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Mi jefe ¡Me atrapa!
Mi jefe ¡Me atrapa!
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Libro electrónico135 páginas1 hora

Mi jefe ¡Me atrapa!

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Información de este libro electrónico

¿Te gustaría tener una relación con el director de una prestigiosa revista? Un millonario que está cañón? ¡El tío más bueno de toda la ciudad!
¿Su casa? No, él no tiene una "casa", él no va al trabajo en coche, él no viste como todo el mundo... él... ¡es único!
¿Una... relación? Cuando Tatiana aterriza en la realidad se da cuenta de que solo se está tirando al jefe. Por si esto fuera poco, aparecen los verdaderos problemas y algunas sorpresas. ¿Se trata de un caso perdido? ¿Se puede arreglar?
Tatiana no piensa darse por vencida, porque su jefe... ¡le atrapa!

Contado por la pasional y diablesa Elsa.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 dic 2018
ISBN9780463789001
Mi jefe ¡Me atrapa!
Autor

Corinna Taylor

Hija de padre británico y madre española, pasó la mayor parte de su vida viviendo entre Reino Unido y España. Su primera gran debilidad es la literatura y la segunda, viajar. Siempre le apasionaron las relaciones de pareja, recrearlas, descifrarlas, idealizarlas... es creadora del subgénero Déjà vu, y además, se encuentra súper a gusto escribiendo comedias románticas contemporáneas. Hoy compagina su trabajo de profesora y psicóloga con la escritura, y también, los viajes, por supuesto. English Daughter of British parents, her first great passion is to write and the second to travel. He always liked to create romantic adventures, these made him move to other places, at other times. Today she combines her work as a teacher with writing, and also with travel, of course.

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    Mi jefe ¡Me atrapa! - Corinna Taylor

    Mi jefe ¡Me atrapa!

    Corinna taylor


    Mi jefe ¡Me atrapa!

    Copyright © 2017 Corinna Taylor

    Esto es una obra de ficción, los nombres, personajes, y sucesos descritos son producto de la imaginación del autor. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial en forma alguna, sea electrónica o mecánica, incluyendo fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de almacenamiento y recuperación.


    Capítulo 1

    —Que sí Tatiana, debes hacerlo; no puedes seguir con ese tipo de relación. —Tenía que hacérselo saber a mi hermana, no quería que sufriera por culpa de ese tío.

    —No sé qué decir, Elsa, tengo miedo de perderlo. —Dijo con un tono de evidente angustia.

    —¡Mira Tatiana! Estoy harta de que tu jefe se aproveche de ti y encima pienses que estás de suerte por habértelo ligado ¡Baja de las nubes! —No iba a permitir que Troy Hamilton, por mucha pasta que tuviera, y muy bueno que estuviera, hiciera daño a mi hermana pequeña.

    —¡Escúchame tú Elsa! No puedes estar toda la vida tratándome como una cría de dos años, Troy nunca me ha hecho daño.

    —¡Estás de guasa hermana! Ni siquiera permite que le cuentes a nadie que estáis saliendo, seguro que tiene a otra, y esa será la reina.

    —Te estás pasando Elsa, desde el principio acordamos que iríamos poco a poco…

    —joder, poco a poco… lo único que hace es satisfacer sus perversiones; te está usando ¡déjalo tía!

    —Yo marco el ritmo, le he dado un ultimátum.

    —¿Ah si? ¿Qué le ha has dicho?

    —Lo he castigado, te vas a mear de la risa; le he dicho si no hay nada serio se acabó el cuero.

    —¡Jajaja, bien hecho hermana! Si soy yo le doy más cuero, pero del bueno, látigo en mano y ya sabes… a ese le quitaba las tonterías, que todos los tíos son igual de cerdos, pero este como tiene pasta y tal, se lo tiene creído…

    —No seas radical, digamos que es especial; de hecho, es único, sólo que me tiene que tomar en serio.

    —No salgo con un tío que vaya con ese rollo ni de coña, en fin, si es tanto como tú dices….

    —Anda que sí, toda la oficina suspira por él, esta buenísimo de la muerte, aún recuerdo el primer día que me llevó al curro en una limusina blanca. —Oí suspiros mientras hablaba.

    —Todos los millonarios serán así de excéntricos, a saber. ¡Pero eso ya es agua pasada! Exige tu tributo tía, que te lo has curado joder.

    —Jajaja, eres muy bestia, siempre lo he dicho hermana. Cambiemos de tercio, ¿qué tal el curro?

    —Ya ves, se fue a la mierda la peluquería de mi jefa pero he tenido suerte. —Dije con no mucho optimismo.

    —¿Lo de la charcutería? ¿No te importa ser charcutera?

    —¡Es que tú le haces ascos a todo! Por eso has estado tanto tiempo sin currar, hay que espabilarse Tatiana.

    —Oye, oye… ya ves que mal no me ha ido.

    —No lo digo por eso, sabes a lo que me refiero. Que ahora tengas suerte no significa que siempre vaya a ser igual ¡Supervivencia hermana!

    —Si estás bien, me alegro por ti. Yo rechacé ese puesto, es que no me veo de charcutera, pero si te pagan bien…

    —Te voy a dejar hermanita, he quedado con un tipo de una página en la que me he registrado, espero que no sea un salido como los demás.

    —Jajaja, y dices que no aprendo. En esas webs no se puede encontrar nada bueno, ¡que tengas suerte!

    —Hay que probar de todo, y tocar todas las puertas hermanita; gracias.

    Reconozco que soy un poco borde con los tíos y quizás por eso me duran poco, pero en esta vida si no sacas las uñas, te comen. Como le está sucediendo a mi hermana Tatiana, un cañón de mujer, buenísima de la muerte, no como yo que estoy tan jamona. El caso es que se ligó a su jefe, un millonario director de una conocida revista de moda llamada Generations; pero esa relación no avanza, el tipo es el centro de atención de todas las lagartas de la ciudad y mi hermanita podía tener algo más en serio con el, no sólo esos juegos de sadomasoquismo que tanto le flipan a ese cerdo.

    Quizás soy un poco dura, teniendo en cuenta que aún no lo he conocido en persona y no sé si es tan impresionante como dicen por ahí ¡Pero me da igual! Siempre he pensado que quizás le da morbo tirarse a su empleada, ¡pues entonces que le den! Tatiana es una mujer que vale su peso en oro.

    El caso es que mi hermana, al final le puso las pilas:

    —¡¿Qué?! ¡¿Que vamos a dejar de hacer qué?! —Dijo Troy con los ojos fuera de las órbitas.

    —¿Sólo me quieres para esto, verdad?

    —No cariño, pero ya sabes que es mi debilidad… —dijo acercándose a Tatiana y abrazándola con sus musculosos brazos.

    —Tu debilidad, tu debilidad y tu debilidad ¡Pues ya estoy harta!

    —Pero cariño… —susurro a su oído mientras acariciaba sus mejillas.

    —¡Sólo quedamos para hacer tus juegos eróticos de sado, sé que te pone ser sometido por una dueña, puedo entenderlo, hay gente para todo…

    —¿Té burlas de mi? —Dijo molesto, separándose de ella. A pesar de su escultural cuerpo, era gracioso ver a ese hombretón vestido de esclavo sado, con un traje de cuero que cubría mínimas zonas íntimas y además, tenía una correa en el cuello, como si fuera un perrito.

    —Hombre, es que si te vieran así…

    —Acordamos que sería un secreto.

    —Troy, no quiero seguir ocultando nuestra relación.

    —Me jure a mí mismo que la próxima relación seria sería para dentro de muchos años, estoy escaldado.

    —¡Si no me quieres olvídate de todas tus perversiones; ya me harté! —Dijo mi hermana furiosa, razón que tenía la pobre.

    —Cariño, no seas tan radical. —Se acercó cariñoso, tratando de convencerla.

    —No, ¡déjame! Dejamos las relaciones sexuales de todo tipo, las de tus rarezas sado y las normales, sólo estaré con un hombre si quiere tener una relación formal.

    —Discutámoslo con calma, estoy dispuesto a hacer concesiones.

    —¿Concesiones? ¡Vete a la mierda! —Exclamó mi hermana.

    Tatiana se quitó el traje de cuero, se vistió mientras Troy Hamilton la observaba impotente, sin saber qué decir. Mi hermana, furiosa salió de la habitación, se dirigió a la puerta de aquella gran mansión, propiedad de Troy y se marchó dando un portazo, mientras el se quedaba con cara de circunstancias. No se imaginaba que sería capaz de dejarlo, cortar el rollo y marcharse así. Por muy deseado que fuera, por mucho dinero que tuviera y todas las demás gilipolleces, eso no era nada para Tatiana Quinn.

    Tatiana, ex mosquita muerta, un bombón de mujer, pasional y con cuerpazo, sueña con la pareja ideal. Pero como siempre he dicho, en esta vida no se puede ir de modosita y formal sin recibir palos. Es hora de que mi hermana tome las riendas y se haga valer; Perdonad mi apreciación personal, no todos pensaréis lo mismo que yo.

    Al día siguiente en la oficina, mi hermana Tatiana organizaba su agenda y

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