Complicado y Loco Mundo: Complicado mundo, #3

Por Emma C. Laurens

"Complicado y loco mundo" es una producción literaria escrita por la periodista y psicóloga Emma C. Laurens, para mujeres jóvenes que transitan por la hermosa etapa de la adolescencia y de la mediana adultez. Su personaje, Sophie, encarna los atributos de la mujer joven que lidia con su crecimiento, buscando respuestas a sus continuos interrogantes… sobre todo, de las relaciones con los demás, del amor, y de su propia validación como persona.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Afrodita
• Fecha de lanzamiento: 23 abr 2023
• ISBN: 9798215591604

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Zapatito de cristal

Había una vez...

No, no, no...

Había, hay y habrá historias como ésta... mientras el humano sea reservorio de impredecibles sentimientos.

Lloró el hombre el trágico final de su amada, mientras en sus brazos dormía la pequeña de profundos ojos azules y dorados rizos.

Maldijo la joven la huida de su pretendiente, dejándola sola con la pequeña de enigmáticos ojos verdes y azabaches cabellos.

Se conocieron en un centro comercial mientras realizaban compras para sus magulladas vidas. Uno como estatua con dos marcas de talco en las manos, leyendo sus diferencias como si en chino estuvieran; la otra esperando que él, tan inexperto, se decidiera, para continuar con su automática existencia. Ella extendió un brazo y tomó el de etiqueta azul:

—Te conviene éste, es hipo alergénico –le dijo con intenciones de apurar el asunto.

Él se sorprendió... levantó la mirada y por primera vez se contemplaron, dando lugar al yin y yang.

La apreció muy linda en ese vestidito azul francia ceñido al cuerpo; lo contempló varonil en esos pantalones pinzados y zapatos urbanos. La visión periférica les jugó un traspié, al suponer vivencias en el otro por estar acompañados de sendos carritos con una bebota a bordo.

Ella desilusionada... pero con picardía argumentó:

—Debería tu esposa mandarte con la lista en letras grandes.

Él, bajó la mirada, triste y a secas... respondió:

—Ojalá tuviera... soy viudo.

Y ella, con vigor recobrado y sin meditarlo... sentenció:

—Y yo soltera.

Pero a pesar que los caminos se cruzaron y podrían haber seguido el mismo rumbo, sintieron que sus almas abrigaban una pesada carga, necesitada de alivio para emprender nuevo viaje. Así fue, que tras sonrisas se despidieron y cada quien con las compras siguió su rutina por meses.

Al filo del año se volvieron a encontrar en una juguetería, sin carritos porque las niñas ya dominaban el paso. Esta vez fue ella la que leía y releía las indicaciones de un artilugio mecánico; y fue él, quien la sorprendió:

—Si me permites, te puedo enseñar sus funciones básicas...

Ella no pudo ocultar el placer de volverlo a ver, y casi temblando, le entregó el juguete.

—¿Tú qué sabes de esto? –preguntó, usando el viejo truco de hacer sentir útil al hombre.

—Nada... pero para un ingeniero en electrónica no debieran existir muchos misterios –respondió con algo de arrogancia.

Ella se sonrojó, se relamió sus rojos labios con la lengua, concluyendo que aparte de guapo... el tipo parecía inteligente.

Y con este relato, con algunos agregados y variantes, es como explican en cada oportunidad, el cómo se conocieron, se enamoraron y decidieron compartir sus días con las dos pequeñas que a sus tres años se convirtieron en hermanas.

El hombre, apuntalado por su enérgica mujer, fue afincando fortuna y cosechando renombre para su empresa; mientras ella, por fin cumplía los sueños de verse una señora adinerada, en la lozanía de la vida. Las niñas no tenían parecido, salvo ser bellas, y gotas de aguas de mamá y papá.

Cada familia es un reino; y ésta en particular se empardaba con los cuentos; porque se sabe, nunca, ni en lo real ni en las ficciones se muestra toda la verdad. ¿Cómo es posible que tras episodios de muerte, traición, abandonos, dragones, villanos y brujas malditas... al final... todos vivieron felices? ¿Será factible el borrón y cuenta nueva, en que nadie resulta traumado, con desconfianza, o más no sea con una mísera pesadilla? Escapar de las heridas psicológicas es imposible, porque más temprano que tarde, sus huellas son parte de uno mismo.

Las niñas fueron creciendo y con el tiempo mostraron distintos temperamentos, carácter y atributos. Masha (la blonda) exhibió sagacidad en los estudios,