Señora Sombra

Por Ymir A. Lethe

Lady Milla Shade es una consumada cazadora de hombres lobo con un historial impresionante. Hermosa y astuta, su llegada al pueblo marca el comienzo de un tiempo oscuro para los ciudadanos de Bronzeglade.

En busca de un hombre lobo conocido como Green-Eyes, Milla pronto se da cuenta de que su objetivo no solo es excepcionalmente fuerte, sino que no es el único en la aldea. Cuando cualquiera puede ser un monstruo, la guerra entre el hombre y la bestia corre el riesgo de desgarrar a la gente del pueblo, literalmente.

Superados en número y superados, Milla necesita confiar en su ingenio y decidirse a sobrevivir. Pero al final, ¿quién es la bestia más terrible de todas?

• Idioma: Español
• Editorial: Next Chapter
• Fecha de lanzamiento: 2 sept 2020
• ISBN: 9781071564417

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Este libro está dedicado a Rhiannon.

La persona que me record que vale la pena luchar por las personas.

El mejor amigo que podría haber deseado.

Nota Del Autor

La historia de Lady Sombra es un misterio. Sin embargo, este misterio no termina con la muerte al inicio o con la bestia que acecha el pueblo de Bronzeglade. Esta abarca casa faceta de la mente del personaje.

La línea entre la realidad y la ficción siempre ha sido delgada, y la mente humana no es tan buena en hacer esta distinción como pensamos. Este libro explorar esta división a través de los lentes de un misterio gótico de asesinato, y espero que esto los fascine y los intrigue.

También pie3nso que es importante recordar la leyenda  del licántropo—la bestia en el bosque  que vivió una doble vida con una amigable cara humana en el pueblo.  Nunca olvide las viejas historias.  Ellas lo revelan todo.

Acto 1

Capitulo 1

Byron Portsman – The El Posadero

La Posada White Hart Inn era una cosita tranquila regentada por un gran hombre que solo amaba a su hotel, su hija y su querida difunta esposa. Entonces, a pesar que el White Hart Inn se erigía en las afueras de la plaza principal del pequeño pueblo, y solo alojaba peregrinos que venían a visitar el antiguo monasterio en el bosque, el cuidaba todos los aspectos.

La luz del sol, la cual tenía que incidir a través de las ventanas detrás de los altos techos y la gran aguja de la iglesia en el lado opuesto, reluciente de acabados brillantes. El bar y el comedor tenían una acogedora chimenea. Los troncos para alimentarla eran de roble pulido del bosque de Bronzeglade. Cada jarra y vaso estaban inmaculados y llenos con lo mejor.

La Posada solo tenía unos pocos invitados.  Era otoño, lo que significaba  que era cosecha completa, entonces los hombres y mujeres de las tierras rurales tenían mucho trabajo. Pero el Sr. Portsman, el posadero, tenía un invitado como nadie que hubiera visto. Aquí, era inimaginable que una mujer estaría en una silla de montar y dirigiéndose al pueblo en un semental negro, pero allí estaba. Encendido cabello caía alrededor de su rostro, que estaba cubierto con maquillaje que acentuaba sus pómulos y hacia que sus ojos se vieran más brillantes. Ella tenía un destello de inteligencia en sus ojos, u sus botas estaban sobre la silla mientras bebía una jarra de cerveza.

El Sr. Portsman pudo distinguir que era del tipo citadino, y de lo poco que le había dicho, él supo que era parte de la aristocracia de Londres, aquí para ver al señor local. Ella tenía un arma atada a su costado que era demasiado complicada para que el Sr. Portsman la reconociera, pero ella explico que se llamaba una pistola de llave de rueda y que funcionaba de manera similar a una ballesta. Su apellido, Shade, aparentemente era el apellido de una gran línea de generales que pelearon en muchas guerras. Y su padre la llamo Milla, como una dama que conoció mientras luchaba en Francia. Parecía adecuado. Un corazón descarriado en dos direcciones.

Su otro invitado era un hombre pagano que pasaba la mayoría de su tiempo en el bosque. Los peregrinos del viejo monasterio dijeron que a menudo lo vieron deambulando por los pasadizos estériles, leyendo viejos libros que sobrevivieron al incendio que arraso con la mitad del monasterio. Él dijo que era un chamán, y que los inquisidores vinieron buscándolo un par de veces, pero el hombre nunca se quedaba en el pueblo por mucho tiempo. Él vestía un velo negro, un collar de huesos y anillos con extrañas gemas en ellos.  Su cabello negro cubría la mayoría de su rostro.

El hombre dijo que su nombre era Solace, pero nadie en el pueblo o nadie cercano sabía de donde venía. Incluso se sugería que podría ser alguna clase de espíritu. Pero Solace apareció completamente humano ante el Sr. Portsman mientras se sentó allí tomando una cerveza, desinteresado en la atractiva mujer sentada a su lado.

El Sr. Portsman termino de limpiar la mesa y asintió a Solace. ¿Cuánto tiempo va a quedarse?

No demasiado, espero. Solace bajo su jarra. Necesito pedirle ayuda al Padre Blossom para mi investigación.

Milla bajo su jarra.

¿Que está investigando? ¿Y alguno de ustedes quiere más cerveza?

Milla sacudió su cabeza y tomo otro sorbo. Solace hizo un gesto con el jarro vacío y el Sr. Portsman lo tomo, luego lo llevo al bar. El abrió la llave y miró a Solace.

Un poco de historia, dijo. ¿Recuerda cuando me fui por un año?

Si. Asintió el Sr. Portsman. Ellos vinieron a buscarlo dos veces.

Si, graciosamente, fui a Roma. Resulta que el monasterio de aquí no fue construido por la Iglesia Católica. Un milagro de Dios, dicen.  Estoy interesado en aprender de donde vino.

Eso es interesante. dijo el Sr. Portsman pasándole a Solace una jarra llena. Pero hay asuntos más serios. ¿Que hay sobre el asesinato en el bosque?

¿Que hay sobre eso? pregunto Solace. Bronzeglade es masivo. Ustedes los pobladores a veces olvidan que se extiende más allá de los límites de las tierras conocidas. No me sorprendería ver que una jauría de lobos se aventure fuera de vez en cuando.

No a partir de lo que he escuchado, dijo el Sr. Portsman. Sería necesario ser un gran lobo.

Quizá lo era, dijo Milla.

Ambos hombres le dieron una mirada curiosa. Ella apoyo la jarra en el extremo de la mesa.

¿Mas cerveza? el Sr. Portsman volvió a llenar su jarra.

Sabes, dijo Solace, han existido historias por cerca de cien años de bestias poseídas por demonios. Ya sea por los habitantes de las sombras o por lo que llaman Satán, existen historias de hombres cuyas mentes se volvieron como la de un lobo. Sabemos que eso es verdad. Y por lo que he escuchado, el cuerpo puede seguirlo.

Hubo silencio.

Tonterías supersticiosas. Sonrió Milla mientras el Sr. Portsman le devolvió la jarra.

¿Perdón? dijo Solace.

He oído muchas historias, y ninguna de ellas es cierta, dijo Milla. Vampiros y hombres lobo y brujas—por favor. Nada podría retar al Padre en los cielos.

No te tomaba por creyente, dijo Solace. Vistiendo—

Los tiempos están cambiando, y también la Fe, dijo Milla. Aquí en el norte, aun son Católicos. En Londres, se balancea de aquí a allá, y la locura de todo eso ha matado a miles. No, no me someteré a ese sinsentido.

¿Entonces cual eres tú? preguntó el Sr. Portsman.

Soy un seguidor del Señor. Milla trago de la jarra. Aunque es interesante sobre el monasterio. Usted sabe, los primeros Romanos construyeron algunos monasterios primitivos. Pudieron haberlos construido. Los monjes se mudaron, los arreglaron, construyeron más. Tiene más sentido para mí.

Solace sonrió. No crea que usted es la única educada aquí Señorita Shade.

¿Cómo sabe mi apellido? pregunto Milla.

Debo ponerme en marcha. se levantó Solace. Siempre es maravilloso, Sr. Portsman. Y creo que será la mujer que Eratta necesita. Alguien que encienda su alma, la cual se volvió cenizas cuando su pierna comenzó a marchitarse. Buen día.

Milla desenfundo su pistola hacia Solace. No te vayas. ¿Cómo sabes mi apellido?

Búscame y te diré mas. Pero este es un lugar de luz. Solace gesticulo hacia la ventana. Y de oídos. Ciertamente no es un lugar para hablar sobre temas oscuros.

Lo está haciendo de nuevo, dijo el Sr. Portsman.

Oh, ¡no estoy haciendo eso! rió Solace, palmeando al posadero en el hombro. Realizare rituales de buena salud para usted y su hija, y ponga flores de confort en el lugar de descanso de su esposa. Señorita Shade, cuídese mucho. Y si alguna vez necesita plata, pídale a Nathaniel. Su familia es dueña de la mina de plata en las colinas grises.

Solace se escapó del frente y se dirigió al mercado. Milla lo vio cambiar unas palabras amistosas, comprar un pie recién horneado y algo de fruta, y seguir su camino. Ella puso la pistola en su funda y gruño, recostándose en su asiento, luego trago su cerveza.

Discúlpelo, dijo el Sr. Portsman. Dicen que tiene un demonio en su cabeza.

Todos tenemos demonios en nuestra cabeza, porque eso es lo que nos hizo la serpiente del Edén, ¿no?

¡Eres tan malo como el! rió el Sr. Portsman, golpeando su mano en su bar. ¿Ya conoció a Sir Winter?

No. Y no estamos dispuestos—solo es un pretendiente. Debo admitir, soy bastante... rebelde para ser una dama. Necesito un hombre que no me aburra.

Tiene suerte de venir de una familia acomodada, pero pienso que Eratta está lejos de ser aburrida.

"Nadie