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Enigmas De La Heróica
Enigmas De La Heróica
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Libro electrónico232 páginas3 horas

Enigmas De La Heróica

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Información de este libro electrónico

La autora Lucy Rubl, nace un 5 de mayo en Paysandu, Uruguay.
Hija tercera de matrimonio, descendiente por lnea paterna de
inmigrantes Croata-Italianos.
Introvertida por naturaleza desde nia. Gusto por todo lo que es arte:
Dibujo, pintura, fotografa, lectura. Amante de la naturaleza animales
y plantas. Est casada con Daniel madre de 4 hijos y es abuela de dos
nietos. Fascinada por la literatura, descubre su vocacin: Escribir.
Incursionando primeramente en composicin de canciones, poesa,
cuentos infantiles y dibujos recreando relatos de suspenso. En este
libro cuenta las trgicas circunstancias vividas por diferentes nios
en una ciudad donde personajes misteriosos conviven a diario dentro
del mundo real. Experiencias inolvidables de hechos trgicomicos.
Diferentes escenarios donde el misterio y a veces la locura toman de
rehn a los habitantes del lugar. Hace que el lector se convierta no
solo en espectador sino un testigo mudo de sucesos que lo lleva a
desenlaces inesperados.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento20 jun 2011
ISBN9781617644269
Enigmas De La Heróica
Autor

Lucy Rubil

La autora Lucy Rubíl, nace un 5 de mayo en Paysandu, Uruguay. Hija tercera de matrimonio, descendiente por línea paterna de inmigrantes Croata-Italianos. Introvertida por naturaleza desde niña. Gusto por todo lo que es arte: Dibujo, pintura, fotografía, lectura. Amante de la naturaleza animales y plantas. Está casada con Daniel madre de 4 hijos y es abuela de dos nietos. Fascinada por la literatura, descubre su vocación: Escribir. Incursionando primeramente en composición de canciones, poesía, cuentos infantiles y dibujos recreando relatos de suspenso. En este libro cuenta las trágicas circunstancias vividas por diferentes niños en una ciudad donde personajes misteriosos conviven a diario dentro del mundo real. Experiencias inolvidables de hechos trágicomicos. Diferentes escenarios donde el misterio y a veces la locura toman de rehén a los habitantes del lugar. Hace que el lector se convierta no solo en espectador sino un testigo mudo de sucesos que lo lleva a desenlaces inesperados.

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    Vista previa del libro

    Enigmas De La Heróica - Lucy Rubil

    Copyright © 2011 por Lucy Rubil.

    Número de Control de la

    Biblioteca del Congreso:      2010942235

    ISBN: Tapa Blanda              978-1-6176-4425-2

    ISBN: Libro Electrónico      978-1-6176-4426-9

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    307681

    ÍNDICE

    Introduccion

    Agradecimientos

    * La Luna Y Clarita *

    * Reir Por No Llorar *

    * Lobizón Descubierto *

    * Mirna, La Madrina *

    * Don Rubio, Sus Talentos Y Cachito *

    * Las Gitanas *

    * Inconfesables Secretos *

    * Bebés Que Se Fueron *

    * Arenas Peligrosas *

    * El Aljibe De Los Llantos *

    * Maléfico Duende Gris *

    * Un Milagro Para Renata *

    * Pinky *

    * La Noche Del Platillo *

    Conclusión

    Dedicado a mi padre:

    Doctor Adolfo Rubíl

    A mis intructoras e inspiradoras mis maestras

    Sra Tula y Sra Hilda Coppes.

    La autora: Lucy Rubíl

    INTRODUCCION

    CIUDAD HEROICA

    Historias que se tejen entre lo real y mágico, fábulas que crearon un entorno rodeado de misterios donde valientes héroes como Leandro Gomez según cuentan fue entregado y tristemente muere en un paredón fusilado. Ciudad de muy pocos esclavos y muchos imigrantes Italo—Franceses, Brasileños y Portugueses la sangre Charrúa siempre presente hacen de esta hermosa pero enigmática ciudad una mezcla cultural de razas y el idioma con acento lunfardo más que interesante.

    En La Heroica casi todos los hijos de esta gran ciudad se conocen donde el orgullo más importante es nuestro Río Uruguay sus fábricas cerveceras reconocidas mundialmente, los excelentes viñedos y fantásticas panaderías el famoso postre

    Chajá la delicia sanducera, sus paradisíacas playas y arroyos cristalinos

    Las aguas termales y el turismo conjugan lo bello que tenemos más la riqueza de su suelo en un ambiente natural vemos crecer la ganadería sana, sin nocivos aditivos. La cultura se abrió paso a los ponchazos para darle vida, amistad y sonrisas al progreso y al bienestar de la población. Aunque contaba con pocos años con el paso del tiempo, las vivencias en el viejo barrio, metido justo al norte del corazón de la ciudad litoraleña fue un lugar perfecto para desarrollar los cinco o más sentidos según mi madre donde sus habitantes familias vecinales, jóvenes parejas trabajaban en lo que fuera para forjar su futuro y el de sus hijos en pos de una vida mejor. Poseedores de talentos diversos, otros más curiosos, me enseñaron la alegría y emoción de vivir con respeto hacia los mayores y también con ciertos misterios de algunos de los personajes al que nos enfrentó la niñez.

    Hijos de inmigrantes italianos algunos, varios nacidos en el lugar mestizos y criollos, hacían un pintoresco sitio donde convivir juntos aunque separados por calles y casas era toda una experiencia. Las bromas y risas nunca faltaban, ni los momentos sobresaltos de cada día y aunque los mayores no se dieran ni cuenta los niños persibíamos lo que ellos ocultanban tras un entorno aparentemente apacible. Los ruidos de la aceitera, el ferrocarril, los diferentes silbidos de las fábricas en los ocultos sitios donde tampoco se ven pero escuchan sus latentes sonidos matutinos y vespertinos marcando parcial e inequivocadamente con sus horarios acompasando nuestra vida. El aserradero de lo de Moreira donde mi padre solía ir a cortar la madera para trabajarla, también los recuerdos lejanos del río Uruguay con sus veleros del Yath Club playas Mayea, Park y la más cremona Municipal los ómnibus de Copaycon sus ticket para jubilados sus amables choferes. Las ferias municipales donde feriantes y clientes formaban también una gran familia en crecimiento, con sus cantos sin rimas a veces llegando fielmente martes juevesy domingos con sus camiones, tablones y caballetes, los animados verduleros armándolos por las madrugadas con cánticos silbidos y algunas veces puteadas los coloridos floristas, vendedores clientes y personajes de siempre que al llegar pasado el mediodía a cargar lo que resta y a casita. La Gran Corporación del Valle con sus frutas y verduras que pesaban la mercadería jugosa, colorida y brillante frente a nuestros ávidos ojos en una palangana de plástico la limpieza municipal con sus parsimoniosos barrenderos, piropeando siempre que podían disimuladamente haciendo algún ruido estrepitoso o tos sospechosa para que la dama se volteara a ver y así poder saludarle o sonreir.

    Las enormes máquinas amarillas que aplanaban las toscosas calles con sus demoledores tanques, los obreros y sus familias, los pescadores cargando su pesado palo a cuestas con sus bagres y bogas frescas, los antiguos y modernos después repartidores de leche los típicos almacenes barriales donde todavía sobreviven dando el fiado acostumbrado a los nesecitados que cuando tenían algun pesito dejaban a la almacenera con su cuenta no pagada, el clásico clavo.

    Las rubicundas rusitas con sus largas faldas coloridas y sus bellos pañuelitos de seda natural sus cremas, manteca caseras y huevos frescos en sus primorosas canastitas tapadas con mantelitos hechos también caseros con hilos bordados.

    El olor fragante de la hierba fresca, las alegres amapolas, claveles de colores y perfumes de rosas del jardín de mi madre, los exquisitos sabores de la lechuga y el tomate cosechados por mi padre en su inmensa quinta.

    Los típicos asados, la tripa gorda y el chinchulín al candente calor de las brazas

    Las quermeses bailables, las guitarreadas y cumbias, salsas, folkclore y el más fragante y naciente con fuerza, poder y rebeldía:nuestro canto popular inventado desde lo profundo del corazón uruguayo con rimas de poetas de sangre charrúa y emigrante expresando lo que nadie se atrevía a decir en tiempos de dictadura y represión.

    El carnaval mas largo del mundo lo tiene mi país dura un mes y si lo dejan más¿Sino donde poder expresar y divulgar lo que el pueblo siente? y

    ¿quienes sino las murgas?con su brillo, carapintada, desparpajo y verborragia dando rienda sueltas a las letras del corazón y boca del pueblo de la ciudad su tristeza, sus logros y ambiciones, enojos y alegrías o lo que fuera allí presente con sus comparsas y danzas las carrozas con desfiles de cabezudos el papel picado, los pomos y las bombitas de agua, las vedettes de sensual anatomía cimbrando ardientes las caderas al ritmo del chá chá, chás candombero.

    Donde siempre está presente la mujer uruguaya con su incomparable belleza y elegancia producto de mezcla de razas de emigrantes europeos.

    En todas las fiestas sus reinas de carnaval, semana de la cerveza y de la prensa dejan su huella imborrable por la atestada calle18 de Julio al verlas pasar las reinas y princesas en carrozas exquisitamente adornadas también sus carros alegóricos.

    Donde hay un tablado o un escenario los artistas, la fiestas del pueblo la esperanza, el amor la solidaridad nunca muere todo eso y mucho más impregnaron mi mente a tal grado de poder sentir sus agradables sonidos de voces risas melodías y fragancias a través del tiempo y la distancia.

    A medida que crecían los niños, iba tomando forma la convivencia diaria de los vecinos y lugareños.

    Personajes misteriosos algunos otros no tanto, pero llenos de vida propia que con el correr del tiempo vuelven para darle vida a estos fantásticos relatos.

    Se asemejaban a fantasmas que volvieron en forma de letras para poder comunicarlas, dar vida a lo que parece intrascendente que muchas veces no es relatado pero marcando con el paso de los años su huella indeleble que forman la parte íntima y secreta sin dejar su característica folcklórica de ciudad.

    Un lugar donde también abundan lo místico y en antiguos lugares crece lo oscuro anida raíces porque suele esconderse por los rincones escurriéndose sigiloso al acecho secretos espíritus, lobizones, muertes misteriosas momentos que una ciudad es sacudida por hechos sin presedentes que forman el carácter de sus habitantes y hacen de ella una ciudad latente con pasado e historia.

    Lo fuerte e impresionante, lo captado por la mente casi infantil vuelve hoy visto desde un ángulo propio maduro con personajes inolvidables que dejaron marcado un pasado más de lo increíble e inimaginable lo que quizás nadie te contó porque estaba en un viejo rincón de un desvensijado cajón con telarañas de olvido hoy las rompes y son reveladas en éste mi primer libro.

    Los nombres de todos, las circunstancias descriptas fueron recreadas y fruto solo de mi imaginación pero basadas en la realidad ante cualquier suceptibilidad absténgase el lector.

    Cualquier parecido es simple coincidencia.

    AGRADECIMIENTOS

    Especialmente a mi Dios por darme la existencia y poder descansar en El.

    Quiero dedicar este libro a todas las personas que me empujaron con ánimo y amor para que diera este gran paso a la literatura.

    Un gracias enorme a mi esposo Daniel por haberme apoyado incondicionalmente aunque a veces me jalaba las orejas para que terminara lo que escribía hoy se lo agradezco y a Dios por el amor que nos tenemos y sentirnos unidos ante las circunstancias que nos ha tocado vivir con las bendiciones de su misericordia cada día.

    Un enorme, intenso: ¡Gracias esposo!

     *

    LA LUNA Y CLARITA *

    Mi viejo barrio pertenecía a una región más bien con cuesta arribas, largas calles entoscadas con subidas y bajadas y muchísimos árboles especialmente eucaliptos.

    Si no llovía por mucho tiempo, polvareda todo el día y si pasaban velozmente los camiones de la Intendencia Municipal peor, comíamos tierra todo el día, cosa tal vez que ellos ignoraban.

    Miraba con asombro de niña de solo 8 años que me parecían enormes los árboles de mora, los paraísos gigantes con sus verdes semillitas.

    La quinta de mi padre que trabajaba de sol a sol, cocechando fragantes lechugas perejil las zanahorias jugosas las acelgas eran sembradas, pero a veces el suelo de puro fértil nacían donde ellas querían pues las encontrábamos entreveradas en el jardín de mi madre y por los rincones más insólitos del terreno de mi casa.

    Las margaritas y geranios que adornaban la casa donde nunca faltaban flores que revivían de brillantes colores cuando mamá las regaba con agua que sacaba del pequeño pozo de agua salobre construído al fondo.

    Había estado lloviendo casi toda la tarde, después que llegué de la escuela, salió el sol, entonces miraba los patos de la laguna de enfrente como se bañaban.

    Me gustaba la mamá pata cuando salía con los patitos detrás pero una vieja que decía que los patos eran suyos y no los dejaba tocar.

    Entonces yo me llevaba una lata y un frasco de salsa de tomates vacía y limpia cazaba renacuajos, metiéndolas en la lata agujereada, se escurrían luego los ponía en el frasco con agua para que se mantuvieran nadando ¡a mi gato negro el ‘‘ Mirringo’’ le encantaba! éramos muy compinches, donde yo iba el me seguía con su esbelta figura y su larga cola, de pelaje corto, suave y muy brillante.

    Se sentaba muy juicioso al costado, siempre seguro de no mojarse un solo pelito en el pastito pacientemente esperaba su merienda al borde de la laguna.

    Mirringo se deleitaba engrulléndo las tiernitas y apetitosas ranitas, pero también mirando subyugado con sus enormes y amarillentos ojos las que ya había en el frasco, moviéndo sus largas colitas de renacuajo.

    Me preguntaba porqué esa vieja decía que eran suyos si los patitos vivían en la calle peligrando que algún camión de la intendencia los pasara por arriba.

    A la vieja Celestina le faltaban casi gran parte de los dientes, todo el día se la pasaba mascando y escupiendo tabaco era impresionante de ver¡pero más de oler!pues siempre andaba con el tabaco metido en los bolsillos de su vestido junto con sus hojillas para armarse un cigarrito y obviamente los fósforos para encenderlo también porque afuera de su ranchito había un fogón donde ponía a hervir su pucherito, ensopado o lo que fuera.

    La gran mayoría, como era una niña me parecían que todos eran viejos pero ella parecía ser la ancianita que les ganaba a todos se veía toda desdentada y arrugadita como una pasita de uva.

    Cuando venía una tormenta doña Celestina salía con un hacha dispuesta a cortarla y siempre había alguien curioso que le preguntaban que—¿qué hacía?

    -¿Yo?¡ahora vas a ver como yo corto la tormenta y se va a otro lado!

    -¿Con un hacha?Le preguntaba yo inocentemente curiosa

    -¡Si, con ésta vieja hacha que era del finadito!-se refería a su esposo

    Decía alardeando fascinada empuñando fuertemente su famosa hacha de hierro doña Celestina, muy segura de sí.

    Y allí se ponía la vieja, meta hachear el viento desde la casa comentaba mi padre

    -Ya está esa vieja loca con sus brujerías el único que tiene el poder es Dios—cuando los vientos norte arremetían con su feroz ímpetu propio. parecía que a doña Celestina se la llevaba con ranchito y todo en medio de la ventolera, hojas y cenizas haciéndole volar sus frágiles trencitas grises por los aires y sus faldas largas pero ella, firme con el hacha sin dejear de masticar su tabaquito.

    Desde allí también obsevaba cuando se venía la tormenta con todo los patitos volando las alitas a buscar refugio en una vieja lata a salvo junto con mamá pata.

    Mis amigas eran de la otra cuadra en el cuesta arriba y a medida que llegaban más familias el barrio se ponía más lindo, especialmente para las vacaciones de verano, donde saltábamos a la cuerda, jugando a contar:

    -¡Aceite vinagre picante, picante picante!hasta que pisaba la cuerda y nos desparramábamos en el piso de tosca, era divertido, o sinó cantábamos

    -¡soltera casada viuda enamorada divorciada!el problema es que queríamos perder justo cuando la palabra era enamorada era ahí cuando se armaban las peleas porque algunas se percataban de la trampa mirando fijamente a las piernas.

    O sinó a las escondidas por las tardecitas, después de acarrear el agua de la otra cuadra que estaba bastante lejos, era cansador que te mandaran después de la escuela, ya que era un cuesta arriba.

    Con mi hermano nos llevábamos de maravilla entonces nos poníamos de acuerdo y organizábamos ferias para niños, a volar tarros abollados con escopetas con una goma en el gatillo yo hacía pastelitos fritos con harina y rellenos de dulce de membrillo que vendíamos a los que venían a casa, mi hermano usaba un parlante de plástico estilo trompeta y gritaba a voz en cuello:

    -¡Hoy gran feria para niños!, vengan no se la pierda—y si, venían muchos niños, hasta veinte contamos un día del otro barrio también a ver qué era esa feria.

    A veces hacíamos una piñata con bolsas, papel y caramelos, les vendabámos los ojos y a golpear con un garrote, otras veces organizábamos la famosa

    ‘‘cárcel del pueblo’’, donde encerrábamos a la víctima y algún amigo tenía que pagar un determinado precio, unas moneditas para soltar a su amigo y así recobrar su libertad, lo principal era divertirnos de paso hacer unos pesitos.

    Búsqueda del tesoro, que constaba de esconder un papel en algo, una botella de plástico, o un pedazo de tronco de árbol donde llevaba escrito bien metidito adentro por ejemplo:te ganaste el tesoro, antes yo escribía las pistas posibles en forma de que rimaran, por ejemplo: Llegando a lo de doña Morales, pasando los matorrales, bien apretado adentro de un mate grande y así salían todo mundo disparado a buscar el supuesto mate grande con el tesoro adentro.

    El que lo encontrara le dábamos los premios que con mi hermano, le comprábamos a nuestros padres que tenían un pequeño almacén, donde vendían, resfrescos cola, frutas, verduras y golosinas, nos divetíamos mucho.

    Mi hermano también tenía en la otra cuadra sus amigos, un poco lejos para nosotros, pero más para nuestros padres que no entendían porqué teníamos que jugar más allá aunque a los varones se les daba más libertad, cosa que las niñas no entendíamos pero nos gustaba supongo ese tipo de límites paternos ya que nos daba seguridad.

    Una noche clara de luna creciente, mi hermano mayor y su amigo el Ruben tendrían unos 12 años más o menos cada uno llegaron corriendo a casa muy asustados los dos con los ojos que ¡se le salían de las órbitas!

    Nos contó que hacía un rato largo ya, esa tarde que había ido a la casa de su amigo: jugando a la pelota, muy acalorados y con mucha sed, entre risas y empujones entraron a tomar un vaso de agua, pero cuando su amigo Ruben llamó a su mamá la encontró acostada y ni se movía por más que su hijo después la sacudiera

    -Dijo mi hermano Yayo el artista porque a el le gusta exactamente hacer los movimientos y aspavientos igualitos como si realmente fuera así, entonces no nesecitamos ejercitar tanto nuestra imaginación, solo lo mirábamos y sabíamos todo lo ocurrido por eso, ahora estaba haciendo señas con los brazos como si estuviera sacudiendo una persona, mientras su amigo lloroso lo miraba sin saber ni que hacer pobrecito, un poco tentado de la risa al ver a su amigo gesticulando unas gotas de sudor le corría por los costados de su cara ahora pálida.

    Ruben se sentó en un silla que amablemente trajera mi madre, en estos casos me gustaba observarla ella siempre era buena para consolar preocupada y

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