Amor sin engaño
Por Emma Richmond
()
Información de este libro electrónico
Si cabía la menor posibilidad de que las cosas entre ellos acabaran en boda, Kerith debía saber si todos aquellos rumores tenían algo de cierto. ¿Conseguiría que Tris confiara en ella lo suficiente como para contárselo... y que volviera a creer en el amor?
Autores relacionados
Relacionado con Amor sin engaño
Títulos en esta serie (100)
Un bello romance Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Corazón de madre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sabor del paraíso: Good time café Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRescatar un corazón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡Cásate conmigo! Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Más de cien besos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sueño de su vida: El deseo de un padre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sueño más real Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Futuro incierto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAprendiendo a amar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Secretos en palacio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mejor proposición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Regalo de Navidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBajo el muérdago Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa a medida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mejor familia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Algo tan irresistible: Duos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El valor de un millonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Más allá del amor Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El rey de su corazón: Entre la realeza (4) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El secreto de la heredera Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ocurrió en Venecia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Papá por error Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Princesa a la fuga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAtrapar a un jeque: Novias del desierto (1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El fin de los sueños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConspiración para dos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Encanto inocente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El reto más importante Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn retorno inesperado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Libros electrónicos relacionados
Una boda real Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOtra vez en casa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Invitación a palacio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl final del camino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstrategia de seducción Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Traicionada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sueño más real Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una novia entrometida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIdilio entre vecinos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Negocios o placer? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un nuevo corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl más preciado regalo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeseos y engaños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo la brisa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Desconfianza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn auténtico seductor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFantasmas del pasado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un día para encontrar un marido: Los hermanos McKenna (1) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna farsa real Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa fortuna de amar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amor difícil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiagnóstico: amor Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Heridas del pasado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnamorada de nuevo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amor de carretera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSu última oportunidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdad de sus caricias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlma solitaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSecretos sin fin Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPasión de vivir Calificación: 2 de 5 estrellas2/5
Romance contemporáneo para usted
Esclava de tus deseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Salvada Por El Alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El maestro y la virgen Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una virgen para el billonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato por amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Delicias Apetecibles Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Macho Alfa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vendida al mejor postor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Besos a medianoche Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El trío de Marley Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Novio por treinta días Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio por contrato: Lorenzo Bruni, #2 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La chica de mis sueños. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una y mil veces que me tropiece contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tú de menta y yo de fresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un sueño real Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Después de Ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa en la sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Soy una mamá Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Todo es posible... menos tú Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa olvidada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un hombre de familia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Prometida falsa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Amor sin engaño
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Amor sin engaño - Emma Richmond
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra. www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2001 Emma Richmond
© 2019 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Amor sin engaño, n.º 1676 - septiembre 2019
Título original: Marriage Potential
Publicada originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial.
Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Jazmín y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia.
Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited.
Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.:978-84-1328-642-6
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Créditos
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Si te ha gustado este libro…
Prólogo
ENFADADA, exhausta y preocupada, Kerith seguía paseando por la sala de espera. No entendía por qué había tenido que llevar al sobrino de su vecina para que este se encontrara con su padre en una estación de tren francesa. ¿Por qué no en su casa? ¿Por qué no en un restaurante?
Alta y elegante, Kerith tenía un cierto aire de superioridad del que ni siquiera ella se daba cuenta y un estilo por el que cualquier mujer daría lo que fuera. Llevaba el pelo suelto, enmarcando unas facciones aquilinas, muy atractivas. El largo cabello oscuro, los ojos verdes grisáceos y unos labios muy generosos, además de una figura esbelta pero con curvas le daban aspecto de modelo.
Era una mujer segura de sí misma, incluso demasiado a veces, ella misma lo admitía. Y cualquier cosa que se pusiera le quedaba bien. Casi nunca se maquillaba y no solía mirarse demasiado al espejo. No tenía tiempo para ocuparse de su aspecto, pero sus amigas envidiaban que no perdiera tiempo arreglándose y, sin embargo, estuviera siempre a la última.
–Vendrá –le aseguró Michael con una sonrisa.
–Claro que sí.
Pero, ¿y si no acudía? Llevaban una hora y media esperando. Podría llevarlo al apartamento que había alquilado y dejar un mensaje en el contestador de su padre, pensó. En algún momento iría a buscarlo.
–Se habrá retrasado por el tráfico.
–Se supone que soy yo quien debe tranquilizarte –sonrió Kerith, mirando un cartel.
Su francés no era muy bueno, pero parecía advertir sobre los carteristas. Aunque no había peligro porque la estación estaba desierta. Desgraciadamente.
–O a la mejor llegó a tiempo y como nosotros hemos llegado tarde…
–Solo diez minutos –lo interrumpió ella. Además, el padre de Michael podría haber esperado diez minutos–. ¿Y por qué aquí precisamente? Es un sitio un poco raro para encontrarse.
El niño se encogió de hombros.
–No sé.
–¿Tu padre no suele ir a buscarte a Londres, a casa de tu abuela?
–Sí, pero esta vez no podía.
–Ya veo.
Kerith no veía nada, pero si ese era el arreglo…
–No ha sido un buen día, ¿eh? –preguntó el crío, con una percepción poco habitual en un niño de ocho años.
–No –rio ella.
El trasbordador había llegado tarde, las carreteras estaban congestionadas, se le había pinchado una rueda… Y tanto retraso y espera la ponía enferma.
Dejando escapar un suspiro, Kerith se sentó al lado del pequeño en un banco. Podrían ser madre e hijo. El pelo de Michael era oscuro y rizado, como el suyo.
–Ojalá… –el niño no terminó la frase.
–¿Ojalá qué?
–No, nada –dijo Michael.
¿Ojalá su padre no llegase tarde? ¿Cuántas veces habría tenido que esperarlo? ¿Cuántas veces no habría llegado?
«Seguramente llegará tarde», le había dicho su vecina, Eva, con sorprendente despreocupación. «Nunca hace lo que tiene que hacer». Una frase nada consoladora cuando no había modo de ponerse en contacto con él.
Eva le había dicho que Tris Jensen era un mujeriego, un canalla. Pero las ex cuñadas solían odiar a los ex maridos de sus hermanas. Por lo visto, Tris era encantador, mentiroso y terriblemente egoísta. Y llegaba tarde, pensó, mirando el reloj.
–Vamos a esperar, ¿no? –preguntó el niño.
–Claro que sí.
Pero, ¿durante cuánto tiempo?
En ese momento, oyeron el frenazo de un coche en la calle y Michael se levantó de un salto.
–¡Es él! –exclamó, corriendo hacia la puerta–. ¡Papá! ¿Por qué has tardado tanto? ¿Qué te ha pasado?
Kerith escuchó la risa ronca de un hombre al que no conocía. No estaba disculpándose, no parecía contrito por su tardanza… y a ella le hubiera gustado darle un puñetazo en la nariz.
¿No se daba cuenta de cómo hacía sufrir a su hijo?
Intentando controlar su rabia, tomó la maleta del niño y salió de la estación.
Pero lo que vio no era en absoluto lo que había esperado encontrar. Esperaba a un seductor, un tipo cínico y frío, pero el hombre que estaba apoyado en el taxi no parecía nada de eso. Para empezar, tenía la pierna izquierda escayolada y se apoyaba en dos muletas.
Era alto y fibroso, con una preciosa sonrisa y unos ojos azules de ensueño.
Y llevaba una camisa de color caldero… horrible.
No podía caerle bien, se dijo. ¿Cómo iba a caerle bien un hombre que trataba de ese modo a su único hijo?
Michael seguía parloteando y moviéndose de un lado a otro, evidentemente encantado de estar con su padre. Y a Kerith le daban ganas de llorar al ver la adoración que había en sus ojos.
–¿Qué ha pasado? –estaba preguntándole–. ¿Cómo te has roto la pierna?
Kerith observó al hombre detenidamente. Ojos azul cielo, pelo castaño claro un poco revuelto, facciones suaves… muy atractivo.
En absoluto como había imaginado al marido de la difunta hermana de Eva.
No parecía el tipo de hombre fuerte y pagado de sí mismo. Y mucho menos alguien que se pasaba la vida yendo de un lado al otro del mundo, aunque tal era su ocupación.
–Ojalá pudiera contarte algo emocionante, pero la triste verdad es que me caí por las escaleras –contestó por fin.
Dejando la maleta en el suelo con un golpe seco para mostrar su desaprobación, Kerith carraspeó para interrumpir el tête à tête.
–No estaría mal mostrar cierto arrepentimiento por habernos hecho esperar casi dos horas –le espetó–. Tengo que irme, Michael. No olvides la maleta –añadió, dándose la vuelta–. Y, por cierto, no debería ponerse una camisa de color caldero, señor Jensen. Le sienta fatal.
Capítulo 1
DEJA DE pensar en él», iba diciéndose Kerith a sí misma, enfadada, mientras caminaba por la arena.
Aquella preocupación por el padre de Michael, un hombre que la disgustaba profundamente, era completamente ridícula.
Aunque, en realidad, no lo conocía. Pero Eva sí lo conocía, pensó, mientras se secaba el pelo con una toalla. Y ella le había dicho…
A pesar de todo, no tenía derecho a ser grosera con él. Y lo había sido.
Pero no le gustaban los seductores. Su padre también había sido un seductor. Uno de esos hombres que caen bien a todo el mundo y que esperan ver sus pecados perdonados solo porque son guapos y simpáticos.
Aunque a ella le daba igual. No iba a mantener una aventura con el padre de Michael. No tenía que verlo siquiera. Solo había llevado al niño a la estación.
Entonces, ¿por qué se había enfadado tanto? Desde luego, Michael parecía adorar a su padre. Era un chico tan listo, tan bueno… ¿Por qué quería tanto a un padre que, según su tía, nunca recordaba la fecha de su cumpleaños? Que nunca pagaba el colegio a tiempo, que siempre llegaba tarde…
Pero, ¿no había adorado ella a su padre a pesar de que era exactamente igual que Tris Jensen?
A veces pensaba