Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan
En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan
En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan
Libro electrónico103 páginas2 horas

En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En Colombia se retuercen las palabras y se utilizan eufemismos para encubrir los peores delitos, especialmente los cometidos por los gobernantes y los crímenes de estado. El 9 de abril el Sr. Ospina apeló a estos voquibles para justificar la hecatombe. Al pensar en el asesinato del Capitán Mario Serpa vienen a mi memoria las palabras de Neruda: Generales Traidores.
Gaitán fundó la UNIR, partido socialista que quiso internacionalizar y para tal efecto viajó a la ciudad de México en donde Lombardo Toledano acaudillaba un vigoroso movimiento obrero. El partido comunista colombiano, celoso de la proyección del joven político y utilizando a los sindicatos criollos, lograron que las gestiones de Gaitán no tuvieran efecto, terminando así la alianza americanista que pretendía Jorge Eliécer Gaitán, quien notando el bloqueo a que estaba siendo sometido, hizo una pausa en su lucha política y se dedicó a su profesión y a la cátedra universitaria.
Personalmente vi la Cra. 7a cubierta por cientos de cadáveres, que en los días posteriores nos obligaban a punta de bayoneta a recogerlos y lanzarlos a unas volquetas para que los llevaran a los pasillos del Cementerio Central en el que los expusieron en un macabro espectáculo para que fueran reconocidos por sus parientes y amigos. Si el capitán Serpa no hubiera sido asesinado, la revolución del pueblo hubiera triunfado y la historia del país hubiera seguido un rumo distinto al penoso camino que nos ha llevado a la situación que hoy vivimos.
“Casi todos los movimientos sociales y políticos que han transformado a mi país, o alterado la historia se ha encontrado que en cada uno de los actos humanos colectivos hay una serie de accidentes metódicos que pueden seguirse de su iniciación hasta su culminación en la definitiva fuerza de su contenido”.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 sept 2019
ISBN9780463529423
En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan
Autor

Héctor Elías Hernández Velasco

Historiador, escritor y docente colombiano nacido en la ciudad de Bucaramanga en el departtamento de Santander

Relacionado con En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan

Libros electrónicos relacionados

Historia y teoría para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan - Héctor Elías Hernández Velasco

    En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan

    Rito Antonio Galvis Castellanos

    Ediciones LAVP

    www.luisvillamarin.com

    En dos golpes de Estado, lo que todos ocultan

    © Rito Antonio Galvis Castellanos

    Sociología Política de Colombia N° 5

    Ediciones LAVP

    © www.luisvillamarin.com

    Cel 9082624010

    New York City, USA

    ISBN: 9780463529423

    Smashwords Inc.

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecánico, foto-químico, electrónico, magnético, electro-óptico, por reprografía, fotocopia, video, audio, o por cualquier otro medio sin el permiso previo por escrito otorgado por la editorial.

    En dos golpes de estado, lo que todos ocultan

    Un mapa general de los acontecimentos

    El 9 de abril de 1948

    Los mismos con las mismas decía Jorge Eliécer Gaitán

    1930-1946

    El frente nacional

    Un mapa general de los acontecimentos

    En uno de los peores momentos de la vida de nuestro país, debo relatar acontecimientos, algunos de los más dolorosos que ha soportado la patria.

    Pero la secuencia histórica vivida por mí, me indica que en sus aspectos generales es una repetición de hechos que los manipuladores del sistema deforman y acomodan para amparar la desigualdad que hoy nos fatiga y que para el continuo favorecimiento de una golosa burguesía que nos impone su coyunda desde el primer momento cuando Don Cristóbal Colón pisó la ignorada isla de Guananí.

    Considero que resulta indispensable puntualizar el descalabro social desde su propio origen. Los aventureros convertidos en encomenderos y señores de vidas y haciendas han escrito una historia acomodada que desfigura la verdad de los acontecimientos con el fin de aprovechar la riqueza de un Nuevo Mundo en el beneficio de un puñado de sujetos colocados por las circunstancias del momento en posiciones de privilegio.

    Las mentiras históricas se han mantenido en el tiempo, y hoy con el perfeccionamiento de los medios de publicidad se convierten en verdades por la ley de la repetición impuesta por el nazismo (Doctor Goebbels).

    Desde el umbral de la vida republicana se nos ha endilgado un enjambre de deformados sucesos con el fin de tener una historia postiza que jalone situaciones acomodadas.

    Por medio de la Ley 60 del 8 de mayo de 1983 se fijó como punto de partida de nuestra emancipación el 20 de julio de 1810, cuando ese día lo único que se definió fue una junta de notables, designada por Don José Acevedo y Gómez, barón representativo de la oligarquía criolla y quien proclamó el reconocimiento de la dominación española a imitación de las juntas que se conformaron en España para rechazar la soberanía de José Bonaparte (Pepe Botellas) impuesta por su hermano, el emperador Napoleón.

    En esa fecha como excepción a la manifestación de sometimiento a la corona se presentó la actuación del joven José María Carbonell (ignorado por la historia oficial), quien sublevó a las gentes del pueblo para lograr el pasajero encarcelamiento del virrey y la virreina, quienes más tarde recibieron con fiestas y ovaciones al pacificador Pablo Morillo, quien luego los fusiló por su momentáneo desacato a Don Fernando VII. Morillo, quien captó cabalmente la actividad de Carbonell, lo diferenció en su sentencia de los héroes esbirros, sentenciándolo a morir en la horca, en la hoy Plaza de Bolívar para escarmiento de la plebe.

    El verdadero movimiento separatista se inicia 11 años después cuando Don Antonio Nariño fue elegido por el pueblo, presidente de Cundinamarca y quien fue rechazado por los notables que formaron un Congreso bajo la presencia de Camilo Torres Tenorio, quien fijó su sede en la ciudad de Tunja.

    Este acontecimiento dio origen a una de nuestras primeras guerras civiles en la cual Nariño triunfó a pesar de la traición de un ejército comandado por Lozano, Baraya y Santander, ya que logró impedir la toma de Santafé por la valerosa actitud del pueblo. Confirmado Nariño, éste inicia la campaña del sur en contra de las Provincias de Pasto y Popayán, poderosos enclaves de los partidarios del rey.

    Después de triunfos iniciales, Nariño es derrotado y remitido a España en donde fue confinado en la temida prisión de La Carraca de Cádiz de la que logró fugarse después del fracaso de la reconquista acaudillada por Morillo, Calzada y Morales, la cual fue aniquilada por el ejército de Bolívar y Anzoátegui el 07 de agosto de 1819 en la Batalla de Boyacá.

    Después de este notable acontecimiento fue expedida en Angostura (hoy correspondiente a la República Bolivariana de Venezuela) la Ley que constituyó la República de Colombia dividida en 3 departamentos:

    Capitanía general de Venezuela, Quito y Cundinamarca.

    Más tarde en la ciudad de Cúcuta se estructuró la República de Colombia, territorialmente constituida por las provincias señaladas y que históricamente se designó como la Gran Colombia. La cual se disolvió en el año de 1830 por el egoísmo de José Antonio Páez en Venezuela, Francisco de Paula Santander en Colombia, hecho que se complementó con la torticera actividad de Juan José Flores en la hoy República de Ecuador.

    La ley fundamental de la Nueva Granada se dictó el 19 de noviembre de 1831 y a partir de 1832 se redactaron las siguientes Constituciones: La de 1832, la de 1843, la de 1853 y 1858, para más tarde, con la de 1863 designar al país con el nombre de la Nueva Granada que rigió desde 1832 hasta 1858, cuando se formó la Confederación Granadina por la Constitución de 1863.

    En 1866, después de la Batalla de Humareda, el presidente Rafael Núñez con su célebre afirmación: Regeneración o Catástrofe, convocó un consejo de Delegatarios que aprobó la Constitución redactada por Don Miguel Antonio José Zoilo Cayetano Andrés Abelino de las Mercedes Caro Tovar, documento éste que fue afectado por las reformas del General Rafael Reyes en 1905 y 1907 y un poco más tarde, después de la caída del General Reyes, por el Presidente Carlos E. Restrepo.

    Con la llegada al poder del liberalismo, se realizó la trascendental reforma de 1936, impulsada por el presidente Alfonso López Pumarejo, Constitución que enmarca los acontecimientos de mi relato. Pero antes, considero oportuno hacer un breve repaso del desarrollo de la sociedad colombiana durante el tiempo que acabo de reseñar.

    La colonia mantiene una sociedad jerárquica: blancos (criollos y españoles), indios, negros, mestizos, zambos, mulatos y cuarterones.

    La burocracia era ejercida por los nativos de la península mediante nombramientos efectuados por la Corona. Esto ocasionó un gran descontento entre la nobleza criolla que no fue acompañada por el pueblo y por esta razón los primeros movimientos de independencia iniciados por Miranda, Gual, Ribas y Simón Bolívar en Venezuela; y entre nosotros, por Nariño, Pedro Fermín Vargas y José María Carbonell, pues el pueblo raso no compartió este sentimiento y siguieron siendo monarquistas que obtuvieron victorias acaudilladas por Boves y Morales, quienes derrotaron a los mantuanos, obligando a Bolívar, quien en la campaña admirable había ganado el título de Libertador, a refugiarse en la Nueva Granada para luego trasladarse a Jamaica en una situación de gran angustia personal y económica; y quien por esta circunstancia comprendió que debía separarse del notablato criollo y apoyar en el pueblo su actividad emancipadora.

    Los difíciles momentos que vivió en la isla lo llevaron a redactar la célebre Carta de Jamaica y después de la reunión de exiliados en los Cayos, a encontrar el camino de la libertad de América.

    Desaparecido el dominio de los chapetones (españoles nacidos fuera de la Península), el gobierno y la economía quedaron en manos del notablato criollo. Dice Fernando Vélez en sus Datos para la historia del derecho nacional:

    "Creados los estados federales que formaron luego la Confederación Granadina, la legislación nacional que continuó siendo durante algunos años la misma española, vino a carecer de importancia porque ellos quedaron con facultades para legislar en los ramos del derecho privado. Todos modificaron primero que la Nación, el derecho español

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1