La vida cotidiana de los cruzados
Tras varias centurias de oscuridad y regresión que se han denominado en algunas regiones “los siglos oscuros”, a mediados del siglo XI Europa vive un periodo de desarrollo económico y de crecimiento demográfico. Además, cierta tranquilidad política se asienta en el corazón del Viejo Continente con el final de las invasiones vikingas desde el norte, de las incursiones de los pueblos de las estepas por el este y de la crisis del Islam al sur y sureste. Incluso la Iglesia recupera buena parte del prestigio perdido en el siglo X gracias a la reforma que lleva a cabo el papa Gregorio VII (1073-1085), que obliga a humillarse ante él en el castillo de Canosa en 1077 al emperador alemán Enrique IV, instaurando así la supremacía del papa sobre los poderes temporales de la Cristiandad. De este modo, unas nuevas relaciones políticas se consolidan y con ellas se fortalece el papel de la nobleza de sangre, que basará en el feudalismo todo un sistema de redes de poder y de influencia que durará siglos.
Europa mira hacia el Islam
La Iglesia reformada reacciona ante su gran enemigo intelectual e ideológico, el Islam, que desde el siglo IX viene demostrando un nivel científico y cultural superior. Pero todo está cambiando. La sociedad europea comienza a tomar conciencia de
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