CUATRO TUMBAS
Tres países. ¿Conoces las fronteras de la muerte?
Una familia. Dos continentes. Cuatro ciudades.
Tres banderas. Una lengua, la de la nada. Un dolor.
Cuatro miradas en una. Cuatro existencias. Un grito.
Cuatro veces, cien veces, diez mil veces, un grito.
—¿Y los que no tienen sepultura?, preguntó Reb Azel.
—Todas las sombras del universo —respondió Yukel—son gritos.
(Madre, respondo a la primera llamada de la vida,
a la primera palabra de amor pronunciada
y el mundo tiene tu voz.)
A sí nos introduce Edmond Jabès a El libro de las preguntas. Su voz es la voz de un extranjero, de un exiliado que no se siente ni de aquí ni de allá; su escritura es un testimonio de que el otro siempre nos concierne, y un compromiso político con la búsqueda de la verdad.
Partiendo de que su poesía es una asimilación de la tesis