COMUNISMO LA LEGALIZACIÓN DEL PARTIDO EN ESPAÑA
MIGUEL DEL REY
ES MIEMBRO DE VARIAS ASOCIACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES OCUPADAS EN LA INVESTIGACIÓN DE LA HISTORIA MODERNA Y MEDIEVAL. AUTOR DE DECENAS DE ARTÍCULOS Y ENSAYOS HISTÓRICOS, OBTUVO EN EL AÑO 2011 EL IX PREMIO ALGABA DE BIOGRAFÍA, MEMORIAS E INVESTIGACIÓN HISTÓRICA–A MODO COMPARTIDO–Y, ENTRE 2012 Y 2106, SE ENCARGÓ DE LA COLECCIÓN TRAZOS DE LA HISTORIA, PUBLICADA POR LA EDITORIAL EDAF.
LA DERROTA REPUBLICANA EN LA GUERRA CIVIL SIGNIFICÓ LA VUELTA A LA CLANDESTINIDAD DEL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA, ALGO ESPECIALMENTE DURO TRAS HABER PERDIDO EN LA LUCHA A DESTACADOS CUADROS DIRIGENTES Y TENER AL RESTO DISPERSOS POR EUROPA Y AMÉRICA. No obstante, gracias a su estricta organización y disciplina, el PCE fue, de entre las formaciones republicanas, la que logró rehacerse de forma más rápida y completa. Con todo, el fin de la guerra produjo en su seno las primeras disensiones profundas, agravadas por la enfermedad del secretario general, José Díaz, y el ascenso en la dirección del partido de Santiago Carrillo, procedente primero del PSOE y luego de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
En 1942, el fallecimiento de José Díaz elevó a a la Secretaría General e impulsó la carrera de Carrillo, quien en 1947 se convirtió en ministro del Gobierno de la República en el exilio. Fueron años en que las disputas de los dirigentes acerca de la línea que debe seguir la organización en la lucha contra el dictador abrió más las brechas internas y, para muchos, favoreció el ascenso a la dirección de Carrillo, que, en Praga, en diciembre de 1959, se convirtió en secretario general, en un momento en el que el movimiento comunista internacional
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos