Sirviente de la Pluma Roja

Por Terry M. West

En esta excitante secuela de The Giving of Things Cold & Cursed, Baker Johnson, el investigador psíquico, regresa. El año es 1927. El lugar es la ciudad de Nueva York.  Baker Johnson es empujado de mala gana a resolver un caso que envuelve a una consternada familia en Yonkers. Jeremiah Simms, un rico coleccionista de objetos encantados, ha adquirido un raro tomo del infame Marqués de Sade, titulado Sirviente de la Pluma Roja. Este libro maldito desata a un espíritu maligno que amenaza con destruir a la familia Simms. Baker deberá enfrentar a un astuto y poderoso demonio para salvar a los inocentes, pero los demonios más letales yacen dentro de Baker.  

Incluye una introducción de Paula Cappa, la premiada autora de The Dazzling Darkness.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 21 jul 2019
• ISBN: 9781547599868

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Introducción a Sirviente de la Pluma Roja

Las historias de horror consisten en extender la imaginación hacia reinos oscuros. ¿Por qué disfrutamos de leer historias que nos asustan? Quizás es nuestra imaginación practicando cómo lidiar con lo desconocido, sobrevivir a lo más poderoso, o experimentar la maldad desde un lugar seguro. Quizás son nuestros deseos voyeurísticos de emocionarnos. Qué lector no se encuentra atraído por la contienda psicológica de los personajes que conocemos en estas ficciones ocultas, el vívido motor humano que mueve a la historia. En la novela corta de Terry M. West, Sirviente de la Pluma Roja, Baker Johnson es ese motor.

El año es 1927 y Baker Johnson es un estimado investigador psíquico que trata casos de fenómeno sobrenatural. Puede leer a la gente mentalmente; puede leer objetos mentalmente y sentir lo que los acecha. Si alguna vez tuviste una vieja tetera que repetidamente preparaba amargo el té o un espejo que reflejaba imágenes sombrías, podrías pensar que la cosa estaba maldita o embrujada. Incluso si destruyes un recipiente que creó un portal para un espíritu maligno, ¿quedaría el espíritu en este mundo?  Baker Johnson te dirá que sí.

Como suelen ser los investigadores psíquicos de ficción (clásicos como el famoso  Dr. John Silence de Algernon Blackwood), Baker Johnson es un hombre tranquilo pero con actitud, y con el justo misterio para mantenerte al borde de la silla. Tiene un pasado complicado, es indulgente, tiene deudas, y lucha con su soledad. Desde el primer párrafo, West nos hace sentir el miedo que impregna a este hombre. Y si has leído el primero de la saga de Baker Johnson, el aclamado por la crítica The Giving of Things Cold & Cursed  de West, sabrás exactamente a lo que me refiero.

En Sirviente de la Pluma Roja, Baker Johnson es requerido para examinar a una joven mujer en problemas, Nadia, la hija de Jeremiah Simms, un coleccionista de objetos encantados—uno de dichos objetos malditos perteneció a un famoso y fallecido autor. Y aquí es cuando se vuelve personal para Baker. Porque como sabemos, el buen terror es siempre notoriamente personal. 

Cuando leo estas historias, muchas veces me pregunto, ¿qué es lo que las hace memorables? Normalmente esta perspicacia está en el subtexto. Aquí West escribe sutilmente mientras oscila entre la oscuridad y la luz, con un golpe de reflejos. Nadia está en graves problemas por un corrupto mal; su única esperanza es Baker. Pero West toma la acción más allá del bien versus mal, aunque la batalla aquí sea una confrontación punzante. Como el contemporáneo autor, el finado Richard Matheson (Hell House), West escribe una afilada trama. Sus decisivos diálogos mantienen al ojo pegado a las páginas. Incesante.  Inquebrantable. Agudo. Sin necesidad de baldes de sangre, la narrativa de West trae un alto suspenso que nos interna en un susurrante reino de la oscuridad. Creo que fue Henry James quién habló acerca de la fascinación por lo grotesco—la calavera debajo de la cara sonriente. El persuasivo cuento de West hace exactamente lo mismo.

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Paula Cappa

Autora de The Dazzling Darkness

Noviembre 14, 1927

Nueva York

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Baker Johnson despertó en la formal habitación, y la Muerte sentada junto a él. La apática cara gris brillaba en la oscuridad. La nefasta parca descansaba en silencio en un sillón gregoriano de cortos apoyabrazos,  posicionado al pie del curvo sofá sobre