El viaje de Corinna

Por Corinna Taylor

Cuando mis padres se compraron la antigua propiedad de nuestros vecinos ingleses, detrás de un armario empotrado, encontré el diario de mi amor platónico; Christian Powell.
Entre sus páginas descubrí que también estuvo enamorado de mí, ambos suspirando el uno por el otro, durante toda nuestra infancia, y sin saberlo. Pero ahora... ya no está, se fue... a viajar por el mundo. Sin pensármelo dos veces, decidí lanzarme a la aventura y buscarlo. Desde Irlanda hasta Austria, pasando por Rumanía... hasta la Siberia rusa.
Una aventura que cambió mi forma de ver la vida, ¿te animas a acompañarme?

• Idioma: Español
• Editorial: Brainy Bookstore Mckrause
• Fecha de lanzamiento: 8 ene 2019
• ISBN: 9780463327258

Corinna Taylor

Hija de padre británico y madre española, pasó la mayor parte de su vida viviendo entre Reino Unido y España. Su primera gran debilidad es la literatura y la segunda, viajar. Siempre le apasionaron las relaciones de pareja, recrearlas, descifrarlas, idealizarlas... es creadora del subgénero Déjà vu, y además, se encuentra súper a gusto escribiendo comedias románticas contemporáneas. Hoy compagina su trabajo de profesora y psicóloga con la escritura, y también, los viajes, por supuesto. English Daughter of British parents, her first great passion is to write and the second to travel. He always liked to create romantic adventures, these made him move to other places, at other times. Today she combines her work as a teacher with writing, and also with travel, of course.

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Capítulo 1

Qué casualidad, la propiedad que compraron mis padres perteneció a la familia de Christian Powell, mi amor platónico. Sí, el chico que veía de pequeña todos los veranos en las verdes praderas de Somerset, el niño con el que pasé tantas risas y momentos divertidos en Inglaterra. Mayor aún fue mi sorpresa, cuando... al explorar su antigua casa, encontré un pequeño diario escondido detrás de las tablas que revestían una pequeña estantería empotrada. ¡Era suyo! Estuvo escribiéndolo hasta que se marchó a la universidad, ¿cómo pudo olvidarlo?

Debo decir que la distancia, el vivir y trabajar en España, disolvió en cierta medida nuestro contacto, no dio tiempo a que surgiera nada entre nosotros. Después de crecer y tener cada uno nuestro círculo de amistades, fue todavía más difícil. Siempre me sentí atraída por él, era el chico de mis sueños dorados, pero nunca me dijo nada. Por lo tanto, eso quedó en una mera fantasía.

Todo cambió después de leer su diario y descubrir que yo también fui la princesita de sus sueños, ¡todas las páginas hablaban de mí! ¡¿Por qué nunca me dijiste nada?! Imagino que éramos unos niños, y aquello solo era una fantasía infantil.

Supe por la familia de Christian, que se había marchado hacía pocas semanas, quería recorrer el mundo. Siempre fue un chico aventurero, bohemio e independiente. Imposible de localizar, con su teléfono apagado, sin perfil en ninguna red social... en fin, cualquier idea de encontrarlo parecía imposible.

—¿No estarás pensando en buscar a Christian? ¡Es una locura! —Dijo mi madre.

—Solo estaba mirando una foto nuestra de cuando éramos críos, ¡no te alarmes!

—¡No me trates de tonta! Te conozco perfectamente y sé de qué clase de cosas eres capaz. —Mi madre y yo nunca hemos tenido gran afinidad.

Cuando mis padres decidieron volver a Inglaterra no podía creerlo; después de más de veinte años viviendo en España pensé que mi padre británico, se había españolizado por completo, sobre todo porque mi madre es de origen andaluz. Nunca ocurrió tal cosa, siempre estuvimos entre España y Reino Unido.

Crecí en San Sebastián pero estudié en la universidad de Bath, antes de marcharme a la facultad, solíamos pasar todos los veranos en Somerset, donde se encuentra la familia de mi padre. Pero repito, me sorprendió cuando me dijeron que habían comprado una casa allí, para retirarse.

Cuando sucedió todo, me encontraba en Salamanca, casi arruinada. La academia de inglés que años atrás había puesto en marcha, ya no daba más de sí, era el año 2008, en plena crisis financiera. Con mucho pesar y lágrimas tuve que cerrar mi negocio, marcharme de esa hermosa ciudad y volver a casa de mis padres, pero esta vez en el Reino Unido.

Lo que más me dolía era volver a ser dependiente y tener que aguantar los reproches de mi madre, siempre tradicional y en total desacuerdo conmigo. Pero cuando encontré el diario de Christian y leí sus palabras, la idealización que había hecho sobre mí... me dí cuenta de que nunca hay que rendirse, hay que intentar realizar los sueños.

Así es como decidí poner en marcha la locura que mi madre tanto temía, en contra de su voluntad, con la única bendición de mi padre, me fui a viajar por el mundo y... buscar a Christian.

—¿Como vas a sobrevivir hija? Ya no tienes ingresos, necesitas un empleo. —Dijo mi padre, que era un hombre muy razonable... y comprensivo.

—Sí que tengo ingresos papá, tú lo sabes. —Toda mi familia lo sabía, pero pocos me tomaban en serio.

—¡Ay hija! La literatura es solo alimento para tu espíritu, no te dará de comer.

—Papá, lo que gano con las novelas es más que suficiente para esta aventura, no voy a pagar facturas, ni hipoteca, lo he vendido todo... hasta mi coche.

—¡Estás loca, no puedes vivir así! —Gritó mi madre—, si quieres ser una mujer independiente debes centrarte primero y olvidarte de tus locas fantasías.

—¡Es solo un tiempo! Necesito ver el mundo. —La mentalidad de mi madre no aceptaba que una mujer se fuera a una aventura así.

—¡Cariño, eso le vendrá bien! Le hará más fuerte e independiente... —Decía mi padre.

—Sí, mamá no os preocupéis por mí, soy mayorcita. —Por aquella época tendría unos treinta y pocos.

Mi plan era encontrar a Christian y después buscar de nuevo estabilidad laboral. Sí, ya sé que es una apuesta arriesgada, pero al menos tenía la escritura para ganar algo. Siempre he escrito; relatos, artículos para webs empresariales... digamos que es mi segundo trabajo.

Si dejaba pasar la oportunidad de buscar a Christian, es probable que me arrepintiera el resto de mi vida, era una visión idílica lo que me empujaba a encontrarme con él, pero era suficiente para mí.

Antes de marcharme, debía buscar a un compañero de viaje, y conocía a la persona idónea. Un chico español que se encontraba en Inglaterra, Perseo.

—¿Corinna? ¡¿Qué tal?! ¡Que alegría escucharte! —Hacía más de un año que no hablábamos por teléfono, aunque, seguíamos en contacto por whatsapp.

—¿Cómo te va en tu aventura, Perseo? ¿Estás hablando con Doreen? —Era la chica de quien estaba enamorado.

—Fatal ¡Me acaba de decir que está saliendo con otro chico... estoy destrozado! —Presentía que terminaría así.

—¡Oh mierda! No te deprimas, debes olvidarla y pensar en ti ahora.

—Es que... la quería muchísimo, estoy fatal Corinna, encima aquí, durmiendo en una caravana. —Estaba en un programa de voluntariado, en Somerset.

—No dejes que eso te venza.... mira... ¡mañana voy a verte! —Lo rescataría, estaba solo en UK y apenas hablaba inglés.

Al día siguiente tomé el bus y me desplacé hasta Street, un pueblecito cerca de Somerton, de allí tomé otro bus que me dejó en Earth Spirit Centre, un albergue residencial donde se hacen cursos de yoga, meditación y puedes degustar una exquisita comida vegetariana, las vistas de los prados verdes son magníficas.

En ese lugar se encontraba Perseo, haciendo su programa de trabajo voluntario, vivía en una caravana especialmente acondicionada con electricidad e Internet. Trabajaba unas cinco horas diarias a cambio de alojamiento y comida gratis, una buena oportunidad para aprender inglés y disfrutar de la naturaleza. Al llegar, pregunté por los alrededores de las instalaciones, algunos de sus compañeros me indicaron donde encontrarlo.

—¡Perseoo! —Toqué la puerta de la caravana blanca donde vivía, hacía un día soleado espléndido, estábamos en mayo y el sur de Inglaterra, sobre todo las praderas del Compton Dundon son maravillosas en esas fechas.

—¡Corinna! Por fin alguien con quien hablar en español. —Entré dentro, había un poco de desorden.

—¡Jajaja! ¡¿Qué pasa con tu inglés?! Se supone que estás aquí para eso ¿No?

—¡Uff! Con todo esto... no estoy receptivo, la verdad. —Me senté en uno de los sofás acolchados que había dentro.

—Entiendo, ya te dije que no debías venir por ella. Debiste hacerlo por ti, para mejorar tu inglés. —Tomé su mano, eran cálidas, como de costumbre.

—Creí que si cambiaba mi vida y me integraba en Inglaterra... Doreeen me ayudó con toda esta aventura, me animó...

—No debió hacerlo, en mi opinión jugó con tus sentimientos. Ni ella misma sabía lo que quería cuando te empujó a venir a UK.

—No he dejado de pensar en ella desde que se marchó de España. —Sus ojos color miel lo decían todo, era un chico enamorado.

—¡Mírate! Estás en un país extranjero, intentando salir adelante, todo por amor, uff, es tan romántico...

—Sí, ahora estarás pensando que soy un blando ¿Verdad?.

—No, no me malinterpretes, me emociona ver lo que mueve ese sentimiento. Tus compañeros me han dicho que estabas triste.

—¡Cómo no voy a estarlo! Esto no tiene sentido, ¡quiero volver a España!

—No te dejes vencer Perseo. Era probable que Doreen te decepcionara, ¡ya te lo advertí! —Estaba derrotado, a punto de tirar la toalla.