Berto
Por Alberto Mendoza
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Alberto Mendoza shares his life story with explicit details of how he became the artist known as "MC Ceja" and all the turmoil that has surrounded his career throughout the years. He explains how being an artist did not shield him from a real world, full of happiness, sadness, triumphs, failures, problems and, above all, solutions. Perhaps Alberto's story is not an exemplary one, but it is one of perseverance worthy of respect, as many people in situations like the ones he encountered sometimes do not live to tell about it.
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Berto - Alberto Mendoza
Prólogo:
Definitivamente, es hora de yo contar mi historia y dejarla escrita en blanco y negro para que nadie se la invente por mi, como han hecho por mucho tiempo ya. A veces me entero de cosas que la gente dice de mí, que ni yo mismo las sabia. El ser artista no le quita a las personas ser parte de un mundo real, lleno de felicidad, tristeza, triunfos, fracasos, problemas y sobre todo soluciones. Yo soy Alberto Mendoza, mejor conocido como MC Ceja, El Cejon, Kansun, Mendoza, pero después de leer este libro me pueden llamar Berto, porque así me dicen los que me conocen de verdad. Cuento mi historia porque quiero, sin importar al que me quiera juzgar porque al final del día a mí nadie me da nada y El único que me puede juzgar a mi es Dios. Quizás mi historia no sea una ejemplar pero si puedo dar fé de que mi historia es una de superación digna de respetar, ya que muchas personas en situaciones como las que yo me he encontrado, a veces no viven para contarlo. Obviamente, este libro esta escrito para los que siguen mi música y mi trayectoria, porque siento que de una manera u otra también le debo una explicación a mis fanáticos de ciertas cosas sobre mi carrera, pero también lo escribo para los que no son mis fanáticos. Lo hago porque quiero que sepan quién esta detrás de las canciones y para que conozcan el porque pienso de cierta manera, porque digo las cosas que digo y simplemente para que me conozcan. A continuación leerás lo que no sabias de mi.
-Alberto Mendoza
Nota: Por motivos de privacidad, algunos de los nombres en este libro han sido alterados.
Capitulo Uno: Capitan de Nacimiento
Yo nací el miércoles, 15 de febrero del 1978, en el pueblo de Arecibo, Puerto Rico. Creo que fue en el Hospital Buen Pastor, en verdad no estoy seguro si fue ahí. Mi certificado de nacimiento dice que mi mama tenia 16 años y mi papá 21 años de edad cuando yo nací. Mis padres no estaban casados y no se si al momento de yo nacer estaban juntos, porque la realidad es que no tengo memoria de ellos juntos como pareja. No creo que hayan estado juntos porque yo recuerdo que de niño viví con mi mama en un tercer piso del Residencial Marquez Albona y mi papá no vivía con nosotros.
Para mucha gente quizás suene loco el que yo tenga memoria de algo que paso hace tanto tiempo y más todavía, yo siendo un niño, pero mi mente retiene imágenes y gracias a eso puedo recordar fácilmente. Ademas, el tiempo que estuve con la mujer que me trajo a este mundo no fue mucho, y por eso creo que también me acuerdo de las poquitas veces que pude compartir con ella.
De pequeño la gente se quejaba de mí, diciendo que yo era muy inquieto. A los dos años, me vire un sartén lleno de aceite caliente por encima y se me quemó toda la espalda. El pamper me salvó porque gracias a qué lo tenia puesto, no me quemé el ombligo, ni mis partes íntimas. Siempre recuerdo que mientras se me curaba esa quemadura tan horrible, mis familiares me hacían levantarme la camisa a ver si me quedaban marcas. A base de eso, me fui a vivir desde pequeño, con mi abuela, Inés Diaz Alamo, a quien hoy día reconozco como mi madre de verdad. Ella fue la que me crió y me dio todo en esta vida a su manera y cómo podía.
De niño fui un niño feliz y alegre, aunque siempre tuve un anhelo increíble de volver a ver a mi mamá. Desde que me fui a vivir con mi abuela, siempre me quede como esperando por ella a que me buscara, pero nunca vino. Ajeno a los vicios de drogas que rodeaban a mi madre, para mí, ella era la mujer más linda del mundo. Una rubia de ojos azules que deslumbraba al que la mirara. Todavía es la hora que no entiendo cómo termino con papi. Ahora que soy mayor, pues entiendo las cosas mucho mas.
Cuando tenia 5 años, Mama Inés se pego en la Lotería del país y nos fuimos para Nueva York. Ahí fue que me llevaron a conocer a mi padre, también llamado Alberto Mendoza. Mi papá y su hermano, mi Tío Gilbert, vivían en Nueva York, no se ni porque. De cuando fui a Nueva York por primera vez, no me acuerdo mucho, solo del tren. Me acuerdo de todo el mundo menos de mi papá. A mi papá lo volví a conocer cuando tenía 8 años, que visitó Puerto Rico. Cuando mi papá regresó, pues se complicó la cosa un poco en casa, porque entonces era otra boca mas que alimentar y estaba mi abuelita sola con sus cuatro hijos, mas yo, su nieto.
Con todo y que regreso, nunca le tuve ese respeto de padre como tal a mi papá, hasta ahora de mayor que entiendo mas los cantazos que le da la vida a uno. Al regresar, mi papá, que siempre ha sido carismático, rápido se consiguió una novia y se fue a vivir con ella. Mi papá me dio un hermano, Cristian Alberto Mendoza, fruto de esa relación. Yo me quedaba de vez en cuando con él, pero no tenía esa imagen de padre cerca. No tuve a nadie que me dijera no hagas esto, no hagas lo otro. Mi abuelita me lo daba todo y realmente no me gustaba quedarme en la casa donde él vivía. Siempre fui mimado por mi abuela y diría yo que las figuras paternales presente durante mi vida siempre fueron Tío Beno, Tío Gilbert y Tío Luis Angel.
En una conversación con mi padre, me confesó que cuando yo era un bebé de meses de nacido, el trabajaba de bartender y para poder cuidarme me llevaba en el car seat a la barra donde trabajaba. Me soplaban humo de marijuana en la cara para que me durmiera y me mojaban el bobo en Brandi para que me durmiera mas rápido todavía. A base de esta y muchas otras anécdotas que me han contado mis familiares, yo puedo deducir que yo nací siendo un bebe predestinado a pasar ciertas luchas en esta vida.
Capitulo Dos: Un joven Mendoza
Mama Inés me crió con los hermanos de mi papá, mí Tia Lisandra Mendoza (Lisa), mi Tío Benito Mendoza (Beno) y mi Tía Diana Mendoza (Diana). Mi Tia Lisa para mi es sagrada. Es como si fuera mi hermana mayor, mi mano derecha, mi mejor amiga, la que me tapaba todo y hasta el sol de hoy, me consiente. Cuando yo tenia 8 años, me acuerdo que Lisa tenia unos amigos que tenían un grupo de baile y fueron para casa a hacerme un show
de baile, hecho únicamente y exclusivamente para que yo lo viera. Lisa los trajo, movieron los muebles de la sala y hicieron su espectáculo. Para ellos quizás fue algo estúpido, pero yo quede impactado. Para mí fue algo increíble. Creo que fue la primera vez que me entretuve en algo relacionado a la música como tal.
Todavía ajeno a la maldad, de niño era curioso y espontáneo. Con 8 años, me tire del techo de la casa de mi abuela, con unas bombas amarradas a mi bicicleta porque quería volar como hicieron en la película de E.T. En el parque siempre había gente bailando y yo de chamaquito me metía con ellos a bailar también. Aunque de chiquito me gustaba mucho la canción de Emmanuel Toda La Vida
, y me la pasaba frente al espejo imitándolo, siempre tuve inclinación a lo que es la música Rap desde pequeño, ya que era la música que más me gustaba bailar y escuchar. Yo escuchaba el ritmo y mi mente como que se abría y me transportaba quizás a otra realidad que no era la que