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El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán
El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán
El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán
Libro electrónico111 páginas1 hora

El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán

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La situación política y social en Bucaramanga antes del 9 de abril de 1948, ya venía caracterizándose por una sucesión de actos de violencia permanente, donde los hechos de la tarde del 9 de abril sólo constituyeron un incentivo que agudizó la ya candente oleada de violencia reinante en la ciudad y el Departamento. En adelante, se pretende describir algunos elementos de orden político enmarcados en el fenómeno de la violencia reinante en el periodo que precedió al asesinato de Gaitán.
Los partidos políticos tradicionales, el liberal y el conservador, a lo largo de la historia nacional se han convertido casi exclusivamente en los dos caminos por los cuales ha transitado el poder público. Tanto liberales como conservadores se han valido de una amalgama de recursos para alcanzar el poder y mantenerse en él. La confrontación armada, la exclusión de las fuerzas disímiles al bipartidismo, la colaboración y hasta el reparto equitativo de los puestos burocráticos del Estado, han sido algunos de los mecanismos utilizados para que nuestra historia nacional haya oscilado del conservatismo al liberalismo, y viceversa, hasta el liberal-conservatismo del Frente Nacional. En palabras de Leal Buitrago, los partidos políticos tradicionales han dado la pauta de definición del régimen político colombiano.
Así pudo gobernar el partido conservador de 1885 a 1930, a pesar de las crisis de sus gobiernos y de la oposición del liberalismo, la cual iba desde la conciliación permanente hasta la proclamación de la insurrección armada, como única táctica para disputarle eficazmente el control del Estado.
Y de esta forma entregó las riendas del gobierno a Enrique Olaya Herrera, quien se impuso tras la división del conservatismo entre Valencistas y Vasquiztas. De su parte el liberalismo de una u otra forma conquistó los votos para mantenerse en el poder, hasta que su propia división entre Turbayistas y Gaitanistas lo llevó a la caída en 1946.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 sept 2019
ISBN9780463573228
El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán
Autor

Héctor Elías Hernández Velasco

Historiador, escritor y docente colombiano nacido en la ciudad de Bucaramanga en el departtamento de Santander

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    El 9 de abril de 1948 en Santander Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán - Héctor Elías Hernández Velasco

    El 9 de abril de 1948 en Santander

    Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán

    Héctor Elías Hernández Velasco

    Ediciones LAVP

    www.luisvillamarin.com

    El 9 de abril de 1948 en Santander

    Incidencias regionales del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán

    © Héctor Elías Hernández Velasco

    Sociología Política de Colombia N° 4

    Ediciones LAVP

    © www.luisvillamarin.com

    Cel 9082624010

    New York City, USA

    ISBN: 9780463573228

    Smashwords Inc.

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, foto-químico, electrónico, magnético, electro-óptico, por reprografía, fotocopia, video, audio, o por cualquier otro medio sin el permiso previo por escrito otorgado por la editorial.

    El 9 de abril de 1948 en Santander

    Antecedentes generales al 9 de abril

    División y caída de la hegemonía liberal

    Santander y los inicios de la violencia política

    Bucaramanga y los primeros brotes de violencia

    Paros y manifestaciones

    El periodo eleccionario de 1947

    Elecciones de marzo y octubre de 1947

    Resultados electorales

    Resistencia civil

    Rafael Ortiz González y el entendimiento

    Una crisis inevitable

    El 9 de abril en Bucaramanga

    Toma de radio Santander

    La gran congregación en el centro de la ciudad

    Toma del parque García Rovira

    Otros blancos de los ataques

    El saqueo

    Saqueo a los estancos

    Atentados personales

    Hechos en Piedecuesta, Floridablanca y Girón

    El 9 de abril en Barrancabermeja

    Medidas de gobierno

    Consejos verbales de guerra

    Epílogo

    Anexos

    Anexo 1: Discurso de Roque Ortíz

    Anexo 2: Lista de artículos robados de un depósito

    Anexo 3: Factura de víveres, muebles y demás enseres

    Anexo 4: Carta del 11 de mayo de 1948.

    Antecedentes generales al 9 de abril

    Para el colombiano es una necesidad primordial la política. Desde el primer ciudadano hasta el último mendigo, todos se ocupan y preocupan de la política. En el sentido activo o en el sentido pasivo, en la beligerancia o en el comentario, en la especulación o en la idealización. Es un arte que los unos llevan con diletantismo y los otros con intrepidez y estridencia. Pero todos caen en ese pozo sin fondo y todos se solazan en él.

    La situación política y social en Bucaramanga antes del 9 de abril de 1948, ya venía caracterizándose por una sucesión de actos de violencia permanente, donde los hechos de la tarde del 9 de abril sólo constituyeron un incentivo que agudizó la ya candente oleada de violencia reinante en la ciudad y el Departamento. En adelante, se pretende describir algunos elementos de orden político enmarcados en el fenómeno de la violencia reinante en el periodo que precedió al asesinato de Gaitán.

    Los partidos políticos tradicionales, el liberal y el conservador, a lo largo de la historia nacional se han convertido casi exclusivamente en los dos caminos por los cuales ha transitado el poder público. Tanto liberales como conservadores se han valido de una amalgama de recursos para alcanzar el poder y mantenerse en él. La confrontación armada, la exclusión de las fuerzas disímiles al bipartidismo, la colaboración y hasta el reparto equitativo de los puestos burocráticos del Estado, han sido algunos de los mecanismos utilizados para que nuestra historia nacional haya oscilado del conservatismo al liberalismo, y viceversa, hasta el liberal-conservatismo del Frente Nacional. En palabras de Leal Buitrago, los partidos políticos tradicionales han dado la pauta de definición del régimen político colombiano.

    Así pudo gobernar el partido conservador de 1885 a 1930, a pesar de las crisis de sus gobiernos y de la oposición del liberalismo, la cual iba desde la conciliación permanente hasta la proclamación de la insurrección armada, como única táctica para disputarle eficazmente el control del Estado.

    Y de esta forma entregó las riendas del gobierno a Enrique Olaya Herrera, quien se impuso tras la división del conservatismo entre Valencistas y Vasquiztas. De su parte el liberalismo de una u otra forma conquistó los votos para mantenerse en el poder, hasta que su propia división entre Turbayistas y Gaitanistas lo llevó a la caída en 1946.

    1.1 División y caída de la hegemonía liberal

    Después de 16 años en el poder, el partido liberal al igual que el conservatismo de las elecciones de 1930, se presentó dividido a los comicios electorales de 1946. Gabriel Turbay y Jorge Eliécer Gaitán se convirtieron en los Vásquez Cobo y los Guillermo Valencia de la caída de la hegemonía conservadora.

    El partido liberal después de la honda crisis del último gobierno de la hegemonía, no logró encontrar la unidad en el seno de la colectividad. La indecisión y las pugnas López-Santos, la oposición acérrima del conservatismo, y la proclamación de la candidatura de Turbay-Gaitán terminaron de socavar la integridad del partido liberal.

    La eterna división liberal separó la cola y la cabeza del partido, ya que este no podrá nunca operar como un cuerpo unitario y jerarquizante. Prácticamente la candidatura de Turbay y Gaitán no fueron sino el resultado de ese odio repartido equitativamente. Turbay tumbó a López del poder y Gaitán recogió las banderas de la anarquía." La caída estaba madura.

    La convención liberal realizada en julio de 1945 eligió a Gabriel Turbay, como el candidato oficial para las elecciones presidenciales. A pesar que fue elegido en convención nacional, la figura de Turbay no despertaba la confianza y simpatía de los jefes de la colectividad, como Alfonso López y Eduardo Santos, quien lo respaldaba de mala gana, deploraba los apellidos extranjeros, Turbay Abounader a raíz de su descendencia sirio libanesa, cuya familia de escasos recursos se había radicado en Bucaramanga en el siglo pasado.

    Bajo esta división irreconciliable los jefes del liberalismo en una búsqueda infructuosa trataron de persuadir la unidad del partido para evitar la derrota. Alfonso López apeló a la convocación de un Frente Nacional. La coalición es lo único que puede salvarlos del fracaso, así sea en perjuicio de la integridad del liberalismo.

    Otro grupo del liberalismo realizó algunos esfuerzos por desconocer la candidatura de Turbay. Los Unionistas, como se denominaron, planteaban la posibilidad de postular como representante del grupo a Carlos Arango Vélez, quien no aceptó. Igual ocurrió con Darío Echandía quien había sonado para la candidatura presidencial. Ante la falta de homogeneidad para la escogencia del candidato los jefes del partido liberal determinaron, sin encontrar otra salida, dejar libre a Turbay y a Gaitán para que entre ellos saldaran las diferencias.

    Si las discrepancias de la jefatura no atinaban a encontrar una solución, entre Turbay y Gaitán las relaciones no eran más cordiales. Gaitán veía a Turbay como el representante típico de la oligarquía liberal y se mostraba contrario e irreverente ante figuras como la de López, a quien se opuso y combatió de una forma enérgica, al igual que a la oligarquía de los dos partidos, como él llamaba a la dirigencia liberal-conservadora.

    Jorge Eliécer Gaitán no ha atacado en ninguna ocasión que sepamos a la administración del doctor Enrique OLaya Herrera, ni a la del doctor Eduardo Santos. Fue un adversario obstinado del expresidente López.

    En términos concretos, el liberalismo en general cuestionaba la posición de Gaitán y lo veía como un elemento anti liberal. Desde los medios periodísticos se desató un honda campaña de desprestigio y desconocimiento de su candidatura.

    Constantemente se le tildaba como el candidato de los votos inútiles, el duce o candidato fascista. Incluso también desde los tiempos de la UNIR, se le acusaba de traición al partido en beneficio del Socialismo. En

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