• “Cuidar de ella no es un sacrificio, aunque lo implica. Lo hago feliz, estoy coleccionando recuerdos”
• “Con mi madre debo tener una fortaleza extra porque tengo que jugar a mentirle. Quien lo esté viviendo lo entenderá”
• “Ella está otra vez sin saber si soy su hijo, su hermano, su padre… La cabeza se está evaporando”
ACE un año tomó la decisión de dejarlo todo para cuidar de Clara, su madre, su gran prioridad. Y asegura haber acertado, ya que Máximo Huerta (53) es feliz residiendo en la localidad valenciana de Buñol, donde se crió, regentando una librería que lleva el nombre de su perrita, Doña Leo, y “coleccionando recuerdos” a medida que su madre, por desgracia, los va perdiendo… Y también ahí, (Ed. Píaneta), su nueva novela, en la que muestra la vida de la capital francesa en los locos años 20 y donde ha encontrado la vía de escape para huir del dolor