VirginsforSale.com

Por Sky Corgan

Althea

No hay manera de que un millonario apuesto pague nada por mí. Soy tímida y parece que recien salí de la jaula de ratones de biblioteca. no es como que haya sujetos tocaran a mi puerta, así que pensé en vender mi virginidad por algo de dinero extra.

Al principio pensé que el sitio web era una estafa, pero cuando un apuesto extraño se baja de una limo y me exige que siba con él, pierdo la cabeza... y no de la forma que esperaba.

Gavin

Hay una rara inocencia en ella que no había visto antes. Cuando compré su virginidad en el sitio web pensé que sería pan comido. Pero ella es más que una transacción de negocios, y ella se asegura de que lo sepa. Ahora me encuetro intentando conquistar a una chica que se suponía ser mi sumisa ama de casa. Aunque la hago doblegarse a mi voluntad. todo lo que hizo falta fue exponerla a placeres que no sabía que existían.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 14 abr 2018
• ISBN: 9781547525386

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CAPITULO UNO

ALTHEA

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Uno se preguntaría por qué una chica como yo haría algo así—entregarse voluntariamente a un hombre al que nunca había conocido, prometiendo completa sumisión. No entregarse. Venderse. Es difícil para mí ser honesta conmigo misma al respecto, especialmente porque me hace sentir como una prostituta. Pero eso es lo que estoy haciendo. Vendiéndome a algún ricachón pervertido. Equivalente a una novia por correo, pero mucho más oscuro.

Él me poseerá de por vida, podrá hacer lo que quiera conmigo. Sólo espero que sea todo con lo que siempre he fantaseado.

He visto a mi madre trabajar duro y administra y ahorrar cada centavo para proveer una vida decente para nosotros. He presenciado las noches de insomnio y las lágrimas y he sido dejada sola por sus turnos dobles en el restaurant. No quiero trabajar nunca tan duro como ella para llegar a fin de mes. Y ahora no tendré que hacerlo.

Esto será una bendición para ambas. Yo le daré la mitad del dinero. Y entonces, tan pronto como mi nuevo dueño venga por mí, me mudaré para que ella no tenga que trabajar tan duro. Sé que ella no lo entenderá, y honestamente no estoy segura de querer explicárselo. En retrospectiva, esto probablemente sea en parte culpa suya.

Mi verdadero padre se largó cuando escucho que había embarazado a mi madre. Siempre que pregunto por él, ella me da un nombre diferente. Así que no estoy segura de que recuerde quien era. Una cara sin nombre en un puñado de posibles donantes de esperma. Mi mamá nunca trató de esconder o disculparse por el hecho de haber sido una zorra antes de que yo viniera al mundo. Ella ha conservado su belleza a lo largo de todos estos años, algo que, desafortunadamente, no me heredó, pero ella nunca ha sido realmente buena encontrando hombres decentes.

Cuando veo a mi mamá, me doy cuenta de que no poseo ninguno de sus atributos, y eso me pone triste. Ella tiene este largo liso y hermoso cabello castaño, mientras el mío es de color barro. También se enrolla y se vuelve un desastre una vez crece más debajo de mis hombros, así que me aseguro de mantenerlo corto justo encima de ellos. Su cara tiene la forma de una almendra mientras la mía es redonda. Su nariz es larga y esbelta mientras la mía es corta y aplastada. Ella es alta como modelo con la figura de un reloj de arena y senos talla doble D. Yo soy plana y apenas 1,60. Si nos pararas una al lado de la otra no podrías decir que estamos emparentadas. Lo único que heredé de ella fue sus ojos azul claro, pero incluso ellos están malditos. Mientras ella tiene una visión 20/20, yo uso anteojos. Siempre he querido lentes de contacto, pero ella dice que los anteojos son más duraderos con respecto al precio. Quizás ahora que tendré mi propio dinero, pueda conseguir algunos.

A veces me pregunto quién es mi verdadero padre, no es que yo suponga que importa en el gran esquema de las cosas. Las únicas figuras paternas que tuve mientras crecía, además de mis tíos, fueron los ocasionales sabores del mes que entraron y salieron de la vida de mi mamá. Los hombres fueron y vinieron a lo largo de mi infancia, aunque nunca más de uno a la vez. El único que destacó fue este tipo llamado Jason que era gerente en una estación de gasolina. Yo tenía diez cuando mi madre empezó a salir con él, y por un tiempo, pensé que se iban a casar, ya que él fue el único que duró más de unas pocas semanas. El fue el hombre más apuesto que jamás vi. Y yo estaba determinada a que si ella no se casaba con él, yo lo haría. Amable, y siempre con una sonrisa en el rostro, pensaba el mundo de él. Pero después de cinco meses de relación, él desapareció. Mi mamá más tarde me dijo que fue porque a él le gustaban los hombres también, y ella no podía lidiar con eso. Si fue verdad o no, nunca lo sabré porque no volví a verlo. Aunque no puedo evitar pensar que no fue así sino que ella de alguna forma la fregó y lo asustó. Estuve resentida por un tiempo debido a eso. El fue mi primer enamoramiento real, y me di cuenta rápidamente una vez que empecé a interesarme en chicos que quería encontrar a alguien justo como él.

Sin muchas ambiciones. Encontrar a un gerente de estación de gasolina mayor y apuesto con quien establecerme. Aún me gustan los hombres mayores, pero a medida que mis años de adolescencia pasaban realmente comenzaba a entender el poder y la importancia del dinero.

La secundaria no fue precisamente amable conmigo. Mi mamá no gastaba dinero en ropa nueva, así que todo mi guardarropa venia de tiendas de segunda mano, y ella establecía un precio límite por artículo, así que rara vez yo salía con algo a la moda. Con mi gran descuento, mis antejos de marco redondo que me hacían parecer una lechuza y mis blusas y pantalones descoloridos, no era muy popular. Era fácil estar resentida con aquellos que tenían más dinero que nosotras, estar celosa de todas aquellas cosas que ellos tomaban por sentado. Se dice que el dinero no puede comprar la felicidad, pero demonios, así parecía desde mi punto de vista.

Quizás esa sea otra razón por la cual me incliné hacia los hombres mayores—porqué no tenía interés en chicos de mi edad. Los hombres mayores tenían empleos. Los hombres mayores tenían dinero. Quizás pensar de esa manera me convierte en una caza fortunas, pero en realidad no me importa. Lo que quiero de un hombre es seguridad. Si yo fuera la mitad de linda de lo que es mi mamá, podría haber tenido el chance de convertirme en la esposa trofeo de alguien. Pero ese no es el caso... así que en vez de eso elegí este método.

Cuando leí el anuncio en el sitio web fetiche en la biblioteca, no le podía creer a mis ojos. Lo leí en trozos, pedazos y piezas, mirando constantemente sobre mi hombro para asegurarme de que nadie más veía la pantalla. Las computadoras públicas no fueron hechas para la pornografía, pero ya he leído todos los libros de BDSM en la sección de sexo, y había imaginado que si había un hombre mayor, rico y dominante en algún lugar en el mundo para mí, lo encontraría buscando en línea.

Una rápida búsqueda en Google me llevó a DaddyDoms.com, un sitio web que conecta sumisas voluntarias a hombres mayores en el estilo de vida. La mayoría de los hombres o no eran atractivos o tenían fetiches que me desanimaban por completo, como jugar con heces o hacerme usar pañales. Los pocos sujetos a los que les escribí o eran falsos o no estaban interesados. El puñado de sujetos que me escribió primero, no me interesaban para nada. No pasó mucho para que empezara a desanimarme.

Y entonces el anuncio apareció.

En cualquier sitio web que tenga que ver con sexo, habrá una tonelada de anuncios en la barra lateral. Usualmente están dirigidos a hombres. Imágenes y vídeos de mujeres con tetas perfectas remarcadas con texto diciendo que están listas para follar. Haz clic aquí y tendrás muchas vaginas. Estas irrealmente atractivas mujeres están esperando por TI. A veces, incluso inventaban distancias para que el tipo creyera que estaban cerca. Se hacen para sacarlos del sitio de citas en el que están y meterlos a otro. Las he visto tantas veces que prácticamente ya tengo anteojeras para ellos.

Pero eso no es lo que captan mis ojos. Hay una sólida barra marrón al fondo de la pantalla con un simple texto blanco que dice, Vírgenes a la venta. Cómprala una vez. Poséela por siempre. Es un anuncio para atraer hombres pero le hago clic de todas formas.

La pantalla que aparece no es más agradable que las barras laterales del sitio web en el que estaba anteriormente. Pero me encuentro a mí misma deslizando hacia la parte inferior del sitio donde hay enlaces para navegar a otras partes menos llamativas del sitio, específicamente buscando un enlace para aplicar como una de las vírgenes. Lo encuentro, hago clic, y soy llevada a una pantalla negra con un cuadro de texto y otro enlace al fondo para el registro. Leyéndolo tan rápido como puedo, signos de dólar aparecen en mis ojos cuando me doy cuenta de cuánto podría costar mi virginidad, hasta $100.000.

Las chicas interesadas deben enviar varias fotos, desnudas y completamente vestidas, una lista de medidas y talla de zapatos, y una foto de una identificación en la que aparezca claramente su fecha de nacimiento. También deben rellenar enteramente una solicitud. Las personas que trabajan en el sitio evaluarán toda la información y decidirán un precio justo de venta. Enviarán el monto a la chica, y ella podrá aceptar o declinar continuar con el proceso. Una vez hecho, la chica solo debe sentarse y esperar hasta que llegue una oferta.

Incluso aunque no pude evitar pensar que era alguna clase de estafa para engañar chicas para que les dieran fotos desnudas, imprimí la solicitud de todas formas y lo llevé a casa.

Ahora aquí estoy, llenándola, lo cual es algo divertido. Hay una sección de preguntas sobre lo que haré y lo que no, y con cual tipo de hombre quiero estar. Instantáneamente, una imagen de Jason aparece en mi mente, sus grandes ojos azules y sus rizos rubios.

Leer la larga página de responsabilidades es menos divertido. Escalofríos recorren mi espina dorsal con algunas cosas que se exigen una vez eres vendida—cosas que harían que la mayoría de las chicas