Aprende a sanar y controlar tu ansiedad vive una vida más plena en tu entorno familiar, relaciones y en el trabajo. Aprende a disminuir la ansiedad y comienza a disfrutar la vida de forma distinta

Por ISABELLA W. JONES

APRENDE A SANAR Y CONTROLAR TU ANSIEDAD

VIVE UNA VIDA MÁS PLENA EN TU ENTORNO FAMILIAR, RELACIONES AMOROSAS Y EN EL TRABAJO. APRENDE A DISMINUIR LA ANSIEDAD Y COMIENZA A DISFRUTAR LA VIDA DE FORMA DISTINTA

 

Este libro te ayudará a comprender qué es la ansiedad y po qué a veces nos vemos abrumados por ella. Seguramente tu como personas a tu alrededor han estado en momentos intensos de estrés o han sentido una anseidad que no saben cómo controlar o eliminar; las causas de ello pueden ser diversas, desde el amor, el trabajo o simplemente actividades de nuestro día a día. Normalmente la ansiedad son situaciones que no tenemos el control o bien que llegan de forma inesperada y tienen un cierto impacto en nuestra vida. 

 

A veces incluso el "Hubiera" nos genera una gran ansiedad, el deseo de que algo fuera distinto. Este libro busca aborda este tema desde varios puntos por lo que seguro te será de gran utilidad, siendo.

 

QUÉ ES LA ANSIEDAD Y CUÁLES SON SUS CAUSAS

QUE RELEVANCIA TIENE CONTROLAR LA ANSIEDAD

A QUÉ SE LE LLAMA ANSIEDAD CRÓNICA

¿SE PUEDE SUBIR DE PESO? POR TENER ANSIEDAD

EJEMPLOS TIPICOS DE MOMENTOS DE ANSIEDAD EN ENTORNO FAMILIAR, Y CÓMO SANAR

EJEMPLOS TIPICOS DE MOMENTOS DE ANSIEDAD EN SITUACIÓN AMOROSA Y CÓMO SANAR

EJEMPLOS TIPICOS DE MOMENTOS DE ANSIEDAD EN EL TRABAJO Y CÓMO SANAR

QUE HACER SI LA ANSIEDAD LA GENERA UNA PERSONA A MI ALREDEDOR

QUÉ HACER SI LA ANSIEDAD LA GENERA MI JEFE

QUÉ HACER SI LA ANSIEDAD LA GENERO YO POR NO SENTIR QUE LAS COSAS NO SUCEDEN COMO QUIERO

CÓMO SABER QUE LA ANSIEDAD VA DESAPARECIENDO

 

 

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• Idioma: Español
• Editorial: ISABELLA W. JONES
• Fecha de lanzamiento: 28 feb 2021
• ISBN: 9781393240761

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1.  INTRODUCCIÓN

Cuando me siento a pensar en lo mucho que ha avanzado la sociedad en la que tú, otras billones de personas y yo vivimos,  es casi imposible no sorprenderse ¿Verdad? Como seres humanos, hemos aprendido técnicas básicas de supervivencia, a crear herramientas para facilitar la vida de la las comunidades, y lo más importante, los avances tecnológicos que ahora nos hacen inmensamente más sencillo vivir. Y estoy muy seguro de que estás de acuerdo conmigo y que sabes que tu microondas te ha salvado de cocinar.

Sin embargo, con estos avances llega el progreso y con el progreso, esas pequeñas comunidades en las que estaban se desarrollaron nuestros ancestros sin duda alguna comenzaron a aumentar. Creo que el mejor ejemplo de los pasos agigantados de estos avances fue cuando comenzó la Revolución Industrial ¿Sabes cuántas cosas nuevas llegaron con este proceso? La locomotora a vapor, energías renovables, armas y una mejora increíble respecto a la economía mundial. En pocas palabras, industrializaron toda nuestra sociedad y esto se convirtió en una de las bases de lo que gozamos hoy en día.

Como el avance ha sido exponencial, a nosotros también nos ha tocado adaptarnos. Nuestro mundo no es como el de nuestros bisabuelos, ni como el de nuestros padres siquiera: todos los días alguna empresa e incluso, alguna persona, innova y nos lleva a adaptarnos ¿Qué sucede si no te adaptas a lo actual? Te quedas atrás. Puedes pensar en esta analogía: imagina que estás en la playa y vienen olas muy fuertes, que para sobrevivir, necesitas nadar; si no nadas, te ahogas y puedes morir.

Por supuesto, no quiero decir que morirás si no te adaptas, por ejemplo, a la tecnología y al movimiento acelerado en el que vivimos, pero no estar en sintonía con lo que está pasando definitivamente sí te alejará un poco de tu entorno social, de las oportunidades laborales a las que podrías acceder y sentirás que el mundo progresa sin ti. No es una sensación agradable, te lo aseguro.

Pero, como sé que tú estás totalmente inmerso en esta enorme y constante ola de cambios, sabes lo rápido que se ha vuelto nuestro ritmo de vida: te levantas a las a las 5 a.m. (algunos días incluso más temprano), tomas una ducha, te vistes, debes despertar a los niños para ir al colegio, prepararles el desayuno, empacar todo, revisar el periódico, las cuentas de la casa, mantener todo en orden y tomar tu respectiva taza de café para sobrevivir al día.

El siguiente reto es el transporte: si tienes un automóvil o carro, este paso no será tan engorroso; pero incluso así, tienes que estar pendiente de recargar gasolina y todo funcione bien, porque, definitivamente un retraso es catastrófico ¿Verdad? Por otro lado, si hay que ir en transporte público, dependiendo de dónde te encuentres puede ser mejor o peor.

Pero, sin duda, todos concuerdan con lo aberrante que es el tráfico. Miles de personas yendo a sus destinos, con más de una preocupación en la cabeza y escuchando a otros intransigentes conductores tocando la bocina como si quisieran atravesar el auto (sé que sabes lo que se siente y también sé que has sido uno de esos).

Además, la contaminación tampoco ayuda, los malos olores forman parte de la largar lista de factores que hacen tu día más estresante. Puede que seas de los que tienen que aguantarse las quejas de su jefe desde que se levantan de la cama. Esto me hizo recordar a una película de Anne Hathaway, El diablo viste a la Moda, con otra actriz famosa Meryl Streep. Es el mejor ejemplo del estrés que puede causarte tu jefe con sólo tener el poder de llamarte a tu teléfono a todas horas. Tan pronto termines de leerme, me gustaría que corras a verla por si no la has visto, seguramente me lo agradecerás.

Y esto nos lleva a entender algo importante: la vida tan veloz que llevas sí es capaz de generarte niveles de estrés insospechados. Lamentablemente, casi no lo notas hasta que te tomas unas vacaciones o hasta que el médico te dice que tienes una enfermedad potencialmente mortal por estrés. Y sí, es posible enfermarse por estrés amigo o amiga mía ¿Quieres saber un poco más de ello? Pues continúa leyendo.

Primero, te hablaré sobre qué es el estrés ¿Con qué se come eso?

Aproximadamente en el año 1956, un fisiólogo canadiense llamado Hans Selye dio para la psicología la siguiente definición de estrés.

Es una reacción o respuesta del individuo (cambios fisiológicos, reacciones emocionales, cambios conductuales, entre otros.).

Es un estímulo (capaz de provocar una reacción de estrés).

Es una interacción entre las características del estímulo y los recursos del individuo.

De todas estas definiciones, en la actualidad, la más aceptada o la más completa es la última. Y es que sí, el estrés es producido como consecuencia de un desequilibrio entre todas cosas que pasan a tu ambiente (llamados estresores internos o externos) y los recursos que tienes disponibles tú como individuo ¿Cuáles son los elementos que se pueden considerar potencialmente estresantes? Cualquier variable en alguna situación; por ejemplo, tu ambiente laboral, o pueden ser variables individuales como las deudas que hay en casa e incluso problemas con tu familia o tu pareja.

Entonces, todo esto del estrés lo puedo definir como aquel proceso que inicias ante esas demandas que estás recibiendo, y que necesariamente tienen que tener una respuesta adecuada. Cuando esta demanda ambiental (bien sea laboral, personal o en tu entorno social) aumenta a niveles excesivos frente a los recursos que tienes para afrontar un nivel de estrés moderado (en un momento te hablaré sobre esos niveles de estrés), entonces se va a desencadenar en ti una cantidad de reacciones emocionales que son muy desagradables.

Entre los tipos o niveles de estrés que puedes llegar a experimentar a lo largo de tu vida (o que ya experimentas) están:

El estrés agudo es, considero, el estrés más común. Todos nos encontramos en este nivel (incluso los niños). Se manifiesta por las presiones y exigencias de tu pasado inmediato y de tu futuro más cercano. Lo más impresionante de esto es que, el estrés agudo, en dosis pequeñas, puede llegar a ser agradable, estimulante y emocionante.

Por supuesto, como sabes que todo en exceso es malo, cuando esa dosis de estrés agudo es muy alta (tomando en cuenta que a este tipo de estrés se le conoce como estrés a corto plazo) es posible que las consecuencias que experimentes sean muy molestas.

¿Qué te puede ocasionar el estrés agudo en dosis altas? Malestar en el estómago, dolor muscular y agonía psicológica.

El estrés en el estómago puede aparecer como una diarrea, flatulencias, gases, estreñimiento o acidez. Así que, ya sabes, si sufres constantemente de eso es posible que estés atravesando este tipo de estrés, hay que tener cuidado con tu estómago.

Si hablamos de problemas musculares puedes experimentar dolor de espalda y mucha tensión en los hombros; puedes tener tendencia a apretar la mandíbula con fuerza, lo que te producirá dolor; también dolor de cabeza (muy común), en los ligamentos y en los tendones.

La agonía es principalmente emocional, si sientes mucho enojo, ansiedad y depresión, son los signos más claros de esta. Además, puedes tener otros síntomas como un aumento en tu ritmo cardiaco, palpitaciones, las típicas transpiraciones en las palmas de las manos, migrañas fuertes e incluso mareos.

Como segundo tipo de estrés en esta escala, está el estrés agudo por episodios. Este es un tipo de estrés relativamente frecuente y generalmente lo experimentan las personas que suelen llegar tarde a algún lugar, que tienen muchas responsabilidades o que siempre están de aquí para allá. Si eres de este tipo de personas, debes saber que estás constantemente expuesto a esta clase de estrés.

¿Por qué se origina? Porque toda la cantidad de exigencias que tienes que cumplir en el día son prioridad para ti; sin embargo, al ser demasiadas, no encuentras alguna forma de organizarte (ni en el trabajo ni en tu vida personal).

Si te cuento de los síntomas más frecuentes de este tipo de estrés te darás cuenta que, es muy probable que sufras de alguno de ellos: mal carácter, irritabilidad, tensión y ansiedad. Lo peor es que, si son muy constantes, puedes llegar a tenerlos de forma permanente.

Ni hablar de los problemas físicos que puedes tener: hipertensión, enfermedades del corazón, constante agitación, dolores de cabeza y de pecho.

El último tipo de estrés es el estrés crónico. Es el estrés que más agota e incluso puede ser mortal para ti. Destruye tu vida, tu cuerpo y tu mente.  El origen de este tipo de estrés es una mala percepción de situaciones tristes o deprimentes.

Si sufres de este tipo de estrés, es posible que estés constantemente en situaciones donde no encuentras ninguna salida, que no puedes con las exigencias de tu entorno y  que la esperanza que tienes desaparece con facilidad. Y, por ende, dejas de buscar soluciones o formas de salir adelante.

También puede ser debido a una experiencia traumática que hayas vivido (O, si