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El Eln por dentro
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El Eln por dentro

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El Eln por dentro describe el trasiego de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del Ejército de Liberación Nacional (Eln), conformada a comienzos de 1978, en Puerto Triunfo (Antioquia), por el sacerdote Bernardo López Arroyave, miembro de Golconda y la Teología de la Liberación, doctrina afín a la línea ideológica del Eln. Bernardo López Arroyave,admirador del cura Camilo Torres; discípulo de obispos de planteamientos eclesiales contrarios a la tradición a católica; y, condiscípulo de algunos sacerdotes-terroristas en Centroamérica; tenía la misión de incrustar células del Eln en el Magdalena Medio y Suroriente Antioqueño, desde Comunidades Eclesiales de Base, comités de educación, salud, acción comunal, deportes, etc., que de manera progresiva se incorporaron a los núcleos de premilitantes y militantes del Eln, para construir a largo plazo las comisiones de trabajo político-organizativo, las milicias populares y la fuente de incorporación, apoyo político, logístico y e inteligencia del Eln.
La difusión de marxismo-cristianismo, marcó divisiones de intereses geopolíticos y económicos entre los pobladores; desencadenó una masacre de cinco miembros del Eln; originó las cuadrillas Carlos Alirio Buitrago y Bernardo López; facilitó el auge paramilitar; permitió a las Farc terciar en oleadas de terror; y, atizó la guerra.
El Eln por dentro explica, ¿qué es la Teología de la Liberación? con orígenes, proyectos y logros. Reconstruye el proceso de expansión geoestratégica de una cuadrilla del Eln. Evalúa, siete errores, que impidieron neutralizar al grupo terrorista. Con nombres propios, lugares y hechos específicos, relata como este grupo nació, creció, se asentó y causó incalculables daños a la población civil, la economía nacional y al desarrollo de las industrias regionales.
En la obra el lector encuentra documentos originales de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago, que articulan como el Eln superó la crisis después del fracaso operacional an Anorí en 1973, la unidad con Mir Patria Libre, o con las Farc y el Epl en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, oleadas terroristas antes y después de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991; el Plan Vuelo de Águila, la guerra a muerte contra las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de los hermanos Castaño Gil; cientos de actos terroristas contra la población civil y el sicariato comunista ,contra campesinos catalogados como delatores o enemigos a la causa revolucionaria marxista-leninista.
Sin lugar a dudas esta obra aporta elementos, para comprender mejor las causas y razones de la existencia de las guerrillas comunistas en Colombia, la enorme responsabilidad de la dirigencia civil en el problema, la realidad socioeconómica de los campesinos afectados y la desatención a la problemática social, tomada como caldo de cultivo para reclutar más jóvenes para la guerra, en un corazón geopolítico como el Suroriente de Antioquia, donde confluyen los intereses del Eln, las Farc, las Auc, la delincuencia común, los narcotraficantes, los ganaderos, los agricultores, el turismo, las industrias minera y eléctrica y desde luego, la necesidad tributaria del Estado.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 feb 2017
ISBN9781370137138
El Eln por dentro
Autor

Luis Alberto Villamarin Pulido

Luis Alberto Villamarín Pulido, natural de Fusagasugá - Cundinamarca, coronel retirado del Ejército colombiano, con 25 años de experiencia militar (1977-2002), más de la mitad de ellos dedicado a las operaciones de combate contra grupos narcoterroristas en Colombia, y después de su retiro del servicio activo, profuso investigador de temas relacionados con la geopolítica del Medio Oriente, el Asia Meridional y el continente americano; el terrorismo internacional islámico y comunista, historia y proyección estratégica de grupos islamistas como Al Qaeda, Isis, Hizbolá, el conflicto árabe israelí y la Primavera Árabe, así como la amenaza nuclear del régimen chiita de Teherán.Sus obras Narcoterrorismo la guerra del nuevo siglo, Conexión Al Qaeda, Primavera Árabe: Radiografía geopolítica del Medio Oriente, ISIS: la máquina del terror yihadista, el Proyecto Nuclear de Irán y Martes de Horror (atentados terroristas del 9-11), son referentes para el estudio, conocimiento de la complejidad política, geopolítica y geoestratégica del convulso Medio Oriente.Algunas de sus obras han sido traducidas a inglés, francés, alemán, portugués y polaco. Su libro En el Infierno traducido a inglés como In Hell, es base para una película en Hollywood-California, y los demás textos son utilizados como material de estudio en diversas universidades del mundo.

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    Un verdadero manual para entender que es el Eln y por qué es tan dificil negociar con este grupo narcoterrorista, cualquier proceso de paz

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El Eln por dentro - Luis Alberto Villamarin Pulido

TABLA DE CONTENIDO

¿Por qué se escribió este libro?

BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR

PREAMBULO

CAPÍTULO I

CAPÍTULO II

CAPÍTULO III

CAPÍTULO IV

CAPÍTULO V

CAPÍTULO VI

CAPÍTULO VII

CAPÍTULO VIII

EPÍLOGO

BIBLIOGRAFÍA

OTRAS OBRAS DEL AUTOR

El Eln por dentro

Historia de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Ediciones LAVP

www.luisvillamarin.com

El Eln por dentro

Historia de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago

Colección Conflicto Colombiano (9)

© Luis Alberto Villamarín Pulido

© Ediciones Luis Alberto Villamarín Pulido

Tel 9082624010

New York City

USA

www.luisvillamarin.com

Email: lualvipu@hotmail.com, lualvipu@latinmail.com

info@luisvillamarin.com, lualvipu@gmail.com

Actualización a marzo de 2017

ISBN: 9781370137138

Publisher: Smashwords, Inc.

Sin autorización escrita del autor, no se podrá reproducir este libro ni parcial ni totalmente, ni en ninguna de las formas impresas o electrónicas, químicas, de audio, de video, reprográficas o gráficas. Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley en Colombia.

¿Por qué se escribió este libro?

Corría el año de 1990. Terroristas del Frente Carlos Alirio Buitrago del Eln, asesinaban campesinos, asaltaban entidades crediticias y sembraban el terror en el Oriente Antioqueño, con énfasis en San Carlos. Cuándo aparecía el Ejército en el área, los criminales vestidos de civil, se confundían entre los labriegos, que los protegían, temerosos por las represalias.

La base militar de Juanes ubicada a 50 kilómetros de San Carlos, tomó contacto con algunos familiares de los terroristas, casi todos campesinos de la región, para buscar la desmovilización voluntaria de los guerrilleros. Una mañana llegó Libardo Clavijo, un campesino curtido por el rudo trabajo del agro. Con la sencillez y sensatez de la raza paisa, la misma que descuajó la montaña para construir su futuro, habló sin tapujos:

—Mi capitán: Mi hija Rubiela Clavijo alias Marina, si es guerrillera del Eln. La incorporó el padre Bernardo López Arroyave en Estación Cocorná en 1980. La envió a estudiar a la Normal de señoritas de Barrancabermeja, donde terminó de formarse como revolucionaria con unas monjas amigas del padre. Cuando regresó a Estación Cocorná, los jefes del Eln le ordenaron que no trabajara como profesora con los niños, sino que se fuera para el monte con ellos, a educar los revolucionarios. Para mayor desgracia, otro hijo se metió a las autodefensas del Magdalena Medio que dirige Ramón Isaza. Me atormenta pensar que en cualquier momento se enfrenten y se maten dos seres humanos que llevan mi sangre—

Con los ojos llorosos el campesino agregó:

—Solo le pido el favor, que si mi hija muere o queda herida en combate contra el Ejército, le ruego por lo que más quiera, que me entreguen el cadáver o me digan en qué hospital está—

Con el vívido recuerdo de aquel dramático momento, que resume la realidad de una guerra fratricida y absurda, y con la ingente documentación recaudada acerca de la historia de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del Eln, surgió la idea de escribir una crónica analítica, que resume una de las etapas de la sempiterna violencia que azota a Colombia, como consta en los testimonios, análisis y referencias bibliográficas condensados en las páginas venideras.

BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Luis Alberto Villamarín Pulido, natural de Fusagasugá-Cundinamarca, coronel de la reserva activa del Ejército colombiano, con 25 años de experiencia militar, más de la mitad de ellos dedica do a las operaciones de combate contra grupos narcoterroristas en el país.

Distinguido entre sus compañeros de armas en quehaceres operacionales y académicos castren ses, pues, además de ser un brillante comandante de tropas en el campo de batalla, ha plasmado su visión investigativa en 33 libros y más de 1000 artículos de su autoría, relacionados con el complejo conflicto colombiano, el terrorismo internacional, la geopolítica, la defensa nacional y la historia patria.

Miembro de la Sociedad Bolivariana de Colombia, la Academia de Historia del Huila y la Academia Colombiana de Historia Militar; este oficial lancero, paracaidista y contraguerrillero rural ha recibido los galardones Latino Literary Awards 2003 por el libro La Silla Vacía en Los Ángeles-California; Verdadero Orgullo Hispano 2006 por la obra Delirio del Libertador, en Elizabeth New Jersey; y Premio Internacional de Literatura, Jairo Hoyos Salcedo 2009 en Washington D.C, por el texto Complot contra Colombia.

Algunas de sus obras han sido traducidas a idiomas inglés, portugués, alemán, francés y polaco. Su libro titulado En el Infierno es base para una película en Hollywood-California, y los demás textos son utilizados como material de estudio en prestigiosas universidades del mundo, tales como Harvard en Estados Unidos, Complutense en España, Autónoma de México y Los Andes de Colombia, para la elaboración de tesis de pregrado, post grado, maestrías o doctorados en temas afines a sus escritos.

Ha sido entrevistado como analista especializado para programas de opinión en estaciones de radio y televisión de diversos países, de manera individual o como participante en paneles de expertos internacionales en asuntos estratégicos atinentes al terrorismo, los conflictos armados, la guerra de guerrillas, la geopolítica, la defensa nacional y la seguridad hemisférica.

El Instituto Colombiano de Ciencia y Tecnología de Colombia (Colciencias) avaló su registro en el CVLAC en las especialidades de Ciencias Militares, Ciencias Políticas y Ciencias Sociales, en la base de datos que agrupa a los investigadores científicos de Latinoamérica y el Caribe.

PREAMBULO

En todos los escenarios académicos, políticos o militares que se analiza el complejo conflicto colombiano, es reiterativa la pregunta:

—¿Cuál es la razón para que hasta la fecha haya sido imposible neutralizar a la guerrilla en el país?—

Para responder este interrogante es necesario abordar varios asuntos. Un somero resumen histórico de la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del autodenominado Ejército de Liberación Nacional (Eln), podría ser un referente para despejar la incógnita o parte de ella, a partir de los orígenes de la subversión comunista, sumados a su crecimiento cuantitativo y cualitativo, así como a la total responsabilidad frente a tal hecho, por parte de la dirigencia política que ha gobernado a Colombia durante el último siglo.

Entre junio y septiembre de 1973, tropas del Comando Operativo N°. 10 comandadas por el entonces coronel Hernán Hurtado Vallejo demolieron los reductos armados del primer Eln, durante la Operación Anorí que condujo a la baja en combate de los principales cabecillas, entre ellos los hermanos Manuel y Antonio Vásquez Castaño, dos de los fundadores del grupo terrorista, creado en Cuba en 1963 con la complicidad de la dictadura cubana de los hermanos Fidel y Raúl Castro.

Pero producto de la politiquería del entonces pre sidente Alfonso López Michelsen, los escasos sobrevivientes del Eln salieron de un cerco táctico en el sur de Bolívar, se reabastecieron con el sostenido apoyo de la dictadura cubana y la extorsión a la petrolera Manessman en Arauca, y así, reorganizaron las estructuras clandestinas, hasta llegar a constituir una persistente agresión contra la institucionalidad y la vigencia del sistema republicano

Entre las redes de apoyo de aquel Eln, que no fueron procesadas judicialmente, quedó la familia Castaño Idárraga asentada en el área rural de Segovia-Antioquia.

Entre los remanentes urbanos del Eln quedó el sacerdote católico Bernardo López Arroyave, quien activó una célula clandestina con varios seminaristas, otros clérigos y unas religiosas adscritas a las comunidades eclesiales de base que laboraban en una institución educativa en Barrancabermeja, incluida una monja española identificada como alias de Pilar, años después concubina del sacerdote español Manuel Pérez Martínez.

Sin arredrarse por la contundente derrota en Anorí, la Dirección Nacional Provisional del Eln reactivó el proceso subversivo en Antioquia. Para el efecto la familia Castaño Idárraga fue trasladada hacia la vereda Santa Rita del Corregimiento Las Mercedes de Puerto Triunfo. Al mismo tiempo fue enviada a esa zona, la familia Ciro Londoño, procedente del suroeste antioqueño, la cual había sido reclutada para integrar el Eln por otro sacerdote católico.

Días después el padre Bernardo López A. inició a nuclear en Santa Rita a potenciales guerrilleros, primero vinculados a comités de todo tipo de actividades sociales, culturales y políticas. Desde los sermones iniciales, López Arroyave transmitió a los campesinos el concepto del desde la óptica comunista verdadero Jesús anticapitalista y redentor de los pobres.

Según su obsesivo criterio, Jesús fue un combatiente, contrario a las injusticias sociales y las desigualdades socioeconómicas, que para resolverlas requería de una hermandad alzada en armas en nombre de Dios.

Aquellos revolucionarios conceptos alrededor de la fe cristiana basada en la Teología de la Liberación, se diseminaron por las veredas de San Luis, Cocorná, San Carlos y Puerto Triunfo, el Corregimiento Samaná y la ve reda La Independencia de San Luis, y mediante ellos se incorporaron al Eln familias enteras tales como Buitrago Ramírez, Gómez Peña, Mazo Martínez, González Monsalve y otras, que encabezadas por Ricardo Castaño Idárraga alias Gerardo, fueron enviadas de inmediato a recibir entrenamiento militar en la Serranía de San Lucas, que luego regresaron a Santa Rita y alrededores, con la tarea concreta de construir un movimiento ilegal político-religioso-armado en la zona, acorde con la filosofía marxista-cristiana del grupo Golconda y la nueva estrategia del Eln manejada por religiosos con alto nivel intelectual y no por semianalfabetos como Fabio Vásquez Castaño.

Entretanto las redes urbanas del Eln en Medellín enviaron como ideóloga del naciente grupo a la monja y socióloga de la Universidad Bolivariana, Patricia Gaviria alias Viviana, para educar las bases guerrilleras en los criterios de sanidad en campaña, doctrina del Eln y organización de células revolucionarias.

Por aquella época, grupos de sicarios financiados por algunos ganaderos del Magdalena Medio Antioqueño y el cartel de Medellín habían iniciado a asesinar a las células de apoyo de la novena cuadrilla de las Farc que delinquía en la misma zona desde hacía casi una década. Por esta razón la presencia de la nueva estructura clandestina del Eln, dio pie para el incremento de la violencia y las obvias masacres anticomunistas, en respuesta a las atrocidades cometidas por la guerrilla en la región.

El 17 de septiembre de 1982, pistoleros al servicio de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio asesinaron a sangre fría a los hermanos Carlos y Alirio Buitrago, a su primo Fabián Buitrago, a su tío Gildardo Ramírez y al joven Marcos Marín, todos miembros de la congregación religiosa dirigida por el sacerdote Bernardo López Arroyave y algunos de ellos ya integrantes activos del grupo terrorista.

Esta masacre marcó el inicio de una prolongada etapa de violencia y terrorismo en el suroriente antioqueño, incluida la zozobra vivida durante casi dos décadas por los viajeros en la autopista Medellín-Bogotá, así como la literal estigmatización de poblados violentos que padecen San Carlos, San Luis, San Francisco, Cocorná y Granada en Antioquia, asolados por la cuadrilla Carlos A lirio Buitrago (CAB) fundada en memoria de los dos cuadros políticos del Eln.

En el área afectada por el CAB confluyen elementos geoestratégicos y geopolíticos de primer orden para la economía nacional tales como el aeropuerto José María Córdova, la autopista Medellín-Bogotá, las hidroeléctricas de Punchiná, Calderas y la Holanda, así como el empalme del oriente antioqueño con el Magdalena Medio.

Dirigidos por los palmeros del frente noroccidental de guerra asentado en Medellín, las familias encabezadas por los Buitrago Ramírez y Castaño Idárraga, desarrollaron la estrategia diseñada por el sacerdote López, hasta constituirse en la zozobra del suroriente antioqueño y a la vez justificar a los finqueros para que financiaran grupos de justicia privada, mediante barbaridades que fueron iguales o peores a las cometidas por los elenos en la zona, cuyos cabecillas entrenados en Cuba hicieron contactos con delincuentes internacionales incluida la pintoresca pareja de esposos alemanes de apellido Mauss, dedicada a negociar secuestros.

Perseguido por sus andanzas ilegales, Bernardo López, fue trasladado a Barrancabermeja y luego al norte del país, donde fue asesinado por las autodefensas ilegales en Sincé (Sucre).

Por su parte, los Buitragos asesinaron alcaldes, concejales y finqueros, atentaron contra las hidroeléctricas y cementeras, secuestraron comerciantes o ganaderos y humildes campesinos, se impusieron por la fuerza del terror sobre la autopista Medellín-Bogotá, reclutaron a cientos de integrantes de las milicias populares rurales, e incrementaron el número de combatientes hasta 400 efectivos, es decir hasta llegar a ser la estructura armada más fuerte de todo el Eln.

A comienzos del nuevo siglo, tropas de la Cuarta Brigada condujeron una intensa ofensiva contra esta cuadrilla, hasta desvertebrarla, reducir sus efectivos a menos de la mitad, capturar a algunos cabecillas y lograr la desmovilización de otros.

No obstante, este grupo sigue siendo fuerte con a sentamientos clandestinos en los sindicatos oficiales del departamento de Antioquia, las universidades y las juntas de acción comunal, imbuidos por la Teología de la Liberación mediante propaganda realizada por los integrantes de las comunidades eclesiales de base, las milicias populares, y las bases revolucionarias de masas, además de las ingentes sumas de dinero recibidas por concepto de secuestros, lavado de activos y tráfico de estupefacientes.

Igual que sucede frente al problema de las Farc, ni el Estado colombiano ni la sociedad en general tienen claro el concepto de qué es el Eln y cuáles son los fines que pretenden, mucho menos cuales son los procedimientos internos que garantizan su supervivencia.

Dado el complejo entramado clandestino, los nexos con personas claves en el entorno socio-económico y la militancia subrepticia de células sin identificar, no se ha podido derrotar militar-mente la guerrilla. No es porque su discurso tenga un contenido político o de cambio social a favor de las clases menos favorecidas como pretenden hacer creer sus propagandistas.

CAPÍTULO I

TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

¿Qué es la Teología de la Liberación?

La Teología de la Liberación es una revolucionaria corriente de interpretación teológica de la fe cristiana, surgida al interior de la Iglesia católica latinoamericana, al término del Concilio Vaticano II realizado en 1967, presidido por Paulo VI, y después por la Conferencia Episcopal de Latinoamérica(CELAM) realizada en 1968 en Medellín (Colombia).

La Teología de la Liberación nació en América Latina en un momento histórico de crecientes tensiones sociales políticas, económicas y culturales, en el que en campo de la fe se cuestionó que durante casi cinco siglos América Latina importó la teología concebida en los monasterios de Europa, para demostrar que la dependencia de esta parte del planeta res pecto al llamado Primer Mundo, no sólo es económica y política, sino también eclesial y teológica

En esencia, la Teología de la Liberación pretende responder con argumentos pragmáticos a la pregunta de cómo ser cristiano en un continente oprimido, y a preguntas complejas verbigracia:

—¿Cómo conseguir que la fe no sea alienante sino liberadora en todos los sentidos?—

Desde entonces, algunos sacerdotes y comunidades eclesiales de base practican y aceptan los lineamientos procedimentales de esta teología en varios países de América Latina. La Iglesia católica mantiene una postura cauta frente a la Teología de la Liberación.

Las primeras manifestaciones de esta teología se evidenciaron en Brasil, a partir de 1957 cuando comenzó a tomar forma un Movimiento de Comunidades de Base dentro de la iglesia católica.

Siete años después, en 1964, este movimiento definió el Primer Plan Pastoral Nacional 1965-1970. Este fenómeno social ocurrió en Brasil, al mismo tiempo que el educador Paulo Freire, desarrolló un nuevo método para alfabetizar mediante un proceso de concienciación, al que se sumaron movimientos estudiantiles y de trabajadores de Acción Católica, así como intelectuales católicos.

Debido a la agitación mundial derivada de las tesis del comunismo soviético, la expansión continental clandestina de la revolución cubana al continente y la presencia propagandística de aparatos de difusión cultural de China Comunista, algunos cristianos empezaron a utilizar conceptos marxistas-leninistas para analizar la sociedad brasileña y latinoamericana.

Pronto la tendencia ideológica y práctica de la nueva concepción de la fe cristiana surgida en Brasil se ex tendió a Europa, donde el cardenal Emmanuel Suhard, de París, había fundado la Misión de Francia que permitía a algunos sacerdotes trabajar en las fábricas para acercarse al mundo obrero.

Debido a los criterios encontrados que surgieron de esta experiencia, en 1965 el papa Paulo VI ordenó el regreso de esos sacerdotes a sus parroquias de origen.

Pero el punto crítico del inicio de la Teología de la Liberación, fue el ingreso del cura Camilo Torres Restrepo a las guerrillas del Eln en octubre de 1965, cuando además pronunció un breve mensaje, que se convirtió en haz de luz para quienes siguieron sus pasos:

—No se dejen vencer. Cristo está con nosotros. Es de los nuestros. Y la historia es historia de salvación. Permanezcamos en la historia y seremos sus profetas—

Su ejemplo fue tomado por otros sacerdotes y católicos del común, que posteriormente tratarían de continuar su obra no solo en Colombia, sino en toda América. Atraído por las ideas de la Teología de la Liberación, el sacerdote asturiano Gaspar García Laviana, se unió a las guerrillas sandinistas que en esa época combatían contra la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua y los sacerdotes españoles Manuel Pérez Martínez, Domingo Laín Sáenz y José Antonio Jiménez se vincularon al Eln.

Años más tarde, Manuel Pérez Martínez llegaría a ser el cabecilla principal de este grupo terrorista y se le conocería en los medios de comunicación como el cura Pérez.

Fundamentos de la Teología de la Liberación

La Teología de la Liberación condena la situación estructural de empobrecimiento que sostiene la pobreza, por lo tanto se fundamenta en:

1. Opción preferencial por los pobres.

2. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre.

3. Eliminar la explotación, la falta de oportunidades e injusticias de este mundo.

4. La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana.

5. La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios de que la pobreza es un pecado social.

6. No solamente hay pecadores, sino que hay víctimas del pecado que necesitan justicia y restauración.

En síntesis, la relación cristianismo-pobreza, es definitiva para difundir la religión católica. Por esta razón, apoyada o criticada, la Teología de la Liberación difunde el evangelio cristiano con un peculiar estilo, tanto en países en desarrollo como en aquellos menos favorecidos en lo económico, al argumentar:

—La necesidad de hacer la conversión de toda la Iglesia para una opción preferencial por los pobres, con miras a su liberación integral—

—Esta opción, exigida por la realidad escandalosa de los desequilibrios económicos en América Latina, debe llevar a establecer una convivencia humana digna y fraterna y a construir una sociedad justa y libre—

Soporte teológico y conceptual

Con base en que la injusticia e inhumanidad crecen en los países industrializados, y que la globalización de la economía lleva a la falta de solidaridad de las sociedades, sus seguidores afirman que la Teología de la Liberación es la primera alternativa contra el capitalismo en Latinoamérica.

En este sentido es concebida como una reflexión crítica de la praxis histórica a la luz de la palabra con base en que:

Los derechos del pobre son derechos de Dios según el libro del Éxodo 22:21-23, y Proverbios 14:31 ,17:5, pues Dios eligió a los pobres como consta en Santiago 2:5. Por ende, Dios asumió la opción preferencial por los pobres para salvar a la humanidad.

Además, según Mateo 5:3 Jesucristo se identificó con los pobres y dijo que quien se relaciona con el pobre, trata con el hijo de Dios a tal punto que esa relación será el criterio principal para lo que vendrá durante el Juicio Final como consta en Mateo 25:31-46.

Así, los pobres son víctimas del pecado extendido que se convierte en un pecado social como estructura de acciones y omisiones que mantienen la opresión, la injusticia y la explotación.

Es un pecado que va más allá de los pecados individuales. En tal situación de pecado el Reino de Dios es rechazado y el sistema de pecado lucha contra las comunidades y personas que anuncian la buena noticia de la libe ración del pecado.

Desde esa óptica la humanidad puede salvarse de esta generación perversa (Hechos 2:40), por medio de nuevas relaciones sociales de comunión, de plena solidaridad, de espiritualidad comunitaria que permitan que todos aporten, para que cada persona pueda resolver sus necesidades (Hechos 2:42-47); unas relaciones de amor y fe, no solo de palabra, sino en los hechos como consta en Juan 3:16-19 y en Santiago 2:14-17.

Desde cuando apareció de la Teología de la Liberación, el Vaticano ha sido cauto para referirse al asunto. Aunque Paulo VI la calificó como una necesidad, sus asesores la cuestionaron dada la complejidad de juntar los preceptos cristianos de justicia, paz y equidad, con los postulados marxistas-leninistas de la violencia y el terrorismo contra la especie humana.

El Grupo Golconda

Golconda fue una asociación de clérigos católicos colombianos que decidieron trabajar a finales de los años 60 y comienzos de la década de los 70, bajo la orientación de lo que luego se conocería como Teología de la Liberación, ideada por algunos sacerdotes, para tomar las riendas del Eln procubano e integrado por bandoleros comunistas, para inculcarles el cristianismo-marxista como dogma de fe revolucionaria y ejemplo de liberación política, armada y religiosa en el continente.

Entre los asistentes a este evento político-religioso estaba el sacerdote Bernardo López Arroyave, meses antes ordenado como tal, por el Paulo VI durante ceremonia que presidió el Pontífice en Bogotá en 1968.

La heterogénea composición de Golconda facilitó manifestaciones de diversas posiciones políticas y libertades sin dependencia jerárquica. Por ejemplo, aunque en el grupo participaba el obispo Gerardo Valencia Cano, el sacerdote René García asumió la dirección de las actividades corporativas, pero Valencia manejaba los asuntos desde la sombra.

La primera reunión del grupo se realizó en julio de 1968 en la finca Golconda ubicada en el municipio de Viotá, departamento de Cundinamarca, Colombia. De esta circunstancia surgió el nombre de la asociación y se proyectó la misma costumbre en el Eln de denominar eventos por los sitios en que ocurrieron hechos con circunstancias similares tales como Campo Queso, Anacoreto, Campo Línea, etc.

En las reuniones de Golconda se analizó la situación social, económica y política colombiana y el papel de la Iglesia Católica.

En la segunda sesión de Golconda efectuada en diciembre de 1968, en Buenaventura-Valle, con la asistencia clandestina de los hermanos Fabio, Antonio y Manuel Vásquez Castaño, bajo el auspicio del obispo Valencia Cano, se emitió un plan de acción basado en puntos coincidentes con la nueva plataforma ideológica del Eln, que dio mayor claridad político-organizativa al grupo, frente al terrorismo interno y la acción bandoleril que hasta la fecha había impuesto la férrea mano de Fabio Vásquez:

1) Conocer objetivamente la realidad nacional.

2) Usar un método científico para la investigación y la acción.

3) Mantener un compromiso con la acción revolucionaria en contra del imperialismo y la burguesía.

4) Mantener una perspectiva de conjunto nacional e internacional.

5) Actualizar internamente a la iglesia y liquidar su maridaje con el Estado.

6) Reprobar el capitalismo e instaurar una sociedad que eliminara la explotación del hombre por el hombre.

7) Generar solidaridad con los que luchan por el cambio urgente y profundo de estructuras socioeconómicas y políticas.

8) Rechazar la maniobra divisionista del pueblo, que hacían los partidos tradicionales.

9) Rechazar el presupuesto de guerra, que no defendía la soberanía nacional, pero si reprimía las luchas populares, para defender los intereses de la minoría dominante.

10) Unidad de acción de los luchadores populares, para crear un frente revolucionario.

11) Respaldar la denuncia con hechos constructivos y en positivo.

¿Quién fue Bernardo López Arroyave?

Bernardo López Arroyave nació en Montebello-Antioquia en 1933, en el seno de una numerosa familia campesina de 22 hermanos, de filiación conservadora y muy católica, prueba de ello, es que tres de sus hermanos también fueron sacerdotes.

Bernardo López estudió Derecho en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, donde se graduó como abogado, y se enroló a las juventudes conservadoras que lo llevaron a ser diputado de la Asamblea Departamental de Antioquia.

En 1961 Bernardo López Arroyave llevó la vocería para la apertura oficial de la campaña presidencial de Guillermo León Valencia en Bello-Antioquia, junto a la casa natalicia del expresidente Marco Fidel Suárez.

Debido a su religiosidad y los contactos que hizo con sacerdotes en la Universidad Pontifica Bolivariana, sumada al conocimiento directo que tuvo desde niño del drama de la pobreza en el departamento de Antioquia, en 1962 se retiró de la política e ingresó al Seminario de Vocaciones Tardías de la Ceja-Antioquia, donde conoció instructores y condiscípulos que compartían el pensamiento de los sacerdotes renovadores brasileños, incluido Ernesto Cardenal, quien posteriormente fue ministro de Cultura de la dictadura sandinista de Nicaragua.

El discurso que pronunció Bernardo López Arroyave, el 15 de febrero de 1986, en el Club Infantas de Barrancabermeja, cuando se cumplieron 20 años de la muerte en combate de Camilo Torres Restrepo, permite entender las razones de su conducta revolucionaria proterrorista y su militancia en el Eln.

—Compañeros que en esta tarde tenemos la dicha de reunimos en asamblea popular, para celebrar el vigésimo aniversario de la caída de Camilo Torres, combatiendo en Patio Cemento:

—Sepamos, de una vez por todas, que Patio Cemento no es un lugar de muertos, es el símbolo de la resurrección y el faro prendido en la mitad de la patria, para iluminar la oscuridad horrenda de la oligarquía, que ha de caer bajo el peso del combate popular—

—No hay, por esto, un momento más feliz en la vi da de un hombre, que aquel en que se descubre que la vi da sólo tiene sentido cuando uno toma la inquebrantable decisión de perderla, para que la historia cambie y el pueblo viva—

—Esta tarde, compañeros, vengo aquí con la misma consigna —guardadas las proporciones— con la mis-ma consigna del gran Camilo. Vengo como sacerdote, co-mo revolucionario y como hombre que se fraguó en la oscura cárcel que llaman dizque las Escuelas del Derecho, que no son más que las cárceles de la opresión; porque yo hice carrera de Derecho en la Universidad Pontificia Bolivariana, y me parece que nunca anduve más torcido en mi vida—

—Como cristiano tuve la oportunidad de vivir, con la mayor intensidad, lo que se llama la religiosidad popular. Creía a ojos cerrados en todo lo que enseña, en todo lo que enseñaba la Iglesia tradicional. Viví con una gran honestidad ese proceso—

—Después ingresé a la Universidad Pontificia Bolivariana en donde pude hacer la carrera de Derecho, y me di cuenta de cómo se engaña al pueblo y cómo se manipula la cultura en favor de las clases dominantes. Yo repetía como un pobre loro de la costa (no quiero decir que los costeños sean loros), repetía como un mismo loro:

—La propiedad privada es intocable y el que la tiene puede hacer, deshacer y volver a hacer lo que le dé la gana con ella. Y yo lo repetía con la mayor ingenuidad. ¿Cómo no iba a repetirlo, si pertenecía al Partido Conservador colombiano?—

—Después ingresé al seminario porque entré en la dinámica de religiosidad popular. Es muy natural que un muchacho de conducta más o menos aceptable pueda ingresar a la escuela sacerdotal, y en lo mío, por ese alegre deseo de servir a los pobres que aprendí en un hogar pobre—

—Ingresé al seminario pero con los mismos criterios con que se ingresaba siempre al seminario: criterios arribistas. Les voy a hacer una confesión esta tarde, que no le he hecho a nadie: cuando ingresé al seminario después de haber sido abogado y diputado a la Asamblea con gloria, ingresé con el no disimulado e inconfesable deseo de ser obispo—

—En el seminario me encontré con un sacerdote español, más o menos de la estirpe de Do-mingo Laín, y allí, al encontrarme con él, empezó a quitarme las vendas que me habían ocultado la realidad popular por tantos años; y trabajé con él. La primera vez que me encontré con él no hice más que bostezar porque no lo entendía—

—¿Cómo lo iba a entender si estaba tumbándome todos los privilegios a que yo aspiraba y que abrigaba des de siempre? Y cuando logré entenderlo, y cuando logré descubrir lo que este hombre me decía, descubrí mi propia historia, compañeros:

—Descubrí el hambre que yo sufrí de niño; descubrí la historia de mi padre, campesino, que en el año 30, cuando la crisis, un millonario del pueblo le quitó su pequeña parcela, por la desgraciada deuda de treinta pesos—

—Y al otro día comenzó mi padre, hombre bueno y transparente, limpio y maravilloso como el campesinado colombiano, comenzó a trabajarle al terrateniente por la vil suma de dos pesos, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, para podernos dar un mendrugo de pan, pues no comíamos, por ejemplo, carne, en toda la semana—

—Y en los siguientes nueve años, después de la muerte de mi padre, yo aguanté hambre; apenas con un mendrugo de pan por la mañana y otro por la tarde, tenía que ir a la escuela—

—Y esa historia que se me había ocultado, esa historia que había estado enterrada bajo una aparente religiosidad, se me destapó por fin, pues pude comprender que no hay derecho, en nombre de Cristo liberador, a taparle el proceso revolucionario a los pueblos—

—Perdónenme, compañeros, si esto va adquiriendo como visos de autobiografía, pero en manera alguna quiero que ese sea el objetivo central. Lo que estoy buscando es que ustedes adviertan un proceso que muchas veces no alcanzamos a visualizar con exactitud, y en el cual podemos correr serios peligros, de no hacer crecer el movimiento popular—

—Les estoy contando cómo yo pertenecía a la religiosidad popular; les estoy contando mi proceso: como yo pertenecí, por arribismo, por arribismo natural y consecuente, pertenecí a la clase oligárquica: fui diputado a la Asamblea (de Antioquia) por el Partido Conservador—

—Todo esto lo estoy contando para que vean cómo los procesos hay que aceptarlos, porque la mayor par te de los que estamos aquí, los mayores, o fuimos conservadores o fuimos liberales, no para vergüenza nuestra, sino como fruto natural de la organización capitalista, a través de su aparato político—

—Entonces, cuando yo en el seminario logré descubrir estas cosas, comencé, con la misma honestidad con que había hecho otras, comencé a luchar. Fruto de ese espíritu combativo que nació al pie del sacerdote español fue el que me expulsaran del seminario. Me expulsaron del Seminario de la Ceja. Me mandaron para la Universidad Javeriana—

—Y ya cuando uno está tocado de este virus maravilloso y gigantesco de los procesos revolucionarios, sabe, de una vez por todas, que es incapaz de dar un paso atrás y que está muy dispuesto a tomar en sus manos la consigna del gran Camilo:

—Ni un paso atrás y lo que ha de ser, que sea—

—Después, compañeros, al salir como sacerdote al trabajo, me han tocado estos dulces lugares: Puerto Berrío, Puerto Boyacá, Estación Cocorná, Virginias, San Vicente de Chucurí, y el último fue Virginias en que, en el cuarto atentado de cuarenta hombres del MAS, entraron y tumbaron todas las puertas de la casa cural y permitió Dios que no estuviera yo ahí sino en una vereda, y si no, ustedes saben cuál habría sido la suerte que me hubiera correspondido—

—Entonces, todo esto es un proceso: es el proceso que con devoción, que con amor, que con entusiasmo, que con consagración revolucionaria tenemos que hacerle a nuestro pueblo—

—Nuestro pueblo está oprimido. Nuestro pueblo no solamente está explotado a nivel económico sino que padece todavía una explotación más salvaje: la explotación cultural—

—Hay que verlo que es el bombardeo de la prensa, de la radio y de la televisión sobre la mente campesina, que no ha podido dar los primeros pasos en la posibilidad de leer y escribir, para entrar en un proceso crítico que le permita visualizar las brutalidades del sistema en que nos movemos—

—Por eso hay que negar pastillitas al hombre pobre, así sea conservador o liberal, así nos insulte, porque nosotros sabemos que él también es producto de toda esta doloroso tragedia que tendió la oligarquía sobre el pueblo colombiano—

—Cuando me acerco a los señores obispos, los comprendo; cuando me acerco a mis compañeros sacerdotes, los comprendo:

—Trato de dar un mensaje desde mi vida, como lo dio Camilo, porque yo entiendo lo que significa des-prenderse de esa cosa horrible que son las incitaciones del capitalismo. ¿Saben ustedes lo que es, que a uno como cura salido de un ambiente campesino, le ofrezcan un carrito?—

—¿Saben ustedes lo que es eso? ¿Saben ustedes lo que significa vivir en la mejor casa del pueblo? ¿Saben ustedes lo que significa tener la bondad, el servicio, y la reverencia de todo un pueblo? ¿Saben lo que ocurre? ¿Saben lo que eso corrompe a gran parte de la Iglesia de Jesucristo? ¿Saben lo que eso significa?—

—Compañeros: mi mensaje esta tarde viene a decirles –respetando profundamente a los compañeros que no tienen creencias, que no tienen fe-: compañeros, yo lo que sé de mi es que me siento con la alegría de estar inmerso en el proyecto revolucionario. Me siento alegre—

—Les decía, compañeros, que el momento más privilegiado en la conciencia de un ser humano, es cuan-do aprende a asumir que hay tales valores por los cuales luchamos, que ya la vida solamente se siente como válida en función de la entrega total a esos ideales. Y el primero en mostrar esas calidades, esa fuerza indestructible de un espíritu creador y de un espíritu consciente, Jesús de Nazaret—

—Cuando él iba hacia Jerusalén, les dijo a los apóstoles: Miren, a mí nadie me quita la vida, yo la entrego voluntariamente. Y la entregó voluntariamente, porque con esa entrega, con ese gran grito perdido en el calvario, Jesús de Nazaret iba gritando a la humanidad entera:

—Vale la pena morir cuando se trata de construir la fraternidad universal; vale la pena morir cuando se trata de hacer caer del poder a los opresores; cuando se trata de hacer que todos los que quieran dominar y aplastar a los hombres caigan para que surja libre, espontánea y generosa, la conciencia universal de que somos hermanos, y la que como tales debemos vivir, si queremos vivir en paz. La paz solamente, entonces, puede surgir, como producto de la igualdad de todos los hombres—

Por eso esta tarde, compañeros, digamos con alegría, con entusiasmo y con fe, y con nuestro gran compañero Camilo Torres: La lucha es larga, comencemos ya.

—Como dice la Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, 6 de agosto 1984):

—La liberación es ante todo y principalmente liberación de la esclavitud radical del pecado. Su fin y su término es la libertad de los hijos de Dios, don de la gracia—

—Lógicamente la liberación reclama de múltiples esclavitudes de orden cultural, económico, social y político, que, en definitiva, derivan del pecado, y constituyen tantos obstáculos que impiden a los hombres vivir según su dignidad. Discernir claramente lo que es fundamental y lo que pertenece a las consecuencias es una condición indispensable

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