Los Ángeles, Cal.– El mensaje llegó a mediados de mayo. Durante una noche sofocante en la frontera norte de México, una persona envió desde su cuenta de Instagram un mensaje diciendo que su nombre era Dámaso y que había seguido mi trabajo.
Ante la duda sobre la veracidad de la cuenta, pedí a la persona que encendiera su cámara de video para confirmar su identidad. En la pantalla de mi celular apareció el rostro barbudo y angular de Dámaso López Serrano, El Mini Lic. También le pedí que me mostrara en cámara una identificación con su nombre. Hablamos durante unos 20 minutos y acordé un viaje a California para verlo en persona.
Aterricé en Los Ángeles un mes después, el 12 de junio. El encuentro se dio en un hotel sencillo a cinco minutos del aeropuerto.
Unos minutos después de las nueve de la mañana entró una llamada a través de una aplicación segura que me pidió bajar en aquella primera llamada, sin número de teléfono, sólo un largo código sin sentido.
Nos encontramos frente al hotel. Dámaso descendió del asiento del copiloto de una camioneta negra con vidrios ahumados y extendiendo su mano me saludó. Se le veía sonriente. Traía una gorra verde militar con la bandera de Estados Unidos al frente. La gorra le cubría el cabello lacio y negro que le caracteriza.
Durante las horas que pasé con él nunca presentó a su acompañante, quien estuvo presente todo el tiempo. Un tipo de unos treinta años, de ese color rubio mexicano, distinto al rubio de los estadunidenses. Él también usaba gorra y lentes. Una bolsa cruzada se aferraba a su cuerpo regordete. Siempre en silencio, recibía las órdenes de Dámaso sin atreverse a decir otra frase que no fuera “de acuerdo”.
En la Corte Federal del Distrito Sur de California se encuentra la primera acusación formal en contra de Dámaso, apodado Mini Lic, Dani o José Daniel López Hernández, la identidad falsa con la que viajaba dentro y fuera del país. En la misma causa está Nahúm Abraham Sicairos Montalvo, medio hermano de Ismael Zambada Sicairos, conocido como El Mayo Flaco, hijo del narcotraficante Ismael Zambada García, El Mayo Zambada; así como otras tres personas que se encuentran ocultas tras la marca negra usada por las autoridades de Estados Unidos en documentos oficiales. Todos acusados de conspiración para traficar y distribuir cocaína, heroína y metanfetaminas, además de lavado de dinero.
La segunda acusación está en la Corte Federal del Distrito Este de Virginia, remitida un año después de la anterior, en 2017, y donde comparte cargos junto a su padre, Dámaso López Núñez, El Licenciado o El Lic. Ambos acusados de conspirar para importar cocaína. De acuerdo con esta última acusación, en 14 años recaudaron más de 10 mil millones de dólares producto del narcotráfico.
“Yo quería ser otra cosa”
Los motivos de Dámaso para hablar rebasan mis intentos de encontrar sentido. Dámaso seguirá en prisión domiciliaria por al menos los siguientes dos años, lo que le prohíbe hablar con medios Guzmán. Dámaso está colaborando con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en contra de los hijos de : Iván Archivaldo, Alfredo y Joaquín. También fue quien firmó como principal testigo la orden de extradición de Ovidio Guzmán, traído a Estados Unidos el 15 de septiembre del presente año.
