivo. Dave se gastó 500 dólares en un traje, lo que para él entonces era mucho dinero, y lo llevó a que se lo arreglaran para que le quedara como un guante. Pero nada más llegar enfundado en su flamante outfit pasó a la ‘sala de despiece’. Alguien se dedicó a cortarle las mangas. Otra persona le dio una caja de metal con una larga cadena. Él había dado por sentado que saldría de allí convertido en estrella, pero, en vez de eso, en ese show se metería en el papel de Deacon Batista, el amenazador guardaespaldas del reverendo D-Von Dudley.
Bautista se sentía absolutamente ridículo en la piel de ese personaje, conocido por todos los aficionados a este peculiar deporte-espectáculo. Su cuerpo era su identidad, y le perseguía la sensación de que el personaje se lo había robado. En Batista Unleashed , las memorias que escribió en 2007, atribuye una intención muy significativa al casting: “Ellos lo que querían era forzarme para que aprendiera cómo trabajar. Y lo hacían alejándome de aquello en lo que siempre había confiado, que era mi cuerpo, y me ponían al límite para que aprendiera a lidiar ante la multitud con otras herramientas diferentes. Quizá detrás de todo aquello había una lección, y posiblemente esa lección fuera que la lucha libre se había adueñado de mí”.
Cuando tiempo después su personaje se enemistó con D-Von y empezó a luchar como Batista (él cree que la WWE fue incapaz de registrar su verdadero apellido, por lo que quitó la u y lo registró tal cual), fue su cuerpo el que lo proclamó campeón. Sin embargo, ahora, con 52 años, se niega a seguir construyendo su trayectoria profesional en torno a su anatomía.
En sus iniciosexperimentó alguna que otra decepción. Pero lo cierto es que, cuando nos reunimos vía Zoom para esta entrevista, pude comprobar que está viviendo un nuevo capítulo en su vida.
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