Trece

Por L.B. Moore

Moore, un msico envuelto en el ostracismo, que hace de la soledad y el desamor sus musas, decide, tras un cmulo de decepciones, abandonar el mundo que le rodea, y buscar en otro, la apreciacin de su obra.
Le acompaar su guitarra, la amante fiel y perfecta, cuyas cuerdas gritan el dolor y la pasin que le transmite cuando la toca. A su llegada a este nuevo mundo, conocer a Aker: el Macho Cabro; dueo de un reino ilimitable, que, tras escuchar sus canciones, le ofrecer la inmortalidad de su obra y de su nombre. Moore, firmar un pacto, y arrastrar tras de s multitud de seres, que se nutrirn de la energa que mana de las notas de su guitarra, mientras el olor a azufre empapa sus ropas.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 1 feb 2012
• ISBN: 9781463319335

L.B. Moore

Tras el pseudónimo L.B.Moore, encontramos a una escritora cuya trayectoria, aunque corta, ha dado sus frutos. Después de tocar brevemente el género erótico, se comprometió con la ciencia ficción. Su primera obra titulada Metro Blues, compuesta por cinco historias cortas, fue publicada en 2009. Trece, su segunda obra, es un relato corto que nos muestra su pasión por la música y sobre todo por el blues y la guitarra eléctrica. Está interesada en las ciencias ocultas y en todo lo relacionado con el comportamiento humano, donde luces y sombras, forman una interminable cantera para llenar páginas en blanco.

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Trece

L.B. Moore

Copyright © 2011, 2012 por L.B. Moore.

Número de Control de la Biblioteca del

Congreso de EE. UU.:                2012901389

ISBN:      Tapa Blanda                978-1-4633-1934-2

                Libro Electrónico        978-1-4633-1933-5

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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Para ti; para el genio; para el músico incomprendido,

cuya excepcional obra, compuesta entre las sombras,

es merecedora de la luz del universo.

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Con incomodidad y asco miró el enjambre de insectos que revoloteaba entre las cuatro paredes de la habitación.

-Parece que El Señor de las moscas ha mandado parte de sus pequeños acólitos para mostrarnos el poder que tiene y como le sirven- murmuró la figura que, entre sombras, se acercaba a la ventana-. Y como todas las noches-continuó- volverá la máquina exterminadora de plagas esparciendo un potingue inútil- sonrió con dejadez- Nada aniquila los parásitos de un cementerio; les atrae el hedor de los escasos cadáveres cubiertos con una simple y mínima capa de tierra; su descomposición hace que los jugos, la sangre y la grasa, emerja y se filtre hasta embadurnar cuerpos semihumanos y máquinas, cuyos filamentos de cobre reciben de la ciencia el nombre de venas.

La sombra miró a los lejos y observó unos pequeños puntos luminosos e intermitentes.

-Ahí están los rastreadores de cuerpos; son tan fríos como lo que van recogiendo y luego abandonando en el cementerio; solo llevan calor en la maquinaría que les mueve.

Abandonó la ventana y se fundió con la oscura espesura de un ocaso que ya inundaba la reducida estancia. Se acomodó en un viejo y destartalado sillón y suspiró profundamente acercando la mano enguantada al cajón de la mesilla.

La monocromía formaba parte de su vestimenta y junto a ella, para que el misterio o, tal vez la timidez, fuera más patente, cubría su rostro con un maquillaje tan negro como la noche. Solo sus ojos, color miel, mirando ahora fijamente el objeto que tenía en la mano, acreditaban que era un humano y no una criatura llegada del reino de las tinieblas.

-Cualquiera que supiera de lo que me nutro, de lo que se mantiene mi espíritu para que mi cuerpo permanezca en la cima, me tacharía de monstruo- dijo en tono bajo mientras ponía al descubierto su brazo izquierdo.

Con gesto de rabia contenida miró el objeto que tenía en la mano; el pequeño cilindro que almacenaba en su interior una espesa y oscura sustancia. Lo colocó sobre la piel de su antebrazo y con el dedo índice hizo presión.

Un breve gemido de dolor salió de su garganta y tras él, un susurro de placer, de plenitud que se reflejó en sus facciones ya totalmente relajadas.

-Si fuera un vampiro mi cuerpo se nutriría de sangre fresca, pero no… Vivo del detritus, de la carroña que se descarga en un cementerio que más parece un vertedero, por tanta chatarra que cubre la mayoría de los cuerpos.

Los ojos color miel fueron desapareciendo bajo unos párpados que lentamente se cerraban a la realidad presente, llevando al ser que descansaba en el viejo sillón, a un pasado no muy lejano y a vislumbrar una imágenes que su cerebro guardaba como postre para después de sus puntuales festines.

-"Quieres eternizar tu música tanto como tu cuerpo;