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Cuentos para ti
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Libro electrónico95 páginas1 hora

Cuentos para ti

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Tres cuentos de ciencia ficción en los cuales se exploran las posibilidades inexploradas del universo en que vivimos, además de las características mas profundas y autenticas del alma humana. En el primero de ellos Gabriel, su protagonista tiene un viaje interestelar en sus sueños en los cuales, Ulises su mentor, le revela verdades profundas de la creación y el cosmos. En el segundo cuento se introduce la historia de Marcos, un niño que vive su vida aquejado por una rara enfermedad, la cual le hace creer que tiene super poderes, y de allí su trágico final. Y para finalizar, se narra la fabulosa historia de Alejandro, un joven que se aquejado por el fenómeno sobrenatural de recibir mensajes de texto en su teléfono de su abuela ya fallecida; lo anterior dentro de una paradoja espacio-temporal.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 abr 2015
ISBN9781310514975
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    Cuentos para ti - Gustavo Adolfo Picado Durán

    Capitulo I. Recuerdos Fugaces.

    Es bien sabido por nuestra raza desde tiempos inmemorables que la vida en nuestra esfera-espacio se desarrolla muy distinto a como ustedes lo creen… para nosotros no existe el pasado ni el presente ni el futuro, puesto que nosotros en lo sublime y ligero de nuestra existencia nos movemos según nos plazca por el tiempo y el espacio… subimos y bajamos desde nuestras regiones etéreas y nos hospedamos en ustedes mismos porque ese es nuestro trabajo y nuestra razón de ser: ayudarles a volver a nuestros orígenes y que vuelvan a ser nosotros mismos. Si alguno de ustedes ha sentido la necesidad inexplicable de salir por la noche a observar las estrellas; que no dude ni por un segundo de que somos nosotros en nuestra morada que clamamos por su regreso, somos nosotros quienes los incentivamos para que levanten sus ojos y sientan lo que en realidad son y siempre serán: los hijos amados de la luz… son más hermosos y valiosos de lo que creen, ustedes no son malos, simplemente están confundidos, nosotros hemos venido a llevarlos de regreso a casa, pero para ello necesitamos que recuerden quiénes son y de dónde vienen…

    Mi nombre es Gabriel, tengo 21 años, y últimamente he estado teniendo una serie de sueños extraños. El párrafo que acabo de escribir representa solo una parte de los mensajes que recibo en esos sueños, los cuales me llenan de una cierta esperanza. De alguna manera despierto todos los días con ganas de vivir gracias a ellos… siempre queda algo en mi memoria de las lecciones que recibo por las noches. Hoy es 1 de enero de 2014.

    Durante mi último contacto con mis maestros ellos me llevaron al lugar donde acontece la historia que quiero narrar. Existe algo que en los círculos esotéricos se le llama viaje astral, yo no sé si eso fue lo que me sucedió, pero inmediatamente después de haber cerrado los ojos y postrado en mi cama, me vi en un lugar esplendoroso, lleno de luz, y lleno de paz, como uno de esos paisajes que se ven en los fondos de pantalla de las computadoras, un lugar al estilo japonés, con un hermoso árbol cuyas hojas color rosa caen al suelo dándole un aire de romanticismo a la escena, y la frescura de una brisa que me saludaba. Noté que iba vestido con un traje de seda blanco muy natural y sencillo. Bajo la sombra del árbol había una pequeña banca de madera que esperaba ser ocupada por alguien. En ese momento pensé qué hermoso seria descansar allí sentado acariciando el cabello de mi querida. Lo que más me sorprendió de esta experiencia es que fui plenamente consciente de todo, yo no estaba dormido, yo era capaz de sentir y ver las cosas plenamente como cuando se está despierto, o al menos lo que nosotros llamamos estar despierto, pero a su vez sabía muy bien que me acababa de acostar y que estaba en una sesión (así es como les llamo a las visitas). Desde hace cuatro meses ellos me contactan y nunca he sentido miedo o inseguridad ante su presencia, ni siquiera la primera vez, no sé por qué pero tienen algo que me hace sentir enorme familiaridad y lo más curioso es que no recuerdo como son físicamente, lo único que puedo decir es que son como luces de colores que me hablan en un lenguaje que no necesita palabras.

    Estando allí no vi a nadie ni nada conocido, deje el árbol de hojas rosa atrás y empecé a explorar el lugar, calculé que eran alrededor de las diez u once de la mañana, y era un día de esos en que la luna se ve en el cielo, lo cual me confirmó que estaba en la Tierra, o al menos en un lugar con un satélite natural idéntico a la luna. Después de las cosas que he visto de ellos, creo que puedo esperar cualquier cosa. Luego de atravesar por un trecho de tierra entre árboles frutales, pinos y abundante vegetación que nunca había visto, llegué a algo parecido a un pueblo, reconocí construcciones que parecían casas, pero mostraban un arquitectura tal que parecían parte del medio natural, eran edificios con forma de montañas, todas ellas construcciones camufladas bajo el verde parecían tapizadas con una suave alfombra, pero tal alfombra era pasto verdadero hermosamente recortado que crecía por las paredes y techos de toda construcción visible, las cuales se adornaban además con magníficas flores de varios tipos y colores. De repente se me acerca un hombre exactamente de mi estatura, en su mirada reflejaba nobleza e inteligencia, rostro juvenil y varonil, ojos negros profundos, curiosos y centelleantes con cejas prominentes, cabello negro acomodado de forma elegante pero a la vez libre, de piel morena y complexión atlética, le calculé una edad cercana a la mía entre 20 y 26 años. Simplemente apareció de la nada, no lo escuché ni lo vi llegar, solo miré a mi derecha y ahí estaba, observándome, analizándome como a metro y medio de distancia. Me extendió su mano no muy grande pero muy firme y me dijo:

    -Hola Gabriel, soy Ulises, yo te guiaré por nuestra casa.

    Capitulo II. Moviendo la línea del tiempo.

    Si tengo que describir a Ulises en una sola palabra, sin duda seria: inteligente. –No dejes que la ansiedad de respuestas te consuma. – Me dijo. Adelantándose a las 4500 preguntas que tenía para bombardearlo con ellas. Luego me dijo:

    -Primero que todo debes saber cuándo y dónde estás. Esta es la misma Tierra que recuerdas, pero obviamente algo ha cambiado, dime Gabriel ¿qué has visto distinto?..

    -Las casas y los edificios no son de concreto ni madera ni nada semejante y no he visto vehículos, tampoco he visto animales, es más ni siquiera he visto gente- respondí.

    -En ese momento Ulises algo iba a decir, cuando agregué: -¿Será que estoy en un futuro distante?, ¿ya no se utiliza el concreto ni las formas de energía poco eficientes? A lo que Ulises contesta:

    -Hoy es 21 de diciembre de 2813 según el conteo que conoces, nosotros ya no nos regimos según el calendario gregoriano, puesto que hemos llegado a lograr una esperanza de vida de 400 años y cuando se logra tal cosa, el concepto de tiempo ya no es igual.- cuando Ulises me dijo eso quedé maravillado e incrédulo. Continúo diciendo:

    - ¿Cuántos años crees que tengo?, ¿20?, ¿22?, ¿25? Bueno, tengo 155 años de edad... a finales de mayo cumpliré 156. Ahora ven conmigo que aunque vivamos 400 años aún tenemos que comer... Seguidamente Ulises me hizo un gesto para que entrara en lo que supuse era su casa, definitivamente era una casa pero con forma de montaña, no encontré puertas pero si vi algo parecido a una ventana en la parte superior, al ponerse Ulises al frente de la casa una puerta sensible se abrió automáticamente dándonos paso y vi algo inconcebible: la casa vista desde afuera tenía talvez unos 20 metros de alto y unos 50 metros de frente, pero al entrar no sé cómo, pero parecía que estaba en un estadio con capacidad para 100 000 personas o algo así, era un enorme recinto en el

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