Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Operación Cambista: Pindoretama, #2
Operación Cambista: Pindoretama, #2
Operación Cambista: Pindoretama, #2
Libro electrónico134 páginas1 hora

Operación Cambista: Pindoretama, #2

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Prólogo

El Fiscal General de la Nación Roberto Nascimento y su amada Nina Moreira aparentemente formaban una pareja que vivía un período de paz. Incluso viviendo en ciudades diferentes, se veían con relativa frecuencia. El segundo mandato de Roberto estaba siendo afectado por el primero, durante el cual se desató la Operación Faxina Geral en Pindoratema. Mucha gente ya estaba cumpliendo pena, o al menos había sido presa o estaba respondiendo a diversos procesos. Parecía que todo estaba bajo un relativo control.

Solo lo parecía. Esa no era, sin embargo, su realidad. Un descuido y todo podría venirse abajo. Había mucha gente queriendo vengarse de ellos. Sus enemigos no lo dejarían en paz. Ellos lo sabían. Hasta una tentativa de asesinato al fiscal ya había sufrido. Entonces, cualquier desliz podría ser fatal. No solo en el campo profesional, sino que también en su vida personal.

Nina podría soportar muchas cosas por causa del amor que tenían. Incluso para una mujer de ideas propias como ella, había límites que él sabía que no debería pasar. ¿Sería capaz de percibirlo y para cuando fuera necesario? Esa era una cuestión que se volvería central en sus vidas.

******

Roberto participaba de los juicios del Tribunal Supremo de Justicia como miembro del Ministerio Público. Esas sesiones estaban lejos de ser una rutina, como solían ser antes de la Operación Faxina Geral. Los ojos de la nación estaban orientados hacia la TV Ciudadana. Los juicios los acompañaba la población con gran interés. Era como si cada uno de ellos fuera un capítulo de novela, solo que al contrario de la ficción, eran la vida real. Para el Fiscal General, las sesiones tenían un gusto a victoria, puesto que llegar hasta allí había sido fruto de su trabajo y del de mucha gente que creía que podría cambiar al país.

Pindoratema es un país relativamente nuevo, con una historia de golpes de Estado y pequeños intervalos de democracia. La clase política siempre hizo acuerdos con la élite económica y financiera para mantener privilegios y negociados. En general, los gobernantes actuaban como servidores de las grandes corporaciones empresariales, de espaldas para las necesidades del pueblo. Siempre había sido así, y no había nada que pudiera cambiar la situación, era lo que se decía. Era lo que el pueblo llamaba de “pacto oligárquico” entre parte de la clase política, parte del empresariado y parte de la burocracia estatal.

Hasta que la Operación Malão empezó a cambiar el rumbo de esa historia. Fue la primera Acción Penal del Supremo Tribunal de Justicia en tener reos políticos importantes de varios partidos. Cuando todos pensaban que ya habían visto el peor lado de la política empezaron las operaciones policiales que metieron en la cárcel a grandes empresarios y políticos influyentes.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 nov 2018
ISBN9781386901136
Operación Cambista: Pindoretama, #2

Lee más de Norberta De Melo

Relacionado con Operación Cambista

Títulos en esta serie (3)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Artes escénicas para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Operación Cambista

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Operación Cambista - Norberta de Melo

    Prólogo

    El Fiscal General de la Nación Roberto Nascimento y su amada Nina Moreira aparentemente formaban una pareja que vivía un período de paz. Incluso viviendo en ciudades diferentes, se veían con relativa frecuencia. El segundo mandato de Roberto estaba siendo afectado por el primero, durante el cual se desató la Operación Faxina Geral en Pindoratema. Mucha gente ya estaba cumpliendo pena, o al menos había sido presa o estaba respondiendo a diversos procesos. Parecía que todo estaba bajo un relativo control.

    Solo lo parecía. Esa no era, sin embargo, su realidad. Un descuido y todo podría venirse abajo. Había mucha gente queriendo vengarse de ellos. Sus enemigos no lo dejarían en paz. Ellos lo sabían. Hasta una tentativa de asesinato al fiscal ya había sufrido. Entonces, cualquier desliz podría ser fatal. No solo en el campo profesional, sino que también en su vida personal.

    Nina podría soportar muchas cosas por causa del amor que tenían. Incluso para una mujer de ideas propias como ella, había límites que él sabía que no debería pasar. ¿Sería capaz de percibirlo y para cuando fuera necesario? Esa era una cuestión que se volvería central en sus vidas.

    ******

    Roberto participaba de los juicios del Tribunal Supremo de Justicia como miembro del Ministerio Público. Esas sesiones estaban lejos de ser una rutina, como solían ser antes de la Operación Faxina Geral. Los ojos de la nación estaban orientados hacia la TV Ciudadana. Los juicios los acompañaba la población con gran interés. Era como si cada uno de ellos fuera un capítulo de novela, solo que al contrario de la ficción, eran la vida real. Para el Fiscal General, las sesiones tenían un gusto a victoria, puesto que llegar hasta allí había sido fruto de su trabajo y del de mucha gente que creía que podría cambiar al país.

    Pindoratema es un país relativamente nuevo, con una historia de golpes de Estado y pequeños intervalos de democracia. La clase política siempre hizo acuerdos con la élite económica y financiera para mantener privilegios y negociados. En general, los gobernantes actuaban como servidores de las grandes corporaciones empresariales, de espaldas para las necesidades del pueblo. Siempre había sido así, y no había nada que pudiera cambiar la situación, era lo que se decía. Era lo que el pueblo llamaba de pacto oligárquico entre parte de la clase política, parte del empresariado y parte de la burocracia estatal.

    Hasta que la Operación Malão empezó a cambiar el rumbo de esa historia. Fue la primera Acción Penal del Supremo Tribunal de Justicia en tener reos políticos importantes de varios partidos. Cuando todos pensaban que ya habían visto el peor lado de la política empezaron las operaciones policiales que metieron en la cárcel a grandes empresarios y políticos influyentes.

    Ya iban cuatro años desde el inicio de la Operación Faxina Geral. En ese tiempo, muchas cosas habían cambiado no solo en el país, sino que también en la vida de Roberto. Él se divorció; se enamoró de Nina, y sus vidas nunca más fueron las mismas. Ahora ella se había transformado en una escritora de renombre, reconocida internacionalmente. Nina estaba criando a su hijo Miguel, sola, como madre soltera. Ellos se veían cuando ella iba a Tuperatama o cuando él iba a São José dos Mascates. Él no se quejaba de la situación. Ella lo apoyaba con su decisión de renovar su mandato al frente de la Fiscalía General de la Nación. Ella también solía verlo por televisión, en los juicios del STJ. Él siempre la llamaba al final de cada sesión. Ella siempre comentaba lo que le había parecido su actuación en los juicios.

    Y así, ellos se iban entendiendo. Su amor por Nina era la fuerza que él necesitaba para seguir, aun corriendo tantos riesgos. Ni la tentativa de asesinato que había sufrido había conseguido socavar su ánimo de continuar su lucha por la renovación del país.

    Capítulo Uno

    La exposición de la vida íntima de Nina y Roberto generaba muchos comentarios. Mucha gente a través de las redes sociales, emitía opiniones contrarias o a favor de la unión de ellos como si comentasen los encuentros y desencuentros de parejas de novelas o de reality shows. Nina ya estaba acostumbrada a eso.

    Aún fuera del país, cuando era invitada a participar en eventos literarios, mucha gente le pedía que hablara de su vida personal, de las cosas que ella había pasado con el ex diputado Cascata. Todos querían saber que haría para contarle a su hijo Miguel quien era su padre y cuales habían sido las circunstancias de su nacimiento. Ellas siempre daba la misma respuesta: Todo a su tiempo. Él va a saber todo lo que pasó. A su debido tiempo, cuando tenga capacidad para entenderlo. Sobre la situación política del país, ella siempre decía que Pindoretama todavía estaba pasando por un proceso de depuración de los años en que el Estado estaba lleno de poderosos de guardia.

    En su vida personal, Nina estaba consiguiendo administrar bien su condición de madre de un bebé con los cuidados de su propia madre entrada en años. Además de eso, su vida profesional le estaba exigiendo cada vez más. Sus lectores querían siempre algo nuevo. Con cada historia publicada, su público quería saber más. La gente ya no hablaba más del escándalo que había sido su embarazo inesperado, fruto de una inseminación artificial involuntaria, realizada por el ex diputado Renato Cascata para vengarse del Fiscal General.

    Su relación con Roberto le exigía mucho también, un novio entre dos ciudades tan distantes cuando Tuperatama y São José dos Mascates no era algo banal; incluso con las facilidades electrónicas de comunicación de los días actuales. Ellos estaban viéndose personalmente cada vez menos.

    Ella estaba cada vez más preocupada con Roberto, puesto que él estaba siendo víctima de campañas difamatorias en las redes sociales. Las publicaciones eran siempre despreciativas con respecto a su trabajo en los juicios del Supremo. Hasta allí, era de esperarse que los hombres poderosos que estaban siendo juzgados reaccionaran volviéndose contra el acusador, el Fiscal General de la Nación.

    Ella no sabía lo que se venía. Fue publicado en internet un vídeo en el cual él supuestamente habría sido sorprendido en una relación sexual con una conocida actriz porno, llamada Alexandra Richochete. Roberto la llamó con urgencia, a la mitad de la tarde, cosa que era rara. Nina atendió el teléfono, preocupada. Él le contó del vídeo. ¿Quieres verlo? Le preguntó. Ni pensarlo le respondió ella.

    No puedo reenviarte eso por redes sociales por causa de la seguridad, pero puedo ponerlo en una pen drive y enviártelo por correo convencional, dijo casi susurrando.

    No te preocupes conmigo. Toma las providencias que necesites para que los responsables respondan por ese acto criminal, dijo ella. No quiero verlo. Creo en tu palabra. No necesito pruebas, respondió ella firmemente. Ellos van a actuar cada vez en forma más baja, no vas a estar solo en esto. Ese vídeo es claramente un montaje; pero ellos pueden hacer cosas peores para intentar separarnos. Ese era su mayor temor, que las malicias terminaran generando conflictos entre ellos. Depende de nosotros, no vamos a dejar que los demás nos separen, afirmó categóricamente.

    No tengas miedo. Estoy tranquila. No voy a creer en campañas difamatorias contra ti. Ella sabía que tenían un tipo de relación diferente a la mayoría de las parejas, pues todo lo que ella le exigía era que no le mintiera. No esperaba que él mantuviera relaciones sexuales exclusivamente con ella. Ellos vivían en ciudades diferentes. Él era un hombre poderoso y estaba sometido a mucha presión. En esas condiciones sería difícil mantenerse casto lejos de ella.

    Esa era una cuestión delicada para la mayoría de las mujeres, pero no para Nina. Ella tenía ideas poco ortodoxas con respecto a eso. Mucha gente se preguntaba si ella era estúpida al darle al hombre la libertad de tener relaciones con otras mujeres, cuando ella se mantenía fiel al hombre. Ella solía decir que ambos tenían la misma libertad. La diferencia era que ella usaba la suya para ser monógama, sin exigirle esa contrapartida al hombre.

    Esa opinión era bastante controvertida. Generaba muchas discusiones en las redes sociales. Sus seguidores siempre la cuestionaban a ese respecto. Entre los conservadores era considerada libertina, ya que permitía que su compañero tuviera relaciones extraconyugales. Entre los progresistas era considerada incoherente porque pensaban que la balanza estaba desequilibrada ya que ella no mantenía relaciones con otros hombres.

    Sus redes sociales a esa altura también ya estaban en polvorosa. Todos querían saber lo que ella haría ahora que la cuestión habría dejado de ser solamente teórica. Y ella se preguntaba sobre cómo responder. Decir que el vídeo era falso no serviría de mucho, ya que la gente seguiría exigiendo que ella se posicionase enfáticamente.

    Roberto, no sé qué hacer con mis redes sociales. La gente quiere saber sobre lo que pienso con respecto al vídeo. Ella estaba desorientada a ese respecto. "Yo tampoco sé qué decir. Yo no mantengo cuentas en redes sociales para evitar tener que responder a preguntas sobre mi trabajo. Ahora, esto es diferente de todo lo que ya he enfrentado. Es difícil estar aquí solo sin

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1