No son cosas de amor _ Aminta

Por Eva Caldera

No es una recopilación, recordando un lobo azul y cuentos cortos, la poesía no siempre trata de amor. Hay un más allá que no conocemos y otros que no quisiéramos ver a menudo...

La gente se siente, cuando caminan, cuando fuman y sonríen, algunas veces sientes lo mismo que ellos y el dibujo no es una opción para conocer personas más tarde y entregarles su retrato.

Un poco de sensaciones ajenas se enlazan, se dicen mucho gusto y hasta pronto. Cuando no sabes qué verás esta noche, justo antes de dormir los puntos suspensivos dan alivio...

• Idioma: Español
• Editorial: Eva Caldera
• Fecha de lanzamiento: 21 jun 2021
• ISBN: 9791220817158

Vista previa del libro

NO SON COSAS DE AMOR • AMINTA

Eva Caldera

Primera edición, 2021

© Eva Caldera Montilla, 2021

Ilustración de cubierta: Vianey Pineda

Derechos de autor: QUI-060022

Todos los derechos reservados. Queda prohibida, sin la autorización escrita de los titulares de los derechos de autor, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.

CONTENIDO

AMINTA

NO SON COSAS DE AMOR

A la vez

Adiós

Amistad

Buenas noches

Carta a un vendedor

Césped

De dos

Conejos

Confianza

Gracias

Librería

Amelia

Mamá

Maniquí

Reflejo

Papá

Repetido

Revoltillo

Se besan

Ser

Sexos

Silla

Sinvergüenzas

Taza de café

Té de tarde

Señora Isabel

Versito

Uno al día

En sus ojos yo veía la razón por la que nací.

Y en sus lágrimas sentía las razones por las cuales lo lograría.

Gracias, padres.

AMINTA

Aminta veía muchas cosas, pero, por lo general, no le creían…

Yo la veía, desde pequeña, andar sola, hablar con alguien más. Y no eran amigos imaginarios, esto no es una historia de terror.

A menudo tenía algunos elementos en común con grandes genios de la historia; de Albert, que empezó a hablar cuando quiso, tal vez recordaba cosas desde su primer año y nadie se enteró.

A los cinco veía con su abuela a una señora muy hermosa, de ojos azules, que se asomaba a la ventana de la habitación a chequear cómo estaba la situación, hasta que aparecía un peculiar niño correteando por todo lado; su primo menor, Antonio, también lo veía, pero para aquel entonces ya estaba medicado.

Al parecer todo era heredable y transferible, hasta los perros pagaban las hazañas de los espíritus andantes, pero Aminta los