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Retorno Al Paraíso
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Libro electrónico266 páginas3 horas

Retorno Al Paraíso

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Este libro desnuda historias familiares (blancas y negras) y las hermana a personajes de la mitologa y la filosofa.

Invitacin a la bsqueda, con lupa, del bien (a secas), que debe encontrarse en algn rincn del mundo.

Es un grito al alma humana para que huya, como pueda, de las llamas del infierno terrenal, volando sobre el fuego de las ambiciones, tal y como lo hizo "la Bikina", esta potranca chihuahuense que, calladita, mostro estar por encima siempre de las brasas humeantes que el mundo materialista le pona bajo las costillas. Ella es la primera herona de esta historia. Ella pone el ejemplo. Ella, animal de cuatro patas, ensea a los hombres y mujeres de este tiempo a relinchar con amor y dignidad, sin presumir sus virtudes a nadie, pero la vida real es una yegua desbocada.

Apolonio Rodrguez, entonces, se baja de la santa potranca y tiembla ante los reparos violentos de Juaritos, el caballo rabioso de Mxico.

Chihuahuense apasionado, cuauhtemense de corazn, es impactado por los ambientes deshumanizados de la frontera humeante.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento9 oct 2014
ISBN9781463392772
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    Retorno Al Paraíso - Justino Apolonio Rodriguez

    Copyright © 2014 por Justino Apolonio Rodriguez Loera.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014917071

    ISBN:   Tapa Dura               978-1-4633-9275-8

                 Tapa Blanda            978-1-4633-9276-5

                 Libro Electrónico   978-1-4633-9277-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 07/10/2014

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    672606

    ÍNDICE

    Dedicatoria Y Homenaje

    Corrido De La Bikina

    Prologo, A Manera De Un Cafecito Platicado Con Los Personajes Y Su Autor

    Introducción

    Capítulo I

    El Arrullo De La Soledad

    Capítulo II

    Burocracia De La Muerte

    Parte I Las Confesiones Del Alma De Beatriz Editorial

    Capítulo III

    Capítulo IV

    La Burocracia De La Muerte Segundo Editorial

    Capítulo V

    El Origen De Zulema

    Capítulo VI

    Recorrido Desde La Capital Hasta Ciudad Juárez, Chihuahua

    Capítulo VII

    En Calor Infernal Del Remoto Desierto ‘El Infiernillo’

    Capítulo VIII

    El Arribo A Phoenix

    Ley Arizona Sb 1070

    El Encabezado

    Capítulo IX

    La Luna Tiene Cara De Mujer

    Dedicatoria

    Y

    Homenaje

    Amistad fina que no excede los límites de lo justo, razón por la cual, comentan los que saben: Un amigo es para toda la vida. Bien visto por Dios el que tenga la suerte de tener uno.

    Corría la segunda mitad del siglo XX, El Colegio Palmore, en Chihuahua capital, pasaba por su mejor momento, el estudiantado en aquel lejano entonces, lleno de energía y belleza; porque se ha de saber que no existe juventud fea ni de malos sentimientos.

    En ese parque Lerdo, entre cuitas y desvaríos, las muchachas más hermosas que el mismo amanecer, superlativamente más lindas que las estrellas y más sensuales que los atardeceres rumbo a los campos menonitas, donde en el crisol del sol se cuecen quiméricas ilusiones y se distinguen gallardos jovenzuelos, dignos competidores, en belleza y gallardía contra los ídolos cinematográficos más famosos del momento, en fin, allí, en ese pedazo arrancado del paraíso terrenal, se vive la época de oro de esa generación que se fue con el viento, porque se puede presumiblemente pensar que:

    Nunca existirá

    Nada más hermoso que un encuentro de amor

    Para callarlo con besos

    A escondidas del sol.

    En la coyotera, como solía llamársele a ese pequeño rincón del mundo, nos juntábamos los estudiantes para platicar, especular, cantar un himno a la vida.

    Entre risas, chascarrillos, topos y jaranas fue donde conocí y nos hicimos amigos el hoy señor Octavio Guerrero, el buen Tavo, como lo bautizamos sus auténticos amigos, los compañeros de antaño que son un tesoro.

    Las inexorables leyes del destino, nuevamente provocaron nos volviéramos a encontrar, ya entrados en años, me dio mucho gusto saludar de nuevo a mi viejo amigo, después de saludarnos, fuimos a su rancho Corrales el Diez; con un apretón de manos y fuerte abrazo al instante nos reconocimos, empezando la charla de los tiempos idos, sin faltar desde luego la súplica para hacer remembranzas del famoso animal: La Bikina, Octavio, casi siempre evade contar acerca de ella, ésta vez, por tratarse de mí empezó su historia.

    "Mira Polo, la magnífica yegua, de un color café y negro, con cerca de 500 kilos de peso, pero más ligera que el viento, marcaba 14 segundos en 300 yardas, la única carrera que perdió, fue la que jugo contra la vida.

    Ahora, ya entrados en los 70 y más, el corazón se estremece cuando mi amigo sufre y las lágrimas lo traicionan al empezar a narrar los días de gloria, cuando la fina bestia la presentaba para escribir con letras de oro sus correrías en los centros de más renombre, nacionales e internacionales, esto me llenó de orgullo, satisfacción plena al detectar la clase de hombre que es mi amigo, con esa señal indubitable de sensibilidad y hombría, Octavio Guerrero demuestra la sensibilidad del ser humano que tiene corazón, señal indicativa de la alta sensibilidad del varón de alta valía, que sabe amar, demostrando con gallardía y razonamiento del recio individuo norteño que, aunque tenga bien fajados los pantalones, al recordar los imborrables recuerdos de las batallas ganadas a pulso en los carriles de la imbatible Bikina, las lágrimas lo traicionaron.

    La narrativa empieza, cuando mi cuate lleno de orgullo mira la cabeza disecada de la yegua, su legendario y amado animal, que murió invicta tras ganar 59 carreras en carriles mexicanos y extranjeros.

    Su dueño, la mandó inmortalizar con un especialista, su cabeza y cuello orgullosamente cuelgan de la pared en la oficina del ganadero chihuahuense, en el rancho Corrales El Diez, ubicado en la salida a Cuauhtémoc.

    -Polo, amigo mío- menciona Octavio, -me vienen los recuerdos de mi yegua y me pongo chinito, porque quisiera verla viva y retozando de nuevo, ahora que platico contigo, vuelvo a escuchar los gritos y aplausos de más de 25 mil personas reunidas en las ferias de Santa Rita en 1978, cuando mi invencible yegua derrotó a El Milagro del cantante de ranchero Vicente Fernández, el cual, hubo de apoquinar un millón de pesos para saldar la deuda.

    Resuena en mi memoria la voz de Luís Miguel, en el restaurante El Caballo Bayo de la ciudad de México, cantando la Bikina, tras que Bulmaro Bermúdez, auténtico compositor del famoso corrido le prestara la letra de la melodía. De ahí, fue que le sugirieron al cantante interpretara la otra versión de la canción.

    Y que decir del famoso actor e interprete Antonio Aguilar, Lola Beltrán, Ramón Gaona y Las Hermanas Huerta, que hicieron eco de las hazañas de la yegua y diseminaron con su talento y voz por doquier la historia de los continuos triunfos de la legendaria ligera.

    Don Manuel Bernardo Aguirre, ex gobernador de Chihuahua, gustaba escuchar el corrido y ver correr a la yegua, comentaba que era el único corrido que cantaba puras verdades, porque estaba vivo el animal, jugando y ganando.

    El corrido lo instrumentó Bulmaro Bermúdez, el que compuso Caminos de Michoacán y La de la Mochila Azul. En la ciudad de México lo invité, ahí él fue agarrando la idea con los caballos que había corrido, además, viendo a la yegua correr y siempre ganar nació el corrido.

    Corrido de la Bikina

    En los campos de Chihuahua

    Nació una yegua muy fina

    Es una yegua alazana

    Que se llama La Bikina

    En todo el norte afamada

    Y en los carriles de Midas.

    Caballos muy afamados

    De Jalisco hasta Sonora

    A todos les ha ganado

    Esa yegua encantadora

    Los carriles han quedado

    Como si corriera sola.

    Su dueño es un ganadero

    Del estado de Chihuahua

    Se llama Octavio Guerrero

    Un hombre con mucha fama

    Como le han dado dinero

    Las patas de su alazana.

    Tordillo de Sinaloa

    Respetado donde quiera

    La Bikina te ha quitado

    Lo ligero y la pantera

    Como al rayo de Jalisco

    Y también a la Pollera

    Cuando corrió La Pollera

    Con La Bikina en Chihuahua

    El chino Díaz muy pantera

    Se oía cuando les gritaba

    Si La Bikina perdiera

    Hasta el nombre me quitaba.

    En los Altos de Jalisco

    Hay potros de raza fina

    Hay caballos muy bonitos

    En Michoacán y Coahuila

    Aquí los está esperando

    En Chihuahua La Bikina.

    Existen caballos inmortales: Rocinante, Bucéfalo, El caballos blanco montado por el Emperador Napoleón Bonaparte, El siete ó Tragaleguas del general revolucionario Pancho Villa, el mismo general de la esplendorosa división del norte que toma Zacatecas, el glorioso dorado que sus bigotes olían a pólvora y muchos más, bestias míticas, éste no es el caso, La Bikina existió de carne y hueso, orgullo tanto de chihuahuenses como de México entero.

    La prueba: -Nació en 1971 y murió en 1996 a los 25 años de edad, ya de vieja, incluso mi hijo Enrique la mandó disecar, ahí tenemos en la oficina los restos de La Bikina-, expresa con pesadumbre Octavio Guerrero.

    Guerrero, en su narrativa, comenta que se anida en su memoria el corazón retumbando aceleradamente cuando se abren las puertas en los carriles y empiezan las carreras de caballos; sentía una emoción indescriptible al ver aparecer a La Bikina en Guadalajara, Culiacán, El Paso, Distrito Federal o Monterrey. Eran puras satisfacciones personales, al principio jugábamos para divertirnos y para juntarnos con los amigos que teníamos en toda la República pero siempre nos tiraban a matar con caballos buenos, pero nunca nos pudieron ganar ni una

    Después de triunfar en 59 carreras, el fino animal murió sin mancha en su trayectoria; luego procreó varios potrillos entre ellos El Amigo, que corrió en algunos carriles, pero nunca fue como la Bikina, de cinco crías que tuvo ninguno salió como ella

    Así, que, ojalá pudiera hacerme de otro animal como ese, pero de mil puede salir uno.

    La Bikina nació de unas yeguas que Octavio Guerrero compró en San Antonio, Texas, las cuales habían sido cubiertas del caballo Romany Rogers, campeón en el Futurity de los Estados Unidos.

    Compramos diez, nos las llevamos a la ciudad de México, a Avándaro, donde nacieron tres yeguas y me quedé con una, La Bikina que me gustó para que fuera ligera, por lo tanto es tan mexicana como el tequila o el jarabe tapatío, afirma al narrar por primera vez la historia completa de La Bikina.

    En México le jugó a un potrillo afamado y ganó; luego siguió En Guadalajara, contra caballos de clase y famosos: los de Jesús Campos, que en paz descanse.

    Más adelante contra caballos de Sinaloa y en general contra ligeros de toda la República

    Así Nace la leyenda: A los doce meses de edad, fue llevada al Hipódromo de las Américas, en la ciudad de México. Corría el año de 1973 y Octavio era ganadero de Chihuahua; tenía ranchos, además, se dedicaba a la compra, transporte y exportación de ganado.

    Empezaron a amansar a la yegua; Los jockeys sintieron que iba a salir ligera. A los 18 meses jugó su primera carrera contra una potranca de unos árabes de Puebla, y les ganamos, estos eran compadres de Justo Fernández, del Hipódromo de las Américas.

    Fue su primera carrera y sacó el triunfo de calle. Lo normal es que a los dos años ya tengan los huesos bien formados; empiezan a correr inclusive en Estados Unidos donde hay Futurity de dos años, es donde los premios dos añeros son más remunerables, hay más dinero indica Octavio, que las apuestas se hacían con poco dinero. Se cruzaban fajos de 50, 100 mil pesos dentro de las reglas, pero por afuera corrían los verdaderos montones de dinero. En 1976, por ejemplo, en el poblado de Caseta, jugaría contra Savana Swinger, pero el temor a perder hizo echaran a la policía para suspender la carrera.

    La mamá de La Bikina era una yegua de registro, cuarto de milla, muy bonita. Como Justo Fernández fue a comprar potrillos para su hipódromo, el de las Américas, se llevó un tráiler, "ahí cargue las yeguas a México y luego empezamos a jugar.

    Derrotó a la pollera de Goyo Romero, quien luego trajo un tapado y tampoco ganó. Después, corrió en El Paso Texas con un caballo de Ruidoso, Nuevo México 400 yardas y volvió a ganar; los dólares nos los daban muy baratos porque creían que nos iban a ganar pero desahogadamente ganó La Bikina.

    La recuerdo con mucho cariño, el día que murió no estaba yo aquí, andaba en Estados Unidos, en El Paso y me pudo cantidad, duré muchos días triste, recordando a mi yegua que la quería muchísimo, igual que todos mis hijos, mucha gente de Chihuahua y del estado.

    Cuando jugaba La Bikina se juntaban 25 mil almas para verla correr; tenía mucha fama, era todo un espectáculo, nunca le faltaron alas para volar. En Culiacán jugamos con un tapado, fue un mundo de gente y ganamos la carrera.

    Dios perdona, querido amigo Polo, el padre tiempo no, sus alas fueron más ligeras que mi Bikina. Un día se cayó y ya no pudo levantarse. Así que un veterinario le puso una inyección para hacerla descansar. Estaba muy vieja, muy flaca.

    Muchos mitos y leyendas nacieron alrededor de la yegua. Decían que tenía monedas en las rodillas y que por eso era muy ligera; que era de origen árabe, que sus dueños eran norteamericanos, exgobernadores y otras tantas historias se tejieron.

    Los decíres gritaban que La Bikina no existía. Que era un invento del corrido, sólo que en Colonia Rubio, Armando Ortiz, la tuvo en sus caballerizas algunos días, las cuales se mantenían llenas de menonitas para ver la yegua, ella, como su género, siempre gozó de innumerables simpatías y admiradores, orgullosa y bonita, daba sus paseos para exaltar las miradas de los que la admiraban.

    Mención especial para Rolando Banks, el jockey sempiterno de La Bikina.

    En una ocasión, en la década de los setenta, miles de personas dejaron oír a Lola Beltrán para irse a ver la carrera de la yegua alazana. Fue cuando compitió contra El Milagro, de Vicente Fernández, quien por cierto llegó a Chihuahua cubierto con un sarape tapatío, para no ser reconocido. Y cada vez que mira a Octavio Guerrero en un palenque dice por el micrófono: Octavio me ganó una carrera. También Tony Aguilar se prendió de la fama y belleza de La Bikina, tanto que siempre quiso hacer una película basada en su historia; pero no se logró.

    Octavio, hijo, sabe por qué le pusieron ese nombre a la yegua. Una vez que estaban en el hotel Aristos, en la ciudad de México, don Bulmaro Bermúdez le preguntó a Octavio padre:

    -¿Qué nombre le vas a poner?

    En ese momento, en el bar Los Equipales, cantaba una hermosa mujer de cabello negro, muy largo, casi hasta la cintura, que se hacía llamar La Bikina.

    -La Bikina- respondió lacónicamente el chihuahuense. Y así fue.

    PROLOGO, A MANERA DE UN CAFECITO PLATICADO CON LOS PERSONAJES Y SU AUTOR

    "…. quiere servir a Dios,

    Pero también a los placeres del mundo…."

    Herman Hesse (El Lobo Estepario)

    Este libro desnuda historias familiares (blancas y negras) y las hermana a personajes de la mitología y la filosofía.

    Invitación a la búsqueda, con lupa, del bien (a secas), que debe encontrarse en algún rincón del mundo.

    Es un grito al alma humana para que huya, como pueda, de las llamas del infierno terrenal, volando sobre el fuego de las ambiciones, tal y como lo hizo La Bikina, esta potranca chihuahuense que, calladita, mostro estar por encima siempre de las brasas humeantes que el mundo materialista le ponía bajo las costillas. Ella es la primera heroína de esta historia. Ella pone el ejemplo. Ella, animal de cuatro patas, enseña a los hombres y mujeres de este tiempo a relinchar con amor y dignidad, sin presumir sus virtudes a nadie…

    Pero la vida real es una yegua desbocada.

    Apolonio Rodríguez, entonces, se baja de la santa potranca y tiembla ante los reparos violentos de Juaritos, el caballo rabioso de México.

    Chihuahuense apasionado, cuauhtemense de corazón, es impactado por los ambientes deshumanizados de la frontera humeante.

    Maquila y lupanares son lugares indiscutibles para conocer las entrañas de un submundo que aterroriza al mundo y el autor nos lleva con descripciones inteligentes a los rincones luminosos que pueden rescatarse de los callejones malolientes de la frontera pluricultural.

    Nuestra atrayente joya regional tiene años gritando sus miserias y desgracias y este libro del filosofo Apolonio Rodríguez nos hace recordar, como también lo mencionan Delia Brenda Acosta Beltrán (UACJ) y Luis Ernesto Cervera Gómez (Colef), en su análisis especial de la delincuencia juvenil en Ciudad Juárez(2007), el estribillo de un rapero conocido como McCrimen, que sentencia; Las calles de Juárez, y también los bares, están siendo testigos de como se matan todos los enemigos. Escucha mira y calla o puedes morir por las balas de una metra-tra-tralla.

    Y la covacha de alcohólicos y locas que se convierte en clave de este drama es la Linterna Verde, donde Manuel Rodríguez, alias el borrego, el periodista carismático de fama internacional, se refugia al ser perseguido por las esferas del poder del capitalismo salvaje de nuestros días…

    ¡Que historia ésta! Búsqueda de algo o alguien en su más pura expresión.

    Zulema, chamana oaxaqueña extraviada, administradora del prostíbulo y mujer de cautivadores ojazos esmeralda, verdes como los campos de Santa Lucia, Municipio de Cuauhtémoc, Chih., ahí donde se encuentra el Paraíso, le ofrece al periodista amor a raudales y fidelidad a toda prueba y lo arrulla con sus poderes mágicos hasta inclusive ponerlo en brazos de Beatriz, guerrillera guatemalteca muerta que revelaba al periodista los misterios y tormentas de su país para que los transmitiera al mundo.

    … y el autor descubre valores de humanidad al sumergir su imaginación en las periferias del alma y de los pueblos…

    Las entrañas de las pocilgas, aquí, se vuelven generosas.

    !Ay Manuel, fíjate en la fiel Zulema como tu confidente (la ilustrada y distinguida mil usos, la Carmen bien nacida, descendiente de la reconocida zapoteca oaxaqueña María Sabina, la mejor curandera-chamana del mundo), esa a la que en tu borrachera le estas confiando copias de tus escritos secretos y que un día conocerán los ingenuos ciudadanos norteamericanos…! !Ojos y cerebros verán que la Casa Blanca expansionista se gasta sus impuestos en sembrar conflictos y en guerras despiadadas como la que padeció el noble pueblo guatemalteco……! ¡Que Linterna Verde guarde y proteja para siempre a estos seres gigantescos para el conocimiento de la verdad sobre nuestras vidas y nuestro mundo sórdido, injusto y complejo!….

    Retorno al Paraíso esta lleno de reflexiones sobre las garras sangrantes que extiende sobre el mundo latino el imperio norteamericano, sobre la guerra entre poderosos que tratan de repartirse el mundo, sobre las pesquisas arrogantes e ilegales que los gringos despliegan mas allá de sus fronteras para localizar y callar-para-siempre-jamás a los periodistas e investigadores que afectan los intereses y voracidad de la nación capitalista.

    ¡El oficial John Deer nos enseñará las operaciones de inteligencia y militares de lujo para que los patriotas americanos salven su presencia civilizadora en el mundo, faltaba mas, señor, si-señor!, y Rodríguez nos lleva a descubrir los resortes de la intriga, La intromisión descarada de agentes extranjeros en la vida de México….

    En este trabajo, por encima del mundo humeante, destaca Zulema la heroica, la única, defendiendo su amor cómplice y las letras de metralla de su amante… es la Bikina humana de la historia.

    Aventura, lucidez y locura son los sellos de esta historia interesante: De los valores serranos al fango de las grandes urbes; de las bendiciones y sonrisas indígenas a los fétidos olores de la corrupción e impunidad de los coyotes de dos patas y de los políticos mexicanos y gringos. Peregrinar desde las veredas con olor a roció hasta las quemantes arenas del desierto del infiernillo texano, que arrojo a Zulema (o Carmen, la linda) al pozo del diablo, tirada como basura pestilente…

    Aquí, también se aprende a padecer las tragedias de esa indocumentada rebelde, en tierras cálidas de Phoenix, la ciudad blanca arrogante…

    Y en este nido de letras, descubrimos que la deportación se convierte en el destino trágico que lleva a la inexorable prostitución…

    Amistades falsas, presencia de policías gringos que exigen la entrega de los documentos secretos de

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