Los caballeros hospitalarios: Una guía fascinante sobre una orden militar católica medieval y de principios de la Edad Moderna y su impacto en las cruzadas, el gran asedio de Malta y la Edad Media

Por Captivating History

Guerra, virtud, corrupción, aventura: la historia de la Orden de los Caballeros Hospitalarios lo tiene todo.

Los hospitalarios comenzaron como cuidadores de los peregrinos cristianos en Jerusalén, pero pronto salieron de sus hospicios y adoptaron un nuevo papel militar que marcó para siempre la historia de la Europa medieval. Este libro trata de explorar el curioso ascenso de los hospitalarios desde sus humildes orígenes hasta convertirse en una de las instituciones más poderosas de la Europa medieval.

A lo largo de su existencia, los hospitalarios lograron desarrollar una reconocida tradición militar. Al principio, se limitaban a defender a los peregrinos que viajaban a Tierra Santa y les proporcionaban cuidados en sus hospicios, pero más tarde, gracias a su destreza y profesionalidad, los hospitalarios se convirtieron en una orden militar respetada y temida que luchaba por la cristiandad.

Tras innumerables desafíos, enemigos formidables y amenazas internas y externas, los caballeros hospitalarios consiguieron sobrevivir contra viento y marea y siguen existiendo hoy en día. Han adaptado su papel a los tiempos modernos, pero nunca han perdido su verdadera identidad y misión.

A continuación, le ofrecemos una idea de lo que encontrará en este libro:

• Una historia en profundidad del surgimiento de los caballeros hospitalarios.
• El desarrollo de las instituciones, estructuras burocráticas y funciones hospitalarias.
• La participación hospitalaria en los acontecimientos del Levante durante las cruzadas.
• Una inmersión profunda en las actividades militares de la orden, incluyendo las famosas batallas de La Forbie, Arsuf, Seforia, Ascalón, Rodas, y muchas más.
• Un repaso a los grandes maestres de la orden y a cómo marcaron su historia.
• La transformación de los Caballeros de la Orden de Malta y sus enfrentamientos con el Imperio otomano, incluido el gran asedio de Malta, considerado uno de los más famosos del Renacimiento.
• ¡Y mucho mucho más!

• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 27 nov 2023
• ISBN: 9798223411369

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Introducción

La historia del cristianismo abarca más de dos milenios y está repleta de detalles y relatos asombrosos que no se encuentran únicamente en las doctrinas o las sagradas escrituras de la religión. A lo largo de los siglos, el mundo cristiano ha sido testigo de numerosos acontecimientos que han influido enormemente en el curso general de la historia y han marcado la vida de innumerables personas. De todos estos acontecimientos, no es de extrañar que las cruzadas se consideren un punto de inflexión. La época de las cruzadas fue un periodo en el que una cristiandad ambiciosa y ya madura trató por primera vez de afirmar su posición de dominio en un mundo en constante cambio y con nuevas amenazas que podían socavarla. Durante doscientos años, los cruzados lucharon por el control de la Tierra Santa contra las potencias rivales del mundo musulmán, dando lugar a uno de los periodos más emblemáticos, pero, al mismo tiempo, más sangrientos de la época medieval. Ciertamente, el legado de las cruzadas es vasto. Una de sus consecuencias continuó afectando directamente al orden mundial medieval durante muchos años, incluso después del fin de los últimos reinos cruzados en ultramar: la creación de órdenes militares religiosas, en concreto los caballeros templarios y los caballeros hospitalarios. Los caballeros hospitalarios se conocen oficialmente como la Orden de Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén.

Examinar la existencia de estas singulares instituciones resulta convincente para los curiosos que deseen comprender la historia mucho más amplia del cristianismo medieval, enraizada en los conflictos, los cismas, la fe y la búsqueda del poder. Sin embargo, de las dos órdenes mencionadas anteriormente, así como de la orden teutónica, que se crearía algo más tarde, pero que aun así se convirtió en un icono de la historia europea, los caballeros hospitalarios son posiblemente los que atraen menos la atención del público en general y de los estudiosos. Es realmente un fenómeno interesante que los hospitalarios reciban menos amor que sus homólogos templarios o teutónicos, a pesar de que tienen los orígenes más antiguos y aún hoy siguen existiendo en diferentes formas. Aunque influyeron profundamente en el curso del mundo cristiano, tanto en Tierra Santa como en Europa, durante muchos siglos, puede surgir la sensación de que los hospitalarios se ven a veces eclipsados por los templarios, más representados en la cultura popular debido a su infame historia y sus elementos misteriosos. Los hospitalarios se ven incluso eclipsados por los teutones, más poderosos y más directamente implicados en la Europa medieval.

Este libro relatará la historia de los caballeros hospitalarios, una emblemática orden militar católica de Tierra Santa que poco a poco pasó de ser un pequeño hospital dedicado a atender a los peregrinos cristianos de Jerusalén a convertirse en una de las instituciones militares más profesionales y temidas de la época. La historia de los caballeros hospitalarios hunde sus raíces en sus humildes y nobles orígenes, y el camino de la orden hacia el poder y la grandeza es ciertamente muy intrigante. Como ya se ha mencionado, los hospitalarios nunca llegarían a ser tan ricos o influyentes como los templarios, ni llegarían a controlar directamente la cantidad de territorio que los teutones. Sin embargo, en el apogeo de su poder, los caballeros hospitalarios eran respetados en todo el mundo cristiano y musulmán. Siguieron desempeñando un papel activo e independiente tras la derrota de los cruzados, aunque se vieron obligados a abandonar Tierra Santa. Aun así, nunca dejaron de soñar con volver a sus días de gloria.

Hay mucha menos controversia cuando se trata de los hospitalarios que con los templarios, que fueron infamemente atropellados y perseguidos, acusados de abandonar lo mismo que les hizo famosos y respetados en primer lugar: su astucia y dedicación a la causa cristiana. Por el contrario, los hospitalarios fueron quizá la más noble de las órdenes, pues siguieron sirviendo a su propósito incluso en los tiempos más difíciles y lucharon contra los enemigos del mundo cristiano hasta el amargo final.

La primera parte del libro trata de los orígenes de la orden, que en realidad se remontan a un par de siglos antes de las cruzadas. La orden de los caballeros hospitalarios se desarrollaría y florecería tras la llegada de los cruzados a Jerusalén en 1099. Y no sería hasta el establecimiento de los Estados Cruzados cuando la orden adoptaría su función militar. Antes de eso, los caballeros hospitalarios habían gestionado un hospital para peregrinos cristianos en Jerusalén desde el siglo VII. El hospital había sido mandado construir por el papa Gregorio I en el año 603. Durante muchos años, incluso antes de que la idea de las cruzadas y de recuperar Tierra Santa entrara seriamente en la mente de los europeos, los hospitalarios, aunque aún no tenían ese nombre, lucharon bajo el control de diferentes líderes musulmanes. Aun así, mantuvieron su hospital y atendieron a los peregrinos, gracias a la ayuda de sus donantes europeos. Los capítulos centrales del libro abarcarán la época de las cruzadas y el posterior desarrollo de los caballeros hospitalarios hasta convertirse en una poderosa orden militar. Examinaremos las causas y consecuencias de las posteriores cruzadas e intentaremos comprender el papel de los hospitalarios en esas campañas. A lo largo de estos años, a los hospitalarios, al igual que a los templarios, se les asignaría el control de diferentes castillos en ultramar, lo que haría crecer su influencia directa y su estatus entre sus enemigos. Los hospitalarios actuaron como firmes defensores de la fe y se convirtieron en uno de los guerreros más temidos del Levante. En estos capítulos se examinarán también los procesos políticos que marcaron el curso de la historia hospitalaria y que condujeron a la derrota de los cruzados a finales del siglo XIII y al posterior exilio de los hospitalarios a Chipre y luego a la isla de Rodas, donde tendrían su cuartel general durante los años siguientes, hasta que se les presentará un nuevo desafío.

Los últimos capítulos del libro hablarán de las luchas de la orden en el exilio cuando se enfrentó a un Imperio bizantino debilitado y a un Imperio otomano cada vez más hostil. Examinaremos las diversas batallas contra los otomanos en las que participaron los caballeros hospitalarios, entre ellas las de Esmirna, Rodas y Malta. Tras abandonar Tierra Santa, la orden intentaría recuperar gran parte de su influencia, entrando en posesión de diferentes islas y castillos mediterráneos, pero nunca conseguirían resistir todo el poderío de sus enemigos sin el apoyo cohesionado del mundo cristiano, que seguiría tan dividido como siempre. Al final, examinaremos el legado de los caballeros hospitalarios, que aún hoy persiste bajo formas muy interesantes.

Capítulo uno – Orígenes de la orden

La cristiandad en crisis

En la Alta Edad Media, tras la caída del Imperio romano de Occidente, Europa era un lugar muy diferente de lo que sería unos mil años más tarde, tras la caída de Constantinopla en 1453. Sin embargo, mientras la geografía política de la región se transformaba a lo largo de los siglos de guerras y derramamiento de sangre, algo importante que se mantuvo fue el papel y el estatus del cristianismo en los diferentes estados europeos. Europa occidental y gran parte de Europa central ya eran profundamente cristianas antes del siglo VII de nuestra era, cuando el profeta Mahoma comenzó a predicar el islam a los árabes. Para los lectores de hoy en día, acostumbrados a sus vidas seculares, donde la religión está en gran medida separada de la víspera, el cristianismo no es un problema. Para los lectores de hoy en día, acostumbrados a una vida secular en la que la religión está muy separada de las actividades cotidianas, quizá sea casi imposible comprender la presencia del cristianismo en la vida de los primeros europeos medievales. Vivir una buena vida significaba vivir una vida religiosa y defender los principios de la Biblia y los Evangelios, especialmente para los nacidos en familias de clase alta.

Sin embargo, aunque todos los que sabían leer y escribir en Europa se esforzaban por llevar una vida religiosa, haciendo donaciones a la Iglesia y estudiando textos religiosos, la mayoría de ellos nunca tuvo la oportunidad de visitar el lugar donde todo se había originado: la ciudad santa de Jerusalén. Para ellos, Jerusalén era un lugar legendario. Habían leído sobre su maravillosa naturaleza y se habían dado cuenta de su importancia en el desarrollo y crecimiento de la religión cristiana. Muchos también sabían que la ciudad había sido un objetivo constante para los no cristianos durante muchos años, con el Imperio bizantino (un baluarte del cristianismo en Oriente) intentando constantemente mantener su control sobre Jerusalén. Durante el apogeo del Imperio bizantino en el siglo IV, el emperador Constantino el Grande logró defenderse de los enemigos del imperio y dedicó grandes recursos a la reconstrucción de muchos de los lugares sagrados de Jerusalén, incluida la Iglesia del Santo Sepulcro, que albergaba la Vera Cruz (la cruz en la que Jesús había sido crucificado). El control bizantino, que duraría hasta el siglo VII, hizo que peregrinos europeos devotos de su fe y dispuestos a dejar atrás sus vidas viajaran en oleadas a la Ciudad Santa, tratando de ver por sí mismos las maravillas