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Un Giro inesperado
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Libro electrónico68 páginas1 hora

Un Giro inesperado

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Información de este libro electrónico

Kendal me prometió una vida maravillosa, nada de volver a quedar con sus “amigas”, esta vez se centraría en nosotros. Siempre dije que era demasiado perfecto para ser verdad, estábamos prometidos y él era millonario. Hasta que un día... descubrió algo que lo cambió todo.
Desde la aparición de Ingrid aquel fatídico día, nuestras vidas ya nunca volvieron a ser las mismas, ni siquiera Royce Van Ewen, campeón de karate y jiu jitsu, sabía como encarar el destino que se le venía encima; pues su pareja Ingrid Gallagher, junto con Kendal Moore... guardaban un secreto, algo que podría abrir la caja de las tempestades.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento8 ene 2019
ISBN9780463951996
Un Giro inesperado
Autor

Corinna Taylor

Hija de padre británico y madre española, pasó la mayor parte de su vida viviendo entre Reino Unido y España. Su primera gran debilidad es la literatura y la segunda, viajar. Siempre le apasionaron las relaciones de pareja, recrearlas, descifrarlas, idealizarlas... es creadora del subgénero Déjà vu, y además, se encuentra súper a gusto escribiendo comedias románticas contemporáneas. Hoy compagina su trabajo de profesora y psicóloga con la escritura, y también, los viajes, por supuesto. English Daughter of British parents, her first great passion is to write and the second to travel. He always liked to create romantic adventures, these made him move to other places, at other times. Today she combines her work as a teacher with writing, and also with travel, of course.

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    Un Giro inesperado - Corinna Taylor

    Capítulo 1

    Todo empezó un día que nos encontramos con la pareja de mi ex; Ingrid Gallagher estaba en el centro comercial con su hijo de dos años. Sentado en una silla de pasear, mientras su madre buscaba algo en las estanterías, entonces Bastian, que es un pequeño encantador, le dijo a mi pareja:

    —¡Hola caballero! —Gritó sonriendo y apuntándole con una espada de plástico, yo observaba la escena desde el mostrador de pescadería.

    —¡Hola valiente espadachín! No me vaya usted a matar. —Añadió entre risas, el chiquillo no cesaba de reírse, mientras, Kendal observaba fascinado al niño.

    —¡Bastian! No seas travie… ¡Uy, qué sorpresa! —Exclamó Ingrid al encontrarse con mi pareja de frente.

    —¡Igual para mí! No me digas que… ¿es tuyo? —Expresó con ojos de incredulidad, mientras Bastian tiraba de sus manos.

    —Anda, pues claro ¿De quien si no? ¡Estate quieto, deja al señor! —Dijo sonriente, la cara de mi pareja cambió, como si hubiera visto un fantasma.

    —¿Qué te sucede, nunca has visto un niño? Tiene dos años y medio. —Dijo Ingrid mientras miraba atónita su reacción.

    —Eeeh… es el mismo tiempo transcurrido desde nuestro encuentro… —Dijo con los ojos muy abiertos.

    —¡No es tuyo, tonto! —Se alejó unos pasos de su hijo y se acercó a Kendal—, lo hicimos con preservativo ¿No te acuerdas?— Susurró muy bajito, mirando de reojo al chico.

    —Se rompió Ingrid… lo-lo siento —Dijo en voz baja, después se giró hacia mí y me saludó sonriente con la mano.

    —¡¿Qué?! —La expresión de su rostro cambió, entretanto me dirigí hacia ellos—, ¿Cómo que se rompió? ¿Y no te diste cuenta?

    —Estábamos muy excitados… pero no es el momento de hablar sobre ello. —Susurró Kendal.

    —¡Qué bueno verte Ingrid! ¿Cómo te va con Royce? ¡Oh, que monada, es guapísimo! —Exclamé fascinada al ver la carita del angelito.

    —Qué sorpresa encontrarte, ¿os conocíais de antes? —Pregunté asombrada, ambos parecían tensos.

    —¡Oh, claro que sí! Conocí a Kendal hace tiempo. —Dijo con cierto temblor en la voz, se apartó el pelo de la cara y se recompuso el vestido—, ¿qué tal estáis?

    —Oh, genial, iniciando una nueva vida. —Dije mientras me aferraba a la cintura de Kendal y le miraba, él me devolvió la sonrisa.

    —Me hace tan feliz veros así, Royce estaba triste cuando te perdió… —dijo arqueando las cejas y recogiendo la bolsa de la compra que tenía en el suelo.

    —Si, espero que lo haya superado ¡Bueno, estoy segura de que si! Tenéis un futuro envidiable. —Le noté algo extraña, miraba a Bastian en repetidas ocasiones y también a mi pareja, en aquel momento no le di importancia.

    —Tengo que marcharme, nos veremos otro día ¡adiós! —Dijo despidiéndose con la mano mientras empujaba la silla de su niño, que también se despidió agitando su espada de plástico y riéndose.

    Regresamos pronto a casa, no tenía que hacer mucho, los sirvientes se encargaban de todo, tan sólo debía prepararme para ir al trabajo.

    —Dime, ¿por qué estaba tan nerviosa, no se lo notaste? —Estaba haciéndole el nudo de la corbata.

    —No le des más vueltas, tenía prisa y si la madre de tu expareja es como dices ¡cualquiera no se pondría nervioso! —Me dijo mientras me acariciaba la cara y me apartaba el pelo de la frente.

    Me abracé a él—, no sé Kendal, fue tan extraño, cuando os vi hablando juntos… ¡no tenía ni idea de que conocías a Ingrid!

    —El mundo es un pañuelo ¿Qué te puedo decir? También me sorprendió que fuera la pareja de tu ex. —Se puso la chaqueta del traje y recogió su maletín, le acompañé y subimos al coche.

    ¡Qué ironía del destino! ¡Qué capricho del azar! Que inoportuno momento para su aparición, y que oportuna época para nuestro comienzo. Tras aquel encuentro, mi amado duplo comenzó a cambiar, poco a poco, dando muchas vueltas en la cama, conversaciones menguadas, exiguas, carentes, limitadas y banales, a veces… su mirada parecía perdida en el infinito, ausente en las reuniones de trabajo, en fin… apesta pensar que su mente estaba en otro chocho, y que fui incapaz de sacarle información alguna.

    —¡¿Se puede saber qué coño es lo que te pasa?! ¡¿Se trata de eso, de otro coño?! —Inquirí, harta de aquella situación, —las cosas marchaban de forma genial al

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