Davinci pasiones y lujurias: artistas, #1

Por Richard

 

La vida y obra de muchos artistas de la talla y fama de Leonardo Davinci siempre ha sido tema de interés publico y de la historia misma. Aquí estamos enfocando la vida de Leonardo y sus obras desde el enigma de sus pasiones y lujurias. Su vida fue desde su nacimiento una mezcla de tragedia y fortuna, que lo acompañó por toda su vida hasta aquel gris día, allí en compañía de su amado amigo Melzi, quien le cuido y dio todo su amor y dedicación, que significo un gran confort para Leonardo que yacía vencido en su lecho ultimo.

En este libro un nuevo enfoque a su vida y obra nos abre a conceptos filosóficos nuevos y tal vez sujetos a debate. Sin embargo, esto solo hace este libro aún más interesante y novedoso al lector curioso. Al final su autor abre la puerta a una nueva posición en la física del universo.

• Idioma: Español
• Editorial: Richard
• Fecha de lanzamiento: 19 feb 2024
• ISBN: 9798224318216

Richard

I am a writer, academic and researcher with over 20 years of experience. With several master’s in science from four different universities: Kharkiv S. University, Hanover U., Liverpool, and Newcastle. Also teaching in different platforms, for the last 17 years. In 2003 I wrote my first book. Since then, I have published more than 15 books. My last concern is about humankind’s future: the solution TRANSHUMANTOLOGY.

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Nuestro saber sobre este genio parece que nunca termina. Creemos saber mucho pero nunca comprenderemos su

Pensar y de sus pensamientos, pasiones

Y sobre todo su sexualidad entrelazada con sus artistas contemporáneos.

Aquí podrás saber algo más allá de se mente cuerpo y deseo

La fatalidad de la noche

Los numeros escondidos en las pinturas de Leonardo Da vinci te dirán más de sus códigos secretos y pasiones.

Una luz de repente me elevo sobre los verdes pinos, que rodeaban la casa, como una linterna gigante que arrastraba su rayo de luz intenso por los campos alguna vez de cultivos, sus suelos ahora verdes, de yerbas y plantas bajas, escazas de flores multicolores, pero abundantes de hojas muy seguidas. El rio cercano continuaba su corriente de vida, llevando las aguas de su nacimiento miles de kilómetros arriba al océano donde se verterían dejando atrás toda una  historia de pescadores y gentes que viven de sus aguas vivas, presente en las vidas de todos aquellas que visita, pero en realidad indiferente como la naturaleza que nos rodea desde antes, mucho antes de la aparición humana.

Esas mismas moléculas presentes en nuestro organismo vivo que nació de esas moléculas de agua y otras enzimas formadas después de una larga evolución seguían presentes a lo largo de nuestras vidas en la vida y en la muerte. 

Esas aguas oscuras por la ausencia de luz corrían habitualmente sin preocuparse de mi destino o el alma de cualquier otro ser humano, pues su misión era simple llevar sus aguas abundantes de los campos colindantes a esa mar inmensa sin límites visibles. 

De repente, una voz tranquila y nítida, acertó a decir, Leonardo estas sufriendo una más de las transformaciones que sufre nuestro cuerpo humano. ¿Quién eres pregunte? Y la voz contesto, soy Platón, me recordaras, espero de tus lecturas de filosofía, no te preocupes-continuo- tu vida de sombras ha cambiado, por una nueva de esencias. Todo aquello que conociste y se quedó en tu memoria pronto ya no existirá nuca más, en cambio otro tipo formas y sombras te invadirá. 

Otra voz aun lejana pero precisa y clara, agrego, tus pensamientos han cambiado de forma, pero de

significado, no te preocupes muy pronto lo comprenderás todo.

Y tú quién eres le pregunte a la nueva voz. Esta respondió ¿no me reconoces por mis respuestas?  Soy Aristóteles a quien leíste muchas veces en busca de ideas, de guías y de respuestas que te torturaban por días y noches.

Mira, por ejemplo. Dijo Platón, esas aguas oscuras por la ausencia de luz que corrían habitualmente sin preocuparse de tu destino o el alma de cualquier otro ser humano, pues su misión es simple e inmanente, llevar sus aguas abundantes de los campos colindantes a esa mar inmensa sin límites visibles.  Mira más allá, un castillo que sobresalía de entre otras edificaciones más pequeñas, al fondo una casa de donde por las ventanas, se escapan perezosos unos rayos tenues de luz artificial.

Dentro de la casa, en una de

las habitaciones, en la cama yacía mi cuerpo, desposeído de alma y vida, todos mis órganos acaban de dar sus últimos pasos siguiendo la ausencia de los laidos del corazón y por ende de fluido sanguíneo que irrigaba todo mi cuerpo de oxígeno que quería decir vida. Mi cuerpo ya llevaba tantos meses de sufrimiento lento, una enfermedad que broto de la nada sin misericordia, implacable a mi fragilidad humana, irrespetuosa a aquella fama que me precedió unida.

No sientas pena por ti mismo, dijo una nueva voz, la materia cambia, por esos somos materia cambiante, pero siempre ahí algo mas allá de ella, un ser más poderoso, porque detrás de cosa particular debe existir algo universal.

Y continuo: todos tus males, enfermedades humanas se quedaron en el mundo de los vivos, ahora tu cuerpo material se transformará en algo no material. 

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Entonces la voz de Platón agrego, pronto veras el dolor fue una idea de tu cuerpo humano, que ya dejo de existir.

A mi lado podía aun sentir la cara de desconcierto y tristeza de don Francesco Melzi, al igual que su respiración agitada, a pesar de su tristeza inmensa como la misma esperanza humana a través de siglos y siglos de fe y miseria.

Mis memorias pasadas de batallas de pasión ni se le parecían, pues como a todos nos consumio el deseo, pero tras la satisfacción, no quedo nada ,tangible, ni siquiera una  huella, en la piel, allí donde mas calor se emitia... ni eso nos quedo...

Melzi fue un gran amigo fiel a pesar de mi desdicha, leal a mi obra, indiferente a mi amargura y artístico olvido, testigo silencios de mis ultimas horas en la tierra debajo de los cielos nublados desconocidos a mi destino final en el más allá.

No sufras por él, dijo Aristóteles, su dolor, aunque físico lo vencerá la fortaleza espiritual, en pocos días, solo existirás en sus recuerdos, y el dolor como algo incomprensible y ajeno.

Es verdad agrego Platón, tus fieles amigos en mundo de ideas desaparecen incluso de tus recuerdos, pues es una propiedad de la materia, conservar lo presente y dejar atrás lo pasado.

Si Francesco que desde siempre me fue fiel a pesar de saber que en otros tiempos mis preferencias recaían sobre otro. Y mis sueños nocturnos buscaban o alguien diferente, algo que tu ser te impone, que la pasión te dicta, y la razón desconoce. Su talento y dedicación lo fueron convirtiendo en uno de mis mejores aprendices y el tiempo y la practica le dieron respeto y posición a mi lado como excelente artista.

De lo oscuro un brillo trajo una voz, diría que aun la pasión vive en ti aunque tu cuerpo lo ignora, dijo Eros. Quien continuo, somos seres de pasión y lujuria, esta última nos abraza con sus largos brazos eternos invisibles de deseo, que embriaga los sentidos con una intensidad cruel y fina.

Como las noches abrazadas por la oscuridad creada por la ausencia del sol, que nos abandonan para volver hasta el otro día como si nada. 

Francesco poseído por una infrecuente pasión de paciencia y aparente indiferencia, a tus pasiones y deseos, fue de tu agrado pues lo diferenciaron de aquellos con una pasión que los consumía sin control, que lo enloquecía haciéndole perder tanto tiempo vital de creación artística.

Si claro no me quejo, acertó interrumpiéndole Leonardo, esa lujuria me embriago tantas veces, aun cuando no quería por estar encimando en alguna idea nueva, o proyecto de ingeniería.

Leonardo continuo, fue Francesco quien siempre estuvo conmigo en esas correrías por Milán, Roma y Francia. Apoyándome listo a ayudarme, con mis obras artísticas necesitadas de continuidad y difusión, fue quien siguiendo mis técnicas y métodos al pie de la letra logro reproducir mis pinturas maestras para su venta y algunas para su perpetuidad.

Su comprensión fue su pasión hacia mi como persona elegida por él y hacia mi obra por ser mi discípulo.

Entonces, storge interrumpió la conversación, si Melzi fue tu gran amigo fiel a tu desdicha espacial, leal a tu obra, indiferente a tu amargura y olvido artístico, testigo silencios de tus ultimas horas en la tierra debajo de los cielos nublados desconocidos a un destino final en el más allá.

Así continuo, uno de los pocos que con su alegria alegraron con su presencia y compañía, esos últimos años de vida, cuando ya muchos que se llamaron amigos te habían echado en el olvida y la indiferencia afectiva.

De todos los componentes de mi compleja personalidad al igual que las dimensiones de mi personalidad artística y científica, la madurez y la paciencia fueron las únicas que sobrevivieron hasta el final. Todo ese andamio de virtudes y pasiones montado en mis profundidades por la vida, que a veces de dio tan poco, pero también ocasiones me dio tanto, solo las sombras de sus ruinas y  las envejecidas ideas de tiempos mejores, cuando el vigor y la fuerza forjaron una felicidad temporal pero inmaculada. 

Todo ese mundo interior forjado del exterior y las respuestas dadas por nuestros sentidos a esas percepciones de un mundo que solo conocemos por nuestros sentidos y la

realidad que ellos forjaron para nosotros, se iba desvaneciendo en mi consciencia. Por ese motivo, las sensaciones percibidas no perduran en nuestra piel, tan solo, se almacena en sitios recónditos de nuestro cerebro, como recuerdos, que a su vez forman nubes de visones que más tarde nutren nuestros sueños nocturnos, y pesadillas.

Mi curiosidad por saberlo todo fue la última que sucumbió segundos antes de mi hora final. Y se transformó en algo que nunca había conocido o imaginado, principalmente por su ausencia de materia, en un vacío interior en medio de un completo y ávido multidimensional mundo exterior a mi ser inmaterial. Todo con una carencia infinita de color o perspectiva, sin dimensiones ni sombras, una realidad desconocida hecha de Aces de luz y energía viva.

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De repente la voz de Aristóteles me interrumpió, como te decía todos estos cambios son parte de