· ¿Qué tan importante es conocer la parte emocional y la parte racional de nuestro cerebro al momento de afrontar un cambio?
· ¿Cuáles son los principales componentes que deberíamos de articular para facilitar el cambio en las organizaciones?
Muy bien, ahora recapitulemos sobre los principales puntos que hemos conversado con Cristian Morales.
1. Nuestro cerebro cuenta con dos sistemas independientes que trabajan de forma simultánea, a saber, el lado emocional y el lado racional. De acuerdo con Chip y Dan Heath, el lado que se caracteriza por sentir dolor y placer, lo equiparan como un elefante y el lado que es nuestro sistema consciente o reflexivo lo nombran un Jinete.
2. La analogía que se hace de estos dos sistemas con el Elefante y el Jinete, nos da una buena pauta para entender algo tan importante como es el cambio.
3. El cambio como tal tendrá la posibilidad del fracaso, pero siempre existen puntos de retorno que nos permiten ajustar la mira hacia el objetivo que estamos buscando. El jinete, necesita definir con claridad lo que pretendemos con el cambio, y le viene bien bajar el volumen del análisis para avanzar por el lado del elefante.
4. Una de las fortalezas del elefante es su capacidad de estar sensible y de percibir lo que está sucediendo e interpretar lo que está en el entorno. Además, el elefante va a provocar muchas acciones durante el proceso de cambio, se requiere una profunda indagación para moverlo. Siendo así ayudará a desencadenar un cambio.
5. Es el jinete quien motiva al elefante. Por lo general está muy ocupado en entender y dar sentido a lo que importa.
6. Existen distintos aspectos para dirigir al jinete. Uno de ellos es identificar las excepciones, cuyo valor se ubica en su funcionamiento y buenos resultados, y, por tanto, hace sentido replicar. De igual forma, es de gran valor para el jinete determinar a dónde se quiere llegar, es decir, apuntar el destino. Lo podemos traducir en brindar claridad de por qué queremos el cambio.
7. Motivar al elefante, implica identificar el sentimiento para involucrarse de lleno en el cambio. Conlleva visualizar la ruta a seguir y en la medida que establezcamos hitos parciales a alcanzar, estaremos reduciendo la dimensión del cambio haciéndolo de alguna forma más digerible y simple que viene a reforzar la motivación.
8. Para allanar el camino del cambio, debemos considerar el entorno, En el cambio, subyace transformar el estado de cosas, así como la creación de nuevos hábitos que en conjunto detonan la fuerza del grupo involucrado en el cambio.
9. Considerando lo visto respecto a dirigir el jinete, motivar al elefante y allanar el camino, tienen la posibilidad de que los articulemos de forma simultánea para afrontar los obstáculos al cambio.
10. Tratándose de una intervención de consultoría, estas figuras del elefante y el jinete son de utilidad tanto para quien patrocina el cambio al interior de la organización como los agentes del cambio, tanto para clarificar cuál es el sentido del cambio y para motivar que este se lleve a cabo.
11. Comparado el enfoque del cambio que revisamos con otros de corte más analíticos como el de John Kotter que ha tenido una amplia difusión, encontramos que son enfoques que se pueden complementar al momento de emprender un cambio.
Ya sea que estés por el lado de la empresa preocupada por emprender un cambio derivado de alguna iniciativa necesaria o bien por el lado de quien coordina la intervención, resulta de valor preparar el terreno de forma previa, así el cambio no tomará a nadie de sorpresa y evitar reacciones contrarias al mismo.
En ese sentido, estos enfoques como el analizado en este episodio nos ayudan a reflexionar cuál es la dimensión del esfuerzo y de que manera la parte emocional y racional pueden ayudar en allanar el camino.