Dentro del mundo de los “Yahoo Boys” nigerianos

Por Félix Gerónimo

Un hombre va en busca del estafador nigeriano que engañó a su madre. En el camino hunde al lector en el oscuro y desconocido mundo de las estafas internacionales desde Nigeria: el mundo de los "Yahoo Boys". Después de leer este texto, el lector tendrá una idea más amplia y diferente del tipo de crimen conocido como la estafa nigeriana.

• Idioma: Español
• Editorial: Félix Gerónimo
• Fecha de lanzamiento: 9 ene 2024
• ISBN: 9798215440780

Félix Gerónimo

Félix Gerónimo (Santo Domingo, Dominican Republic, 1976). Dominican lawyer, and publisher and writer.

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Natasha Bridges cubrió las bandejas de entrada de Facebook de hombres que no conocía con el más simple de los saludos:

Hola.

Hola.

Hola.

Muchos de los hombres nunca respondieron a Natasha, pero fue sorprendente cuántos lo hicieron. Aún más sorprendente fue la rapidez con la que algunos de ellos parecieron enamorarse de ella.

¿Puedes amar a un hombre mayor?.

Así escribió un tipo llamado James* (a menos que se indique lo contrario, los nombres de las víctimas de estafas han sido cambiados) después de unas pocas horas de enviar mensajes. James dijo que tenía 56 años y que conducía una Harley. Después de enviarle a Natasha fotos de su bicicleta, James le contó, sin que se lo pidiera, cómo le practicaría sexo oral.

Otros hombres estaban ilusionados. Le dijeron a Natasha que era preciosa, que les gustaba su sonrisa y su forma coqueta de charlar, que estaban ansiosos por conocerla algún día. También había tipos sentimentales, como Brett:

No sé si algún día volveré a ser verdaderamente feliz. Creo que el único sueño que tengo es tener una mujer especial conmigo. Sabes que lo mencioné hace un par de días, pero hace mucho que no te veo. ¿Podrías enviarme algunas de tus fotos? Realmente me gustaría verte.

Natasha aún tenía que responder al último mensaje de amor de Brett. Su silencio habría sido insensible si ella fuera quien decía ser. Pero dada la verdad (que Natasha Bridges no existía), la verdadera crueldad podría haber sido responder.

La persona que enviaba mensajes a Brett, James y decenas de otros hombres estadounidenses se llamaba Richard, pero prefería que lo llamaran Biggy. Tenía 28 años y era de Nigeria. Las fotos que usó en la cuenta de Facebook donde se hacía pasar por Natasha, una madre soltera de 32 años de Wisconsin, interesada en el desarrollo económico y las criptomonedas, fueron robadas de las redes sociales de una mujer real llamada Jennifer. Había usado otras cuentas para hacerse pasar por un instructor de gimnasia y un soldado estadounidense solitario desplegado en el extranjero.

Sabía todo esto porque Biggy estaba sentado en un sofá verde en mi habitación de hotel en Lagos, jugando al videojuego Pro Evolution Soccer 17 mientras yo leía los mensajes privados que había enviado a extranjeros desprevenidos en su iPhone 6. Cuando le pregunté por qué estaba ignorando a Brett, Biggy, al marcar otro gol más para Australia en la final de la Copa Asiática contra Japón, se encogió de hombros. Hermano, eso es lo que he estado tratando de decirte. Ser un chico de Yahoo es muy estresante, dijo sin quitar la vista del juego. "¿Te resulta fácil enamorar a alguien de ti? El ajetreo es el mismo que en la vida real, con una