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Renacida, mi nueva vida próspera 2
Renacida, mi nueva vida próspera 2
Renacida, mi nueva vida próspera 2
Libro electrónico278 páginas3 horas

Renacida, mi nueva vida próspera 2

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Información de este libro electrónico

Ruby Foster se había reencarnado. En otro mundo, era un genio de la tecnología superior. Pero ahora no era más que una falsa hija de la familia Morris, acusada de robar la identidad de su verdadera hija.
Ruby se defendió como una reina, defendiéndose sin ser prepotente ni sumisa.
Finnley Parker estaba allí como testigo del escándalo.
Su abuela le había enviado por el matrimonio acordado entre las dos familias, pero no esperaba ver semejante espectáculo. Ruby le llamó la atención, a pesar de los rumores de que era tonta y presumida.
Sin darse cuenta, Finnley se enamoró de Ruby e insistió en casarse con ella, pero la familia Morris le rechazó tal pensamiento. ¿Lograría convencer a los Morris, que insistían en que Ruby no era su hija biológica?
Tendrá su idea propia en esta excelente historia de amor, identidad y coraje.

IdiomaEspañol
EditorialPublishdrive
Fecha de lanzamiento25 abr 2023
Renacida, mi nueva vida próspera 2

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    Renacida, mi nueva vida próspera 2 - PopNovel

    Chapter 1  ¡Una botetada en la cara, tal como lo había prometido!-1

    No hay problema.

    Después de pensarlo por un momento, Finnley envió otro mensaje: Dame tu número, así puedo contactarte cuando llegue el momento.

    Su interlocutor le envió la información de inmediato y le dijo: Envíame el tuyo también.

    El hombre sacó su teléfono para guardar el contacto y luego le envió su información, no sin antes revisar cuidadosamente.

    OK, fue la única respuesta que recibió. 

    Extrañado, Finnley volvió su mirada a Jason y le preguntó: ¿Qué quiere decir eso?

    ¿Tal vez era un error?

    ¿O quizá se había equivocado al enviar el mensaje?

    Finnley, eres como un anciano, ¿cómo no vas a saber qué significa eso?, se quejó Jason sin poder creerlo.

    Sin embargo, al ver el rostro de incomodidad de su amigo, la sonrisa se le desdibujó de los labios y se apresuró a decir: Cálmate, OK sólo significa OK.

    Finnley se había dedicado por completo al negocio familiar durante todos esos años, y su escaso tiempo libre lo había consagrado al budismo; por lo que resultaba comprensible que el hombre no supiera el habla común de la gente en el internet.

    Finnley, ¿crees que el maestro Niuhuru sea agraciado? Es que si no tiene novia, me gustaría presentarle a mi hermana. Justamente me ha dicho que quiere visitar Mainnois City, agregó Jason.

    Si las cosas iban de acuerdo a sus planes, el maestro Niuhuru terminaría siendo su cuñado.

    Mientras más lo pensaba, más se emocionaba; era como si el hombre diera por hecho que su maestro sería su cuñado.

    ¿Por qué estás tan seguro de que Niuhuru es un hombre?, preguntó Finnley mientras jugaba con las cuentas de Buda.

    ¡Es imposible que no lo sea! Nunca he visto a una mujer tan avezada, respondió su amigo. No es que esté subestimando la habilidad femenina, pero lo cierto es que no hay muchas mujeres que posean tal capacidad. Sólo acuérdate de cuando estábamos en la escuela, ¿habían chicas que ocupaban el primer puesto?

    La sociedad esperaba que el hombre fuera capaz de esforzarse para alcanzar el éxito profesional; en cambio, no había tal expectativa en el caso de las mujeres.

    Las mujeres se asustaban de todo, incluso un simple insecto podía llegar a aterrorizarlas.

    ¿Acaso un hombre le temería a algo tan minúsculo?

    Era por eso que para Jason, una mujer nunca podría compararse con un hombre.

    En su opinión, las mujeres no eran más que simples damiselas en peligro, incapaces de valerse por sí mismas sin el apoyo masculino.

    ¿Cómo podría el maestro Niuhuru ser una mujer cuando había demostrado ser tan poderoso?

    ¡Imposible!

    Tu conocimiento del mundo es limitado; por eso dices eso, dijo Finnley mientras enredaba las rojas cuentas de su rosario entre sus dedos, luego levantó la vista hacia su amigo y enunció lentamente: En la historia china tenemos figuras femeninas prominentes tales como la guerrera Mulan y la comandante Guiying Mu, al igual que Zetian Wu, quien llegó a ser gobernante de una próspera dinastía. Por ello, podemos concluir que las mujeres son capaces de asumir las mismas responsabilidades que un hombre.

    En la actualidad, hombres y mujeres son iguales ante la sociedad. Tu forma de pensar es anticuada, agregó.

    Finnley no tenía intención de casarse.

    Pero no era porque menospreciara a las mujeres.

    El hombre creía firmemente que al haber nacido como seres humanos, ambos géneros tenían el mismo valor.

    De ser así, hay una gran probabilidad de que el maestro Niuhuru sea una mujer, dijo Jason atónito.

    Finnley asintió levemente.

    Jason no pudo contener la risa: ¡Imposible! Finnley, si realmente crees eso, te propongo una apuesta.

    ¿Qué tipo de apuesta?, preguntó Finnley desviando la mirada.

    Apostemos sobre el género del maestro, si yo gano, tendrás que reanudar tu compromiso con la señorita Morris, propuso Jason, quien como el buen amigo que era no quería que Finnley perdiera la oportunidad de casarse con Matilda.

    ¿Qué dices, Finnley? ¿Aceptas la apuesta?, agregó.

    ¡Acepto! ¡Pero si yo gano, no volverás a discriminar a las mujeres!, respondió Finnley mientras entrecerraba los ojos.

    ¡Está bien!, aceptó Jason. ¡Trato hecho!

    El hombre procedió a estrechar la mano de Finnley por temor a que éste se fuera a retractar.

    ¡Estaba seguro de que Finnley perdería!

    Jason se sentía emocionado tan sólo de pensar que su amigo reanudaría su compromiso con Matilda.

    ¡No había nadie mejor para Finnley que la afable y bondadosa señorita Morris!

    Finnley cogió el reloj de pulsera que estaba sobre la mesa y se lo puso sin prisa: Prepárate, partiremos a Capital City en un momento.

    Era martes, lo que quería decir que faltaban cuatro días para la fecha acordada.

    Aquél era tiempo suficiente para ocuparse de los pendientes en la sede central.

    ¡Entendido!, asintió Jason.

    Esa noche, los dos abordaron un avión privado con destino a la capital.

    En la oficina postal.

    Una hermosa joven estaba parada frente a Samuel, después de pensarlo por un momento, ésta le dijo: Es mejor que terminemos.

    Aimee, estás bromeando, ¿verdad? Seguro no has comido todavía, ¿por qué no vamos a comer algo?, respondió el hombre, quien había finalizado una entrega urgente y no había tenido tiempo ni de tomar un vaso de agua.

    Samuel conoció a su novia, Aimee Harrison, en un juego en línea hace ya tres años, pero no había sido sino hasta hace un año que se habían vuelto una pareja en la vida real. Su relación era conocida por ser muy cercana y afectuosa.

    La pareja estaba a punto de casarse, por lo que el hombre jamás se hubiera imaginado que Aimee le propusiera terminar.

    Simplemente no esperaba algo así.

    Era por eso que asumió que se trataba de una broma.

    Este no es el mejor lugar para hablar, vamos a otro lado, sugirió la mujer dirigiendo su vista a Samuel.

    Está bien, aceptó el hombre.

    Es así que ambos se encaminaron a la cafetería más cercana.

    Chapter 2  ¡Una botetada en la cara, tal como lo había prometido!-2

    Samuel le compró a Aimee la bebida que siempre pedía y se la entregó.

    No, gracias, lo rechazó la mujer.

    Aimee, ¿no era esta tu bebida favorita?, preguntó el hombre con una sonrisa, en su afán de aliviar la tensión.

    Eso era antes, la gente cambia, declaró la mujer mientras fijaba la vista en él, luego con tono solemne dijo: Samuel, terminemos.

    ¿Por qué?, preguntó el hombre con los ojos abiertos de par en par.

    Escuché que rompiste tu relación con tus padres y hermana, ¿es eso verdad?, preguntó Aimee, sin responder su interrogante.

    Así es, asintió Samuel. ¿Es por eso que quieres terminar conmigo? Te aseguro que puedo explicarlo. ¡No soy un hijo irresponsable!

    No es necesario que me lo expliques, respondió Aimee mientras levantaba la mano para impedir que el hombre prosiguiera. Samuel, no somos compatibles, si seguimos así, sólo terminaremos lastimándonos más. Es mejor que le pongamos fin a esta relación lo antes posible.

    Esa era la decisión de la mujer, a pesar del amor incondicional que Samuel le había demostrado siempre al cumplir con todos sus caprichos.

    Samuel había decidido romper el vínculo con sus padres.

    La única razón por la que Aimee había aceptado entablar una relación con él era porque la familia del hombre poseía diversas propiedades en la localidad, y era posible que en un futuro éste recibiera una pequeña fortuna proveniente de ello.

    Además, la hermana mayor de Samuel, Jaynie, se había casado con un hombre de familia pudiente.

    Pero Aimee se había enterado de toda la verdad. Samuel no sólo no había sido favorecido por su familia, sino que habían sido sus propios padres quienes lo habían expulsado de su casa. En tales circunstancias, la mujer no tenía por qué continuar con aquella relación.

    Samuel ni siquiera tenía una casa, ¿cómo podría darle entonces la felicidad que ella merecía?

    Aimee, tienes que darme una razón aún si ya no quieres nada conmigo. Te prometo que puedo enmendar cualquier cosa que haya hecho mal, dijo Samuel. El hombre había le había abierto su corazón y hasta había planeado su futuro juntos.

    ¡No tengo nada más que decir, Samuel! Tú y yo hemos terminado, declaró la mujer antes de darse la vuelta y marcharse.

    Samuel fue detrás de ella y tomó su mano. Con los ojos enrojecidos, el hombre le dijo: ¡No estoy de acuerdo! ¡No quiero terminar!

    ¡Aimee es mi novia ahora!, dijo una voz masculina.

    En ese momento, un sedán negro se detuvo al lado del camino. Un hombre se bajó del auto y le dio un empujón a Samuel. El desconocido, entonces, procedió a abrazar a Aimee y le dirigió al afrentado una mirada henchida de orgullo.

    Aimee, ¿es cierto lo que dice este hombre?, preguntó Samuel mientras miraba a la mujer, sin poder creer lo que estaba pasando.

    ¡Sí, es mi novio!, afirmó Aimee mientras rodeaba la gruesa cintura del hombre con sus brazos.

    Con el ego engrandecido, el sujeto dirigió su mirada llena de desprecio hacia Samuel y le dijo en medio de risas: ¿Acaso no sabes cuál es tu lugar, niño? Alguien de tu condición no es digno siquiera de mirar a Aimee, no vueles tan alto.

    Su nombre era Wilfred Lowe y era un hombre de la localidad.

    La apariencia del hombre no era nada fuera de lo común, pero provenía de una familia pudiente que poseía cinco propiedades y un auto a su nombre. Llegado el momento, Wilfred heredaría todas aquellas posesiones.

    El hombre era mucho mejor que Samuel; de lo contrario, Aimee no habría tenido tanta prisa en terminar con él.

    ¡Mentira! Aimee, dime la verdad, esto es una broma, ¿no es así? ¡Esto no puede ser cierto!, exclamó Samuel entre dientes mientras miraba con odio a Wilfred.

    El hombre hizo todo lo posible para contener la ira que ardía en su corazón.

    Como respuesta, Wilfred le dirigió una mirada burlona a Samuel y le dijo a la mujer: Aimee, dile a este pobre hombre a quién amas, a él o a mí.

    Aimee se aferró aún más a la cintura del hombre y le dio un beso en la mejilla: Eso no hay ni que preguntarlo; por supuesto que eres tú a quien amo. Samuel no significa nada para mí. ¡Es que no hay punto de comparación! Y tú Samuel, ¿por que no te miras en un espejo? No tienes casa o auto, ni siquiera tienes ahorros. ¿Cómo puedes creer ser digno de estar conmigo?

    Fue tanta la crueldad con la que la mujer se dirigió a él, que sus palabras terminaron por hacer añicos su orgullo.

    Su relación de tres años con Aimee había llegado a su fin debido a su triste realidad.

    Resultaba irrisorio lo patético de su situación.

    ¿Escuchaste eso? ¡Tu exnovia está profundamente enamorada de mí! ¡Soy el amor de su vida! ¡Pobre de ti que vuelvas a molestar a mi novia, porque te mato!, dijo el hombre antes de escupir en el suelo.

    Wilfred, ya no te gastes hablando con él y mejor vámonos de aquí, dijo Aimee con zalamería.

    ¡Vámonos!, accedió el hombre.

    Wilfred abrió la puerta del coche y subió con Aimee.

    El rugido del motor rompió el silencio, y el vehículo arrancó dejando a su paso sólo polvo.

    La nueva pareja desapareció en la distancia y Samuel se quedó al lado del camino, completamente pasmado.

    ¡Ay!, se quejó el hombre cayendo al suelo y rompió en llanto, pues se negaba a aceptar la realidad.

    La gente que transitaba por el lugar no podía más que mirarlo extrañada.

    Samuel lloró con todo su corazón y una vez agotadas sus lágrimas, la vida tenía que continuar.

    Por la tarde, Samuel reanudó sus labores.

    Mantenerse ocupado le ayudó a olvidar su desgracia por un momento; pero cuando hubo terminado su trabajo, el abatimiento volvió a apoderarse de su corazón.

    Samuel compró unas cuantas cervezas y se emborrachó tan pronto llegó a casa.

    Cuando salió de su habitación, Ruby se dio cuenta de que había algo extraño, pues sentía un pronunciado olor a alcohol.

    «¿Quién estaba bebiendo?», se preguntó la muchacha extrañada.

    Nunca había visto a su tío fumar ni beber.

    Y mucho menos a su madre.

    Ruby se dirigió al origen de aquel olor y se encontró frente a la habitación de Samuel.

    La muchacha llamó a la puerta por un momento antes de que el hombre le abriera claramente embriagado.

    ¡Jeje! ¡Pero si es mi sobrina! ¡Pasa! ¡Vamos! ¡Hic! ¡Tomémonos un par de tragos! ¡Hic!, dijo Samuel, su rostro estaba enrojecido, al igual que sus ojos.

    Su forma de caminar era errática, era como si estuviera caminando sobre una superficie esponjosa.

    Tío Samuel, ¿estás bien?, preguntó Ruby mientras trataba de sostenerlo.

    Chapter 3  ¡Una botetada en la cara, tal como lo había prometido!-3

    Pero el hombre se negó y dijo: ¡Estoy bien! ¡No pasa nada!

    Samuel trató de esbozar una sonrisa, pero de pronto estalló en llanto.

    ¿Tío Samuel?, dijo la muchacha sorprendida.

    Nunca había visto a su tío llorar, a excepción de aquella vez en la casa de Jaynie.

    El hombre se acuclilló en un rincón de su habitación con las manos cubriéndose el rostro mientras se lamentaba con todas sus fuerzas: ¡Ruby! ¡Mi novia acaba de terminar conmigo!

    Ruby se lo quedó viendo sorprendida.

    Siempre había pensado que su tío estaba soltero.

    Pero, para su sorpresa, resultaba que tenía novia.

    Tan pronto logró despabilarse, la muchacha se agachó a consolar a Samuel. A pesar de su estado, el hombre se encontraba lo suficientemente lúcido como para contarle todo a su sobrina, quien pronto descubrió el meollo del asunto.

    Tío, tal vez esto sea algo bueno, y hasta me atrevería a decir que es una buena noticia, dijo Ruby.

    ¿Buena noticia?, repitió Samuel. Acaban de terminarme, ¿cómo puede ser esa una buena noticia? ¿Estás de mi lado o qué?

    El hombre estaba nuevamente al borde de las lágrimas.

    Ruby se sentó en el suelo al lado de su tío y le explicó: Por lo que me has contado, se nota que Aimee nunca te amó de verdad, más bien su interés yacía en tu dinero y tus propiedades. Una vez que se enteró de que no tenías ninguna de esas dos cosas, no le importó seguir fingiendo. Es mejor que hayas descubierto sus verdaderas intenciones ahora y no después de haberte casado con ella.

    Estoy segura de que encontrarás a alguien mejor, agregó la muchacha.

    ¡Hic!, eructó Samuel y levantó la cabeza para mirar a su sobrina un poco más calmado. ¿Tú... crees que vaya a encontrar a alguien mejor que Aimee?

    Ruby asintió con firmeza: ¡Claro que sí!

    Una vez dicho eso, la muchacha continuó consolando a su tío.

    ¡No vale la pena estar triste por una persona así! ¡Arriba ese ánimo! ¡Ya verás cómo se arrepentirá cuando te vuelvas rico! ¡Cuando llegue ese día, ni siquiera voltearás a mirarla!, dijo Ruby.

    ¡Sí, sí, sí! ¡Ni voltearé a mirarla!", dijo el hombre mientras soltaba una risita tonta.

    Su estado de ánimo mejoró poco a poco a medida que hablaba con su sobrina. Ya de mejor talante, el hombre se quedó dormido donde yacía en el suelo.

    Ruby movió la cabeza negativamente y procedió a arrastrar a Samuel hasta su cama.

    Por suerte, la muchacha era fuerte; de lo contrario, no habría podido llevar a cabo aquella labor, pues el hombre pesaba unos 80 kilos.

    Ruby decidió quedarse en casa, ya que temía que Samuel despertara e intentara lastimarse. La muchacha llevó su computadora a la sala y comenzó una partida de ajedrez.

    Buenas noches, jovencita, la saludó uno de sus espectadores.

    Buenas noches, respondió Ruby.

    ¡Felicidades! ¡Tu vídeo ha quedado entre los tres primeros de la página de inicio de Bilibili (la página popular de alojamiento de vídeos, muy popular en China), dijo uno de los presentes.

    ¡Así es! Yo también lo vi, dijo otro.

    Usuario: ¡SkyIsFalling1225 envió un auto deportivo! ¡Felicidades!

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